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CIUDADANOS DEL MUNDO GLOBAL
Un país normal
Los argentinos que viven en países con instituciones que funcionan y donde existe una moneda sana, no se explican cómo con las riquezas naturales que tenemos y el impulso extraordinario de las comunicaciones en el mundo - que permiten una rápida incorporación de las novedades tecnológicas - no logramos alejarnos del infierno cuando nuestro destino debería ser el cielo.
Pareciera que a nuestro país no se le puede aplicar el principio de que "lo que no mata fortalece" porque entramos en períodos de recuperación pero el problema estructural siempre reaparece.
Los argentinos cuentan con la viveza necesaria para transformar la mala suerte en oportunidad pero no con la inteligencia para convertirla en una solución permanente.
Hoy, la Argentina puede trasladar al mundo parte de su problema económico jugando con las mismas reglas de la globalización.
Aprender a exportar
Muchos argentinos eligieron rehacer su vida en otras latitudes debido a la fuerte crisis que sufrió nuestro país. Más allá del sesgo negativo que esto refleja, la contracara es que pueden convertirse en agentes de negocios manteniendo las vías de comunicación con el país y funcionando como promotores de los contactos que deberían generar las embajadas si cumplieran adecuadamente con su misión.
Crear el hilo de plata
Para Franklin, la patria no es el lugar donde se nace sino aquél donde se puede desarrollar integralmente la libertad y la capacidad de ser.
El argentino que elige otro destino puede explicar al mundo que el fracaso es producto de dirigentes corruptos que se enriquecieron a costa del país en combinación con cómplices externos que les facilitaron el acceso al default con créditos impagables ante miradas complacientes. Pero también pueden agregar otras opciones:
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Favorecerse y beneficiar a nuestros productores promoviendo la cultura exportadora, que como habilidad estratégica, debería incorporarse a una reforma educativa que induzca el cambio necesario para la apertura argentina hacia el mundo.
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Integrarse a una red de contactos, ideas y relaciones productivas. El buen uso del capital social es el recurso para enriquecerla, pero habitualmente se despilfarra por las limitaciones de la memoria, la concentración y las carencias tecnológicas.
Cómo producir con inteligencia lo que el mundo necesita.
Una potencia mundial como Japón no es más que un país pequeño con escasos recursos naturales que actúa como una gran Fábrica Flotante importando materia prima y transformándola en productos elaborados de mayor valor que exporta a todas partes generando su riqueza.
Tampoco Suiza tiene riquezas naturales pero su industria láctea - que por razones climáticas trabaja pocos meses – es de las mejores, sin océanos posee una de las flotas náuticas más importantes, sin cacao produce un inigualable chocolate. Es un país pequeño pero su imagen lo convirtió en la "caja de seguridad" que usa todo el mundo.
La materia prima vale hoy el 20 por ciento de lo que valía en 1845. Quienes no le agregan conocimientos, son cada vez más pobres.
En la nueva economía, el factor esencial de producción es el conocimiento. Esta economía es portátil, "se lleva en la mente". Los países inteligentes lo saben e importan recursos humanos calificados. Quienes los descuiden, no podrán generar patentes, ideas o divisas.
En 1999, IBM generó 2.700 patentes en E.E.U.U. y 167 países del mundo juntos generaron apenas 2.500. La persona que descifró el genoma humano se planteó hacer la secuencia completa en dos años y todo el mundo se rió. El 12 de febrero de 2001 lo logró. Hoy, en EEUU las patentes de biotecnología exceden el número de patentes de computadoras y de telecomunicaciones.
Mientras tanto, nosotros exportamos materias primas y el salario decae. Los cambios de gobierno no logran revertir el problema de la pobreza porque continúa fallando la agenda de desarrollo económico. Hay que desarrollar, proteger y vender conocimientos al mundo. Detrás de cualquier producto o servicio está el saber que lo hizo posible.
Einstein dijo: "Todos los imperios del futuro van a ser imperios del conocimiento, y solamente serán exitosos los pueblos que entiendan cómo generar conocimientos y cómo protegerlos; cómo buscar a los jóvenes que tengan la capacidad para hacerlo y asegurarse que se queden en el país. Los otros países se quedarán con litorales hermosos, con iglesias, minas, con una historia fantástica; pero probablemente no se queden ni con las mismas banderas, ni con las mismas fronteras, ni mucho menos con un éxito económico".
La Metodología de "Ciudadanos del mundo global".
Un ciudadano está modelado por la educación, la socialización y la cultura en la que vive, ya que los hombres pasan y las instituciones quedan perpetuando modelos de enseñar, aprender y hacer. Pese a la destrucción creativa a la que las somete el sistema capitalista, algunas organizaciones sobreviven y otras mueren. ¿Por qué hay empresas centenarias y otras que no llegan al año de vida? El desafío de cada ciudadano es preguntarse qué puede aportar para crear instituciones inteligentes.
Hoy, los ciudadanos y las organizaciones están inmersos en el fenómeno de la globalización moderna, cuya onda expansiva se multiplica por el efecto de las tecnologías de la información y de la comunicación. Se puede disentir con la aceleración de la globalización pero no se la puede negar ni remar contra su corriente.
Para enfrentar las amenazas y aprovechar las oportunidades que presenta, el programa "Ciudadanos del mundo global" propone optimizar los recursos mediante una metodología, ya que como observó Nietzche,"los métodos son la mayor riqueza del hombre".
La sinergia entre el desarrollo de la inteligencia individual e institucional crea entidades múltiples de gestión. Cada idea, cada contacto, cada alianza, son en potencia una nueva institución cuyo objetivo es optimizar el capital intelectual, físico y social a nivel global. "Ciudadanos del mundo Global" tiene una filosofía, una metodología y entidades de aplicación de tecnologías que promueven la conciencia exportadora para facilitar la inserción en el comercio internacional. La ciencia debe ir de la mano de la conciencia.
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La Ciudad del saber: para que los especialistas se conviertan en generalistas, cambiando el famoso martillo de Maslow que les hace ver clavos, por una nueva mirada abarcativa.
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Fábrica de ideas: para inventar ideas exportables todos los días del año.
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Fábrica de relaciones productivas: para acrecentar el capital social punto a punto en el tablero internacional.
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Alianzas estratégicas: para asociarse con los mejores sin tener que hacer el trabajo que ellos hicieron para conseguirlo.
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Yo S.A: para convertirse en el emprendedor de las propias ideas.
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Tele-trabajo: para trabajar en el mundo sin moverse del país.
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La permuta: para comprar lo que se quiere con lo que se tiene.
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La franquicia: para envasar y transmitir la fórmula del éxito en este formato expandible a todo terreno.
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La Tecnología de la Información y de la Comunicación: Para sintonizar el sistema nervioso con el digital, creando la sinergia positiva entre los capitales intelectual, social y físico.
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Los micro eventos: Para romper con la rutina, generando los impactos en las vías asociativas y emocionales del cerebro.
Estas herramientas combinadas potencian la inteligencia institucional
La importancia de la exportación de la inteligencia argentina.
Los que leyeron esta nota lo hicieron por diferentes razones o por simple casualidad (el azar es incontrolable). Pero el azar no es igual a la buena suerte. La buena suerte se logra cuando la situación se detecta como oportunidad y se responde en consecuencia.
A muchas personas les habrá caído una manzana en la cabeza a lo largo de la historia pero fue Newton quien descubrió la ley de gravedad. Muchas otras vieron subir la tapa de la olla cuando el agua hervía pero Watt descubrió la energía del vapor. Sólo una persona se preguntó cómo inventar un producto que obligara a los hombres a comprárselo toda la vida: esa persona fue King Gillette. De lo que hablamos es de aprovechar la cara de la oportunidad que ofrece la globalización y disminuir los temores que despierta.
El éxito tiene mecanismos y fórmulas que requieren una mentalidad estratégica que se cuestione: ¿dónde estaba hace un año, donde estoy ahora, donde quiero estar en un año y cómo haré para conseguirlo; cómo lo hice, cómo pude haberlo hecho, qué puedo hacer; quién soy, a dónde voy y con quién?
Es imprescindible "aprender a emprender" hacia el mundo mediante el marketing digital para ayudar con la exportación inteligente al desarrollo del país.
Para eso debemos sincronizar las 4 "A" del aprendizaje con la 4 "E" del emprendedor:
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Aprender a ser genera la Energía que surge cuando uno descubre lo que es y lo que quiere.
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Aprender a aprender conduce a la Excelencia porque permite adecuarse con rapidez al cambio.
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Aprender a hacer potencia el Esfuerzo como la palanca de Arquímedes para mover el mundo.
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Aprender a convivir socializa y Estimula aportando el incentivo del capital social
La motivación es el motivo de la acción y la clave del éxito. Sentir, saber, interesar y hacer son verbos a conjugar en un círculo virtuoso. Porque si uno sabe y siente se interesa y hace. Cuatro verbos necesarios para vivir en estos tiempos globales y competitivos.
La motivación es hacer lo que a uno le gusta con la gente que le agrada. Por eso, la motivación se relaciona con otros verbos positivos: observar, escuchar aprender, pensar, imaginar, amar, comunicar, crecer, cambiar, compartir, proyectar, cooperar y realizar.
Un argentino común.
Si Juan Pérez - un argentino promedio - se decidiera a participar en lo mejor de los dos mundos debería preguntarse por ejemplo: ¿qué es lo que me diferencia de John Smith residente en Filadelfia? La primera distinción es que él domina el inglés como lengua materna. Si Juan Pérez optimizara su inglés podría convertirse en ciudadano del mundo global y competir con John Smith según la lógica de los mercados modernos, es decir, ofertando sus servicios a menor costo.
Si ciudadanos y gobernantes actuáramos estratégicamente y en equipo podríamos trasladar a los países desarrollados parte de nuestros problemas de empleo. Las empresas internacionales profesan el culto de la tercerización según el cual eliminan o reemplazan gente y se reorganizan para aumentar sus beneficios y hacerse más competitivas. Ni al ciudadano Juan Pérez ni al político de turno les alcanza con aprender inglés pero es una condición necesaria. El argentino está alejado y a muchos kilómetros de este idioma. Y como en la actualidad el inglés es el idioma del mundo, dominarlo es la primera herramienta en el aprendizaje de la globalización.
La segunda es aprovechar la tercerización para convertirse en "YO S.A., ciudadano del mundo global". Para ello hacen falta dos estrategias:
1) Desarrollar el potencial: si quiero ser competitivo no puedo continuar utilizando sólo el 10% de mi capacidad.
2) Integrar mi sistema nervioso con el sistema digital: si los átomos se asocian con los bits puedo realizar cualquier trabajo a distancia como tele-worker, el trabajador del futuro.
Así, Juan Pérez superará a John Smith porque lo aventajará en lo que este último no se ha percatado: ha desarrollado al máximo su creatividad y además es bilingüe. La solución es mejorar la productividad del argentino que hoy sólo alcanza al 25% de la de sus pares en países desarrollados. Esto explica por un lado el exceso de horas extras y por el otro hace incomprensible la desinversión en educación de la creatividad cuyo desarrollo permitiría poner en marcha la fábrica de ideas como escuela de proyectos.
Para lograrlo busquemos argentinos con ganas de cambiar, prestémosles la antorcha de la esperanza y comencemos a invertir en su capacitación para convertir sus pequeñas brillantes ideas - como perlas a cultivar - en exportaciones e ingresos de divisas.
Y si la burocracia es una máquina de impedir, no hay obstáculos para que los particulares busquen un nuevo camino mediante la alianza estratégica de los que combinen el principio de individualidad con el de solidaridad social resumido en la frase "aprender a trabajar en equipo".
Resumiendo
El programa Ciudadanos del mundo global no tiene fines de lucro aunque enseña cómo obtenerlo internalizando la cultura exportadora. Se trata de aproximar al empleado, al ejecutivo o al empresario una modalidad favorable por el valor actual de nuestro signo monetario.
Existen dos elementos importantes: por un lado se enseña marketing digital, para ubicar mercados y ser ubicado por quienes precisan sus servicios. Por el otro, hay un contacto físico con los clientes mediante las acciones que despliegan los argentinos radicados en el exterior.
El beneficio es para el país y para los que se abren al mundo buscando divisas en moneda fuerte sin moverse de su casa u oficina. ¿Cómo es posible que un país rico como el nuestro sea pobre mientras que otros como Japón, pobres en recursos, sean ricos?
La diferencia es que producen con inteligencia lo que el mundo necesita. Una sociedad es el reflejo de la educación que recibe, por eso, "Ciudadanos del mundo global" es esencialmente un programa de capacitación y de consultoría que proponemos a quienes deseen acompañarlo. Se trata de aprender a desarrollar el espíritu emprendedor antes que limitarse a reaccionar ante lo que ocurre.
También deriva instituciones de ideas, contactos, situaciones y eventos; para generar tanto negocios internacionales como locales. Los grupos que actúan en diferentes países se conectan entre sí para expandirse, complementarse y crear sinergia positiva. Para integrarse no hace falta dinero sino entusiasmo. Hacen faltas ideas y ganas de asumir el compromiso de pasar del contacto al proyecto. No hay peor intento que aquél que no se realiza, cómo dijo Demóstenes, las palabras que no se transforman en hechos no sirven para nada.
Benchmarking Internacional
Otra ventaja de competir es que al estudiar la conducta de las personas de los países desarrollados, se comparan y descubren las diferencias y las distancias que debemos acortar. En ellos la mayoría cumple con las leyes, las relaciones se basan en el respeto mutuo lo que implica puntualidad, estilos de vida ordenados, integridad y responsabilidad, deseo de superación, amor al trabajo e iniciativa personal.
Los argentinos no somos pobres porque nos falten riquezas naturales o porque la naturaleza haya sido cruel. Nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas de una sociedad productiva. La crisis, impulsó el espíritu emprendedor de los argentinos para sobrevivir. Sin embargo, no proporcionó las herramientas para lograr emprendimientos exitosos. Según un informe de GEM (Global entrepreneurship monitor) del IAE, la Argentina está quinta en tasa de actividad emprendedora pero última en cuanto a condiciones del contexto. Para abrir una empresa, existen múltiples barreras (por ejemplo, se requieren 48 días para constituirla, contra 24 en Chile y 2 en Canadá o Australia).
El dilema del emprendedor es que está solo con su idea: no posee los recursos que necesita para implementarla. Llevarla a la práctica requiere un contexto adecuado y un lugar del encuentro que crean los que se quieren ayudar. El saber no tiene fronteras y las ideas no ocupan espacio. Y como el azar no es igual a la buena suerte…
Ahora, todos tenemos la palabra.
(*) El doctor Horacio Krell es Contador Público Nacional y Licenciado en Administración de Empresas (UBA). En 1969, fue coautor del Método ILVEM cuyo impacto generalizado permitió su exportación a más 24 países. Desde entonces, continuó desarrollando programas de capacitación, auspiciados por entidades como Naciones Unidas y el Banco Mundial, y nuevas tecnologías en informática educativa. En la actualidad, es director de ILVEM y conduce su red de franquicias internacionales y La Fábrica de ideas. Además, es socio fundador de la Unión Argentina de Franquicias y consultor de empresas y organizaciones sobre inteligencia institucional. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.ar.
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