En el discurso de los desocupados, pareciera que no existen soluciones, ante esta crisis provocada por una disfunción de la sociedad. Para salir de la inacción hay que conocer las causas por las cuales los gobiernos con sus políticas educativas, descuidan la formación para el desempleo y para afrontar la caída del ingreso que resulta de la jubilación. Proponemos pensar en el trabajo con sentido amplio, en la coexistencia de diversos formatos laborales, donde el empleo es sólo uno, y no precisamente el mejor. ¿Trabajo o empleo? También al graduado soporta el dilema del día después: ¿ seré empleado, auto empleado, dueño? El sistema orienta a un ideal de empleo inexistente, sin capacitar para emprender, ahorrar, invertir y administrar el tiempo. Así, se va creando la mentalidad de empleado. Al no saber economizar e invertir el tiempo, se pierde el recurso primario de búsqueda y análisis de la oportunidad. El problema a resolver es cómo conciliar futuro con misión personal. La confusión entre persona y rol laboral es frecuente: soy jefe de compras, contador. Se observa mejor cuando vemos la fusión entre personalidad y función. Para complicar el problema, según la ley de Peter, se asciende hasta un nivel de incompetencia que apresura la salida del mercado laboral, cuando el buen vendedor es nombrado jefe de ventas. Aprender a emprender. La Argentina cayó del puesto 9 al 12, en el último ranking de emprendedores, y podría caer más sin una política de Estado. Crecieron con la crisis, pero muchos volvieron a la relación de dependencia. Lo que hay que lograr son emprendimientos planificados por detección de oportunidades, y no los de necesidad. En Argentina sólo el 25 % emprende por oportunidad. El emprendedor por necesidad nació del quiebre del seguro de empleo. Se necesita construir una pirámide donde el trabajo se ubique en la cima, no sirve ingresar al corto plazo sin pensar en el futuro. Pero como dijo Keynes: a largo plazo estaremos todos muertos. La gente llega a los 50 sin estar preparada. En estado de emergencia no eligió su trabajo con una orientación proactiva, sino forzado a reaccionar. Entonces cuando le llegó el mediano plazo, fue de nuevo corto plazo. Para evitarlo hay que planificar, asumiendo la inversión estratégica en uno mismo, en todas las etapas de la vida. Se trata de convertirse en un viejo joven, manteniendo la curiosidad creativa que tenía cuando era niño: "el niño es el padre del hombre". ¿Son buenas noticias? Ante ofertas basadas en trabajar sobre resultados, habría que ver si son realmente buenas, porque ante la tradicional aversión a la venta, ante ofertas de este tipo, hay que ver como reaccionarán. En la escuela no se enseña a valorar la venta y a venderse a uno mismo: el marketing personal. Para Pasteur el azar favorece a las mentes preparadas, para aprovecharlo hay que desarrollar el empowerment: el poder interior. YO S.A es el hombre que en las buenas épocas supera la tentación al consumo, separa gasto de inversión, cambia el ingreso ganado solamente con el sudor de la frente, por el generado con inteligencia. La mejor respuesta es saber detectar oportunidades, fabricar buenas ideas, aliarse estratégicamente, asociarse a una franquicia, seleccionada por convicción, para enamorarse de su futuro trabajo. En las nuevas formas de gestión, de las cuales la franquicia es sólo una, enseñan los triunfadores, que son los mejores maestros. Una medida de la riqueza de un individuo es el tiempo que puede vivir sin trabajar. ¿Cómo le gustaría llegar a los 80? ¿Dónde estaba ayer, dónde está hoy, dónde quiere estar mañana, cómo hará para conseguirlo? Estas son las preguntas estratégicas, pero las acciones y las decisiones construyen el futuro. Somos libres para decidir, pero no para evitar sus consecuencias. Verdi, sobre su longevidad creativa expresó: "toda la vida busqué la perfección pero todavía no la puede alcanzar". Ser parte de la solución o del problema. Alguien busca algo ante la luz, le preguntan qué busca y responde que sus llaves. ¿Las perdió aquí?. No. ¿Entonces por qué las busca aquí?. ¡Porque aquí hay luz!. Lo mismo ocurre con el empleo: es una especie en extinción, y buscamos la solución en el lugar equivocado. Antes los gerentes eran responsables por sus subordinados, ahora se concentran en la misión y tercerizan lo demás. La oportunidad es darse a cuenta a tiempo para ser el elegido, es aprender a vender y consolidad la calidad del servicio: ya que si no funciona, se lo cambia, y se acabó. Es decir que cuidar el trabajo, que antes era la responsabilidad del Estado, ahora se transformó en una obligación del individuo. (*) Director de Ilvem. Mail horaciokrell@ilvemcom. |