COMPRENSIÓN DE TEXTOS: hacia la ciencia del texto
La eugenesia es una teoría sobre cómo aplicar las leyes biológicas para perfeccionar a la especie humana, pero lo importante es mejorar la capacidad de aprender. El saber se construye, no se descubre, pero descubrir es una forma de construir. Todo se inicia con el contacto con lo real, con personas, objetos y hechos. Desde pequeños percibimos sus regularidades y repeticiones, las que podemos asociar gracias a nuestra capacidad de reconocer y nombrar mediante la palabra. Lo nuevo se aprende con lo viejo, por vía predictiva o hipotética. Sin memoria seríamos vegetales incapaces de pensar, sentir o actuar. Aprendemos experimentando: el aprendizaje es personal, el conocimiento colectivo. Educar es cambiar el sentido del suceso, pensando, sintiendo y actuando. Antes de leer textos o contextos confeccione el mapa de su saber, y luego construya el segundo mapa.
Metaconocimiento, meta aprendizaje. En la comprensión de textos es importante saber cómo se aprende y se construye. El aprendizaje resulta de percibir y reconocer con la memoria e incorporar lo nuevo. Hay que enseñar a ensanchar la experiencia, a resolver problemas, a compartir una ética basada en conceptos y no en la autoridad, a diferenciar el tema del comentario. Lo esencial es comprender la cuestión clave, inventariar los conceptos, los métodos de investigación que usará, y los prejuicios o juicios de valor. En la columna izquierda tendremos el mapa mental previo, en la derecha su reconstrucción.
Aptitudes y actitudes. La estrategia es crucial: es aprender a transformar hechos en registros o mapas, teniendo siempre in mente los conceptos y la cuestión clave a resolver.
Lo importante es la autorregulación de la conducta, que no todo sea lo mismo, que no liste sólo detalles, sino que se oriente hacia el objetivo. No se trata de leer por leer sino de aprender leyendo, de construir la progresión temática: ¿ es lo mismo, es nuevo, cómo lo registro, cómo lo titulo? Listar es la forma de la incomprensión. Separar el hecho del concepto que lo mira señala como la observación está cargada de teoría.
La comprensión de textos. A las nociones de alumno, maestro, programa y medio hay que sumar el modo humano; pensamiento, sentimiento y actividad. Esto implica diferenciar juicios de observación, de conocimiento y de valor. Hay que indagar sobre las relaciones: ¿ A es bueno para B? ¿Son buenos en sí mismos?. Comparar: ¿cuál es mejor?. Decidir: ¿cuál elegir? Perfeccionar: ¿está bien así o puede mejorarse?
Penetrar y superar el texto. En la comprensión de textos se pasa de la microestructura del párrafo a la macroestructura de la obra, de donde surge la jerarquía. La superestructura es la organización formal. Otra dimensión de la comprensión de textos es saber a qué se refieren las palabras o sus significados. La realidad es la única verdad. Las macro reglas permiten pasar del significado local al global. La omisión, es obviar información no relevante, la selección, es elegir una frase representativa, la generalización, es derivar un concepto superior incluyente, la construcción, es la idea nueva creada por el lector.
Educación o instrucción. El aparato educativo formal instruye pero no educa. Cada individuo es potencialmente autodidacta, un arquitecto creador de su propio destino. Ese potencial se desarrolla en la familia y en la sociedad con el ejemplo y la praxis, más que en el sistema educativo. El sistema es impotente para lograr el desarrollo personal porque educar no es instruir, es sacar de adentro el genio que traemos al nacer. Para educar no hace falta ser instruido: en el pasado los analfabetos transmitieron sus valores y visiones del mundo a las siguientes generaciones sin saber leer o escribir. Hoy un alfabeto incompetente no se da cuenta de esta incongruencia: "los peces detectan el alimento por su color en el fondo del océano sin luz".
Todo texto es un pretexto para aprender a pensar.
El autor de esta nota, Dr. Horacio Krell, es el director de ILVEM .
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