CÓMO ORGANIZAR EFICAZMENTE LA MEMORIA

La Memoria Sensorial (MS) graba el instante y lo traslada a la Memoria de Corto Plazo  (MCP).

La MCP tiene limitaciones en cuanto a la duración y a la cantidad,  como así también  es lenta para enviar información a la Memoria de Largo Plazo (MLP).  Si durante la lectura o la escucha  nos detenemos en algún tema  para transferirlo luego a la MLP, perdemos el proceso de la idea. La mejor forma de interrelacionar las dos memorias, es evitar ese tipo de repetición. Para conseguirlo, la concentración debe encaminarse a comprender los significados más amplios en lugar de considerar solamente  elementos aislados. De esta manera, logramos que la MLP auto-organice la información de modo similar a cuando miramos  una película o leemos una novela, que se graban en la mente sin esfuerzo alguno.

El método de la cadena

Lo importante entonces es aprender a asociar lo nuevo con lo viejo de manera tal que se evoquen mutuamente, ya sea por similitud o contraste, por cercanía o temporalidad. Para lograrlo es conveniente activar asociaciones atractivas o aprovechar las involuntarias utilizando la analogía:  "esto me hace acordar que... "

Organización de la memoria según su tipo y técnica

A través de las asociaciones, las huellas iniciales se integran con otras creando redes o caminos que se pueden transitar uniendo  palabras y/o  imágenes.

Conociendo este formato de organización del pensamiento y aplicando deducciones, Sherlok Holmes podía interrumpir y acertar sobre lo que pensaba su asistente Watson. De manera análoga, un maestro de ajedrez recuerda varias partidas simultáneas y  no podría hacerlo si las piezas se distribuyeran al azar. La organización es la clave de la memoria.

La memoria en el largo plazo

Olvido y memoria son funciones complementarias y competitivas, relacionadas con un territorio común. A veces el olvido es conveniente para evitar una sobrecarga del sistema, y otras, nos impide recordar.

En  "Funes el memorioso", Borges describe a un personaje que vivía atormentado porque recordaba todo lo que le ocurría, sin posibilidad de elaborarlo. Para Freud "olvidamos porque queremos olvidar", recordamos mejor lo que nos es grato o conveniente y borramos con mayor facilidad lo que nos resulta triste o desagradable.

Acumulamos más información que la que podremos recuperar en un momento dado. Por eso, es necesario considerar a la memoria como un sistema que se construye sin dejarla sujeta al azar. El requisito para mejorar  su  rendimiento es la educación de la mente.

*  Dr. Horacio Krell, Director de ILVEM. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.ar.