Así como se creó el seguro de salud para cubrir riesgos y costos inherentes a enfermedades y accidentes, se debería contar con un seguro educativo que asegure la educación para toda la vida. La capacitación es la herramienta para enfrentar el futuro. La turbulencia de los cambios hace inseguro que el saber de hoy pueda servir mañana.
Ante la explosión del conocimiento y la desaparición del Estado benefactor que protegía del desempleo, el peligro del atraso educativo es perder la capacidad para vivir del trabajo, lo que vulneraría el capital invisible del hombre: la autoestima.
El progreso excluye a los apáticos y a los distraídos. Ahora se requiere sumar, sí o sí, las capacidades cerebrales que sólo se usan al 10% de su potencial. La política educativa no sabe cómo evitar el enciclopedismo. Es necesaria una educación permanente que enseñe a olvidar lo antiguo y a aprender lo que ahora se exige.
Aprender a aprender. No alcanza con el conocimiento, hay que saber cómo funciona y cómo se optimiza el cerebro, el recurso menos explorado. Las tareas importantes son leer, escuchar, sintetizar, retener, concentrarse, expresarse en forma oral y escrita, pensar creativa y estratégicamente, dominar idiomas y destrezas informáticas.
Administrar el tiempo y la mente es una necesidad imperiosa. La ecuación del hombre con el tiempo ya no cierra porque la tecnología y el conocimiento suben por el ascensor y el ser humano se ha detenido en el descanso de la escalera.
En definitiva debemos volver al concepto original de educación, que significa sacar de adentro el potencial. La A de aprender a ser, es la de conocerse a uno mismo genera la E de la energía. La de Aprender a aprender, la E de la Excelencia, la de Aprender a Hacer, la E del esfuerzo productivo, la de Aprender a Convivir, la E del estímulo social. La A de aprender a emprender genera el empowerment que es una fuerza interior que conecta al cerebro emprendedor con el cerebro social.
Beneficios mutuos. La falta de actualización del saber es también una desventaja para las organizaciones y para los países. Podemos citar el caso del déficit en lectura. Ahora la mayoría lee poco, muy lentamente y con baja comprensión. Esto ha generado al “analfabeto funcional” que es el que sabe leer pero que no lee por falta de tiempo.
Pero el avance de la comunicación digital hizo que el 40% del trabajo se relacione con la lectura, las empresas pagan por jornada completa y el empleado rinde mucho menos por falta de desarrollo de una lectura veloz y comprensiva, defectos de la memoria, distracciones, comunicación imperfecta, falta de capacidad de observación, escasa generación de ideas. Todo redunda contra la eficacia de la gestión.
El desempleo ataca a quienes no se adaptan a los cambios, antes importaban los músculos, en la actualidad se privilegia el cerebro. Las máquinas asumen tareas que antes realizaba el hombre. Por lo tanto, es indispensable cambiar al ritmo de los tiempos. La idea subyacente es la de modernidad y aprendizaje continuo.
Nada fracasa tanto como el éxito. El éxito del ayer se convierte rápidamente en el fracaso de hoy, si no se comprende su naturaleza efímera. Hay que aprender a destruirse uno mismo antes que lo haga un competidor o la realidad. El triunfador es copiado primero y superado después, mientras él sigue haciendo más de lo mismo por miedo a cambiar. El método de la destrucción creativa evita la ley de Murphy del cambio, construyendo escenarios alternativos y mejores del futuro deseado. La educación es el principal recurso para entender que uno mismo será el principal empleador de la economía, por eso se necesita desarrollar un cerebro emprendedor.
La misión del estado. La desigualdad no es igual en todas partes, depende de políticas fiscales, de la educación, de la ética reinante en una sociedad. Para Hobbes el hombre se ha convertido en el lobo del hombre, en constante competencia con los demás. Es el argumento usado para justificar un estado autoritario. La desigualdad no se modera sino que genera circuitos viciosos. La desigualdad de ingresos conspira contra las reformas educativas y la desigualdad en educación altera el acceso al empleo. La desigualdad genera ricos sean cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres.
Sin vigorosas, bien concebidas y concertadas acciones, que comprometan a todos, estas polarizaciones se agigantan. Finlandia bajó la desigualdad invirtiendo en educación gratuita y excelencia pedagógica. En los 80 todos querían ser ejecutivos hoy la mayoría desea ser maestro. Así logró crear una economía del conocimiento y es el país con menor corrupción, mejor competitividad, democracia y capacidad de sus estudiantes. Disminuyó las diferencias entre ricos y pobres brindando igualdad de oportunidades que genera el capital humano que necesita el crecimiento, demostrando cómo se puede combinar igualdad y eficacia. Enseñan que el cambio es inevitable, fomentan la disposición a alterar las rutinas, apoyan a los más golpeados y transforman crisis en oportunidades. El hombre no es por naturaleza el lobo del hombre, pero ciertos sistemas lo someten a la irracionalidad y lo inducen a actuar como si lo fuese.
Dios no juega a los dados. La capacitación y la gestión de uno mismo son las claves para enfrentar la incertidumbre. La teoría determinista se observa en la frase de Einstein “Dios no juega a los dados” y la probabilística en la de Prigogine : “ El universo es provocativo y creador, que implica a un individuo creativo, innovador e inventor de su propio futuro. El seguro educativo tiene como objetivo acompañar al hombre durante toda su vida. Para que pueda acceder a la sabiduría deberá aprender a combinar la experiencia con el conocimiento. Así sabrá que el capital que tiene entre las dos orejas y el Know How para manejarlo, nadie se los puede quitar.
*CEO de Ilvem, Contador Público y Licenciado en Administración de empresas (UBA). Contacto horaciokrell@ilvem.com