Empleos y RHH
Los capacitadores argentinos son valorados en el exterior y ahora, devaluación mediante, resultan accesibles en dólares.
LUCIO DI MATTEO.
La devaluación del peso impulsó la salida de capacitadores argentinos en busca de mercados extranjeros. "En la clase turista de los aviones la mitad de la gente va con la bolsa del shopping, y la otra mitad con una notebook; no hace falta aclarar quiénes son turistas y cuáles los argentinos que viajan por trabajo", cuenta Daniel Demitrio, director de Capacitación de Meta 4 para Sudamérica.
"El año pasado —agrega— el 70% de la capacitación que dictábamos se hacía en nuestro país y el restante 30% afuera, ahora la relación es exactamente inversa."
Meta4 provee software de Recursos Humanos que requiere capacitación para que socios, clientes y usuarios aprendan a manejarlo. Por eso el departamento de Capacitación que conduce Demitrio está formado por cinco profesionales de Sistemas, con experiencia docente.
"Entre enero y julio de este año se dictaron en el exterior más de 1.000 horas de capacitación con profesionales argentinos", dice el ejecutivo, que comenta que los capacitadores argentinos son valorados incluso desde antes de la devaluación.
Flavia Méndez, gerente de Marketing de Meta4, declara que "exportar capacitación nos sirvió para no echar gente valiosa". Y agrega que en Perú, por ejemplo, "piden capacitadores de Argentina y no de Chile".
"Empecé exportando capacitación en 1997, buscando más el aprendizaje vivencial de otras culturas que el resultado económico; pero este año los trabajos en el exterior pasaron de representar el 5 al 35% de mi facturación", cuenta Jorge Hambra, director de JOH Psicotecnia, que dictó cursos en Uruguay, Bolivia, Chile, Ecuador y Suiza, y actualmente trabaja en estos dos últimos países.
En Ecuador, Hambra capacita sobre marketing turístico dentro del programa Guía de Servicios de la Provincia del Guayas, que es organizado por la cámara provincial y cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Y en Suiza, lo contrató un banco internacional "para enseñar management de empresas familiares, aprovechando mi experiencia local en el Club de Negocios de Familia", comenta Hambra.
Un caso con más antigüedad es el de Ilvem, que desde hace 30 años exporta cursos a 24 países. "Empezamos enviando profesores al exterior, luego pasamos a los cursos a distancia, y en los últimos años exportamos el método mientras que el producto era fabricado localmente. Hace tres años la empresa Interglobal empezó a producir videos con nuestros contenidos en México y Canadá, y los promocionó en canales de cable de diversos países", cuenta Horacio Krell, socio fundador de Ilvem, y agrega que "entre 1999 y 2001 se vendieron 200 mil cursos".
Ventajas y contras del e-learning
El e-learning despertó tantas esperanzas como las empresas de Internet, y también puede caerse como ellas.
Entre sus defensores está Horacio Krell, quien afirma que "el e-learning nos permite tratar directamente con los consumidores y aumentar la rentabilidad, por tratarse de un canal de venta directo. Todos los meses captamos alumnos nuevos".
Jorge Hambra tiene otra opinión: "Es una herramienta más, que debe ser combinada con la modalidad presencial o semi-presencial. Nosotros brindamos cursos de entre cuatro a seis meses, y en todos los casos tenemos tres contactos de dos o tres días con los alumnos, a lo que luego sumamos el e-learning", explica el consultor.
Hambra agrega que "muchas compañías multinacionales invirtieron en universidades virtuales y encontraron que el e-learning es un fracaso, ni siquiera los cursos de Contabilidad pueden ser enteramente aprendidos sin instructores".
|