¿A LOS 50 ESTÁS MUERTO?
A propósito de una carta de un lector al diario Clarín que relata el sufrimiento de un profesional que no consigue empleo. Al día siguiente otro lector le ofrece trabajo. Estos son los comentarios del Doctor Horacio Krell.
Si nos quedamos con lo que dijo Norberto, pareciera que no existen soluciones, ante esta crisis provocada por una disfunción de la sociedad. Para salir de la inacción hay que conocer las causas por las cuales esta sociedad elige gobiernos que con sus políticas educativas, descuida la formación para el desempleo y para afrontar la caída del ingreso con la jubilación. Proponemos pensar en el trabajo con sentido amplio, en la coexistencia de diversos formatos laborales, donde el empleo es sólo uno de ellos y no precisamente el mejor.
¿Trabajo o empleo? Al graduado se le presenta el problema del día después: ¿ seré empleado, auto empleado, dueño? El sistema orienta hacia un ideal de empleo que no existe, sin capacitar para emprender, ahorrar, invertir y administrar el tiempo. Así, del lado del estudiante se va creando la mentalidad de empleado. Al no saber economizar e invertir el tiempo, se pierde el recurso primario para la búsqueda y análisis de oportunidades.
El problema a resolver es cómo conciliar el túnel del tiempo con la misión personal. La confusión entre persona y rol laboral es frecuente: soy jefe de compras, contador, etc. Se observa mejor cuando vemos como la persona fusiona su personalidad con lo que hace. Para complicar el problema, según la ley de Peter, se asciende hasta un nivel de incompetencia, lo que apresura la salida del mercado laboral. Así, el mejor vendedor pierde su mujer puesto cuando es nombrado jefe de ventas.
Aprender a emprender. La Argentina cayó del puesto 9 al 12, en el último ranking de emprendedores, y podría caer más sin una política de Estado que los promueva. Crecieron con la crisis, pero al reinsertarse, muchos volvieron a la relación de dependencia.
Lo que hay que lograr son emprendimientos planificados por detección de oportunidades, y no los que surgen por necesidad. En Argentina sólo el 25 % emprende por oportunidad.
El emprendedor por necesidad nació del quiebre del seguro de por vida que daba el empleo. Hoy es necesario construir una pirámide donde el trabajo se ubique por encima del empleo, no sirve ingresar al corto plazo sin pensar en el futuro. Pero como dijo Keynes: a largo plazo estaremos todos muertos.
La gente llega a los 50 sin estar preparada. En estado de emergencia permanente no eligió su trabajo con una orientación proactiva, sino forzado a reaccionar ante las urgencias. Entonces cuando llegó el mediano plazo, fue de nuevo corto plazo.
Para evitarlo hay que planificar, asumiendo la inversión estratégica en uno mismo, en todas las etapas de la vida. Se trata de convertirse en un viejo joven, manteniendo la curiosidad creativa que tenía cuando era niño: "el niño es el padre del hombre".
Norberto, tengo buenas noticias. Ante la oferta del segundo Norberto, habría que ver si son buenas para el primero, porque ante la tradicional aversión a la venta, ofrece un trabajo sobre resultados, y hay que ver como reaccionará. Lo que no se enseña en la escuela es a valorar la venta y a venderse a uno mismo, - el marketing personal-.
Para Pasteur el azar favorece a las mentes preparadas, para aprovecharlo hay que desarrollar el empowerment: el poder interior. YO S.A es el hombre moderno que en las buenas épocas supera la tentación al consumo, separa gasto de inversión, cambia el ingreso ganado con el sudor de la frente, por el generado con inteligencia.
La mejor inversión es saber detectar oportunidades, fabricar buenas ideas, aliarse estratégicamente, asociarse a una franquicia, seleccionada por convicción, para comprar y enamorarse de su futuro trabajo. En las nuevas formas de gestión, de las cuales la franquicia es sólo un ejemplo, enseñan los triunfadores, que son los mejores maestros.
Una medida de la riqueza de un individuo es el tiempo que puede vivir sin trabajar. ¿ Cómo le gustaría llegar a los 80? ¿Dónde estaba ayer, dónde está hoy, dónde quiere estar mañana, cómo hará para conseguirlo?. Estas son las preguntas estratégicas, pero las decisiones construyen el futuro. Somos libres para decidir, pero no para evitar sus consecuencias. Verdi consultado sobre su longevidad creativa expresó: "toda la vida busqué la perfección y todavía no la puede alcanzar".
Ser parte de la solución o ser parte del problema. Alguien busca algo en un poste de luz, le preguntan qué busca y responde que busca sus llaves. ¿Las perdió aquí?. No, en la otra cuadra. ¿Entonces por qué las busca aquí?. ¡Porque aquí hay luz!. Lo mismo ocurre con el empleo: ante una especie en extinción, buscamos la solución en el lugar equivocado.
Antes los gerentes eran responsables por sus subordinados, ahora se concentran en la misión y tercerizan todo lo demás. La oportunidad está en darse a cuenta a tiempo para ser el elegido, en aprender a vender y consolidar la calidad de su servicio: ya que si no funciona, se lo cambia, y se acabó. Es decir que cuidar el trabajo, que antes era la responsabilidad de la empresa o del Estado, ahora es una obligación del individuo.
El ciudadano se ha convertido en autogerente, nadie decide por él, necesita saber como funciona la nueva sociedad, para responder. Sin esa información está perdido. Deberá aprender a encontrar su nuevo camino. El qué no sabe por qué le pasa lo que le pasa, no puede hallar la llave de la solución.
¿Lavarse las manos o ser solidario? El sistema capitalista no funciona sin consumidores. El estado no se puede evadir, debe impulsar la creación de "Fábricas sociales", destrabar la burocracia, cambiar las leyes que perjudican la tercerización – ya que de tanto proteger se impide que mucha gente trabaje-, facilitar créditos y subsidios, preparar a la gente en el sistema educativo, para que sepa enfrentar el nuevo mundo del trabajo sin empleo.
Del lado de los actores sociales exponerse públicamente, cómo hizo Norberto en la carta a Clarín, es un medio eficaz para movilizar a la opinión pública y demostrar que está vivo a los 50. Las redes sociales deben gestarse también desde la iniciativa privada.
También deben actuar las grandes empresas, devolviendo a los consumidores parte del beneficio que reciben de ellos, cuando eligen sus productos o servicios. Para ello pueden aportar sus recursos productivos y ociosos para la generación de actividad. La buena noticia es que aunque las empresas no quieran empleados el trabajo tendrán que hacerlo igual.
Por Horacio Krell, Director de Ilvem horaciokrell@ilvem.com.ar.
|