La acción tiene el 50% de la biblioteca a favor: “ no hay peor intento que el que no se realiza” y 50% en contra “una acción se mide por sus resultados”. Ortega y Gasset señaló dos estados de ánimo asociados a la dificultad: parar, meditar, hacer un balance; o seguir adelante, aunque alterado. El que razona está ensimismado, pero si se excede, el análisis paralizará su acción. La rutina es peligrosa cuando evita alterarse o ensimismarse, si lleva a perder de vista el objetivo, a actuar sin saber por qué. La rana calentada a fuego lento muere porque no detecta los pequeños cambios. El hábito es como un piloto automático que bloquea la percepción del sistema inmunológico. Dibujar el mapa y la ruta témporo-espacial. El primer cuerno del dilema es cómo unir el punto de partida y de llegada sin un termómetro que mida la inteligencia procesal de la gestión, ni una brújula que señale la dirección correcta. Sin esos instrumentos ideales, hay que observar el recorrido, y confrontar lo hecho con el plan. La realidad es la única verdad. El segundo cuerno es el tiempo. El lapso entre la decisión y el resultado impide calificar la elección realizada, entonces muchas veces, decide el que tiene poder y no el que tiene razón. Sin un software del futuro, no sabremos si en algún momento, algo o alguien podrá malograr el proceso. Nunca se sabe. La inteligencia procesal tiene que ver con el éxito “just in time”. No sirve dominar una materia el día siguiente al examen, ni un logro sin la consecuencia deseada, o aprender la teoría y fracasar en la práctica. EEUU supuso que derrocando a Saddam Hussein y con elecciones libres cambiaría al medio oriente por contagio Hoy Irak está en guerra y ganaron las elecciones los terroristas palestinos. Un resultado no se implanta sólo con intenciones. Dirigir es ir del “es” al “debe ser”. Hay que contar con un plan estratégico basado en la misión, y destruirlo creativamente para adecuarlo a los cambios. El peor enemigo es creer que uno sabe todo, así nace la declinación de la creatividad y la innovación. El que conoce la montaña desde abajo, si está arriba y viene un terremoto sabrá por donde bajar. El paracaidista no. Otro error es cambiar los fines controlando los medios. Por ejemplo, la economía es un medio para producir riqueza, pero su fin debería ser que seamos más felices. No hay que apelar al crecimiento por el crecimiento o al desarrollo por el desarrollo sin preguntarnos para qué. Hiperactivos. Hacemos muchas cosas sin considerar el efecto. Necesitamos al otro, pero si se opone, la violencia nos tienta. Disponemos de la libertad, pero puede conducirnos al bien o al mal. Hay intereses contradictorios, no se puede satisfacer a todos al mismo tiempo. Lo que se ve es lo que se obtiene. La inteligencia procesal comienza con la visión de la meta y debe enfocarse en ella, como preparación para una victoria mayor. El mundo es un espejo, que devuelve reflejado el pensamiento. Para Richelieu la frontera que separa los problemas no es su tamaño, sino cuándo se los advierte. Anticipando el problema cuando se inicia, se puede solucionar cuando todavía es pequeño o bien aprovechar su evolución. El interés por el corto plazo vende porque a largo plazo, estaremos todos muertos, pero Keynes se refería al muy largo. El corto plazo es adversario del mediano, si para salir del paso bloqueamos el futuro. Cuando el mediano plazo llegue; será de nuevo corto plazo, y los problemas no anticipados serán en ese momento verdaderos gigantes. Inteligencia procesal aplicada. La estrategia combina el plan y la acción. Así es como la inteligencia procesal logra su propósito. El Planificador no busca resultados ni sabe cómo prevenir los desvíos. El Estratega consigue que la Acción garantice que la Reflexión se cumpla, y que la reflexión incorpore la lógica de la Acción. La inteligencia procesal además de la visión, resuelve los problemas con sistemas expertos, con objetivos claros, selecciona las mejores respuestas archivadas en la memoria, y cuando actúa sobre el entorno aprende. La inteligencia procesal es un mecanismo de estímulo-respuesta que selecciona las conductas adecuadas a la meta. Es una propuesta que aproxima el sistema a su objetivo. Por Horacio Krell, Director de Ilvem horaciokrell@ilvem.com.ar. |