MAPAS MENTALES
Los mapas mentales no tienen que ver con territorio que representan, precisamos buenos mapas mentales y gráficos para llegar al destino. En el territorio cerebral hay dos hemisferios: el de las imágenes ( sensorial, sintetizador, afectivo, analógico) y el de las palabras ( lógico, analítico, secuencial, inferencial). El resultado de leer o escuchar sin sintonizarlos es distraerse y perder el tiempo.
Los mapas mentales que siguen el formato de la lengua se adecuan a lo lineal, secuencial, articulado. Para comprender totalmente una palabra o un relato hay que esperar hasta el final. La mente, por el contrario, parte de algún punto y salta a cualquier lado. Los mapas mentales al espejar su movimiento, permiten acceder y modificar a la central eléctrica del pensamiento que es el cerebro. Para leer o escuchar nos adaptamos a un orden lineal, pero la mente no se ajusta a ese formato: prefiere traducirlo a mapas mentales.
Grafosíntesis. Durante la clase o la lectura el alumno está como enjaulado. No debe moverse, ni hablar ni interrumpir, (sólo preguntar cada tanto). Lo único que le está permitido es tomar apuntes. Al hacerlo se mantiene despierto y puede seguir el pensamiento del expositor. Pero tomando notas textuales se gasta mucha energía y se pierde concentración. La solución no es abandonarlas sino perfeccionarlas con anotaciones telegráficas, incompletas, rápidas; que permitan atender el mayor tiempo posible.
El ojo en la lectura y el oído en la escucha deben trabajar en equipo con la mano, la que escribiendo o dibujando los mapas mentales, actúa como agente auxiliar del cerebro. El tema central se coloca en el centro de la hoja, convertida en un mapa conceptual. Esa imagen magnética atraerá los asuntos nuevos mediante ramas y flechas, que son como los links de un sitio web.
Habrá que dejar espacio para lo vendrá, escribir con lápiz para borrar o reordenar jerárquicamente los conceptos y expandir la construcción del mapa en el tiempo.
Mapas mentales o conceptuales. Son estrategias de aprendizaje. Un mapa es un documento personal del cambio en la memoria, luego de aprender. El mapa mental interno es el diseño gráfico de las creencias o de su combinación. El mapa conceptual surge del texto. Juntos conjugan lo nuevo, y el cerebro los reorganiza como pensamiento propio, no por orden de llegada sino como unidad de idea, resaltándolos en palabras o dibujos clave.
En el mapa conceptual predomina el hemisferio izquierdo, en el mental el derecho.
Una imagen vale por mil palabras. Lo que llega al cerebro (sensación, recuerdo o pensamiento) irradia múltiples enlaces en redes. La mente es una bio-computadora, que refleja redes neuronales. Coordinando los mapas mentales con los conceptuales, el pensamiento irradiante muestra natural y automáticamente cómo funciona el cerebro. Esa libertad evita la asociación lineal, y facilita la aplicación a la práctica.
Ideas Ordenadoras. ¿Qué conocimientos requiere?, ¿Cómo encabezar capítulos? ¿Cuáles son mis objetivos? ¿Por qué?, ¿Qué?, ¿Dónde?, ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuál?, ¿Cuándo?, ¿Cuál es la categoría más amplia? . Los mapas comunican lo perceptivo con lo cognitivo. Los objetos se ven directamente, pero simbolizar demanda reemplazar lo ausente por lo presente, imaginar relaciones entre dos estructuras: la conceptual y la gráfica, poder traducir lo abstracto a concreto. Para algunos es sencillo, pero otros deben entrenar esta facultad natural, realizando transcripciones de textos a diagramas unidos con flechas, e imaginando situaciones dónde aplicar los conceptos aprendidos. En síntesis un buen mapa es cómo una película donde uno mismo le da forma visual al guión. Y según Einstein el arte es la manera de llegar a las verdades más profundas recorriendo el camino más sencillo.
* El Dr Horacio Krell, es el director de ILVEM. Consultas en horaciokrell@ilvem.com.ar.
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