LAS LEYES DEL PENSAMIENTO
¿Existen las leyes del pensamiento? Sí y al conocer las leyes del pensamiento mejora el rendimiento de la mente en todos los aspectos de la vida.
Si usted no sabe como trabaja su cerebro, lo deja funcionar a voluntad. Entonces sabe que sale con usted a la mañana y que lo trae de regreso a la noche, pero no cómo motivarlo para que juegue a su favor. Usted tiene la mejor computadora pero no sabe manejarla.
Al aprender las leyes del pensamiento su mente dejará de saltar velozmente de un tema al otro sin razón, funcionarán mejor las relaciones de encadenamiento que ligan a las asociaciones conscientes o inconscientes, igual que las leyes físicas de gravitación, magnetismo, y cohesión mantienen unidos a los objetos materiales. Si maneja las leyes del pensamiento su rendimiento crecerá.
Las leyes del pensamiento
Ley de semejanza. Las cosas o sucesos parecidos se enlazan entre sí y con el concepto que los agrupa. Por ejemplo las manzanas, naranjas, peras, generan el concepto de fruta.
Ley del todo y las partes. Se puede observar algo y dividirlo en sus componentes, así de un caballo, podemos observar su cabeza, patas, cola. etc.
Ley de las cualidades. Consiste en comparar las semejanzas y diferencias, es decir sus cualidades: la sal es salada y el azúcar es dulce.
Ley de contigüidad. Relaciona lo que vemos siempre junto en nuestra experiencia cotidiana, como el auto y la gasolina.
Ley de temporalidad. Asocia conexiones en el tiempo: el sol y el día, la noche y la luna.
Ley del contraste. Reúne las diferencias, como a la hormiga con el elefante.
Ley de causalidad. Conecta cosas y hechos con la causa que los provoca, como la lluvia con la calle mojada.
Las leyes del pensamiento: influencia del sujeto pensante
La mente es el lugar dónde se piensa. Es un espacio extenso, donde usted puede intervenir para que las cosas ocurran, pero también como el "otro Yo" espectador de los sucesos. El campo mental está minado de conceptos y signos representativos, los que relacionados con la experiencia y con las leyes del pensamiento generan las buenas ideas. Resaltemos que la imaginación importa tanto como el conocimiento. Ante situaciones iguales los resultados varían según la destreza del pensador. La mente, de naturaleza vagabunda, salta de un tema a otro, así como el jugador de ajedrez ilusionado, descuida su defensa y recibe jaque mate a su rey. El pensador cuidadoso, evita los errores analizando más y mejores opciones.
Las leyes del pensamiento: la ley de oro de la concentración
Para medir la concentración tres aspectos son relevantes: lo que queremos hacer, el período de tiempo y lo que realmente hacemos. No es una buena práctica irse del tema para después volver, sino mantenerlo in mente, sin perderlo de vista.
Claridad en la elección, imaginarse a uno mismo haciendo lo que eligió y determinar un período de tiempo, son condiciones necesarias. La condición suficiente es aplicar las leyes del pensamiento para orientar a la acción y evitar la tendencia a vagar en modo errante.
El objeto de estudio debe permanecer como fondo y las ideas asociadas como figuras que pasan, como en un paseo, donde el campo siempre es el fondo aunque desfilen ante la mirada animales, cultivos, campesinos y casas. Esta manera de contratar con la mente su movimiento sincrónico con la acción, produce los buenos hábitos que coinciden con las leyes del pensamiento sistémico, correcto y secuencial. Y en situaciones similares la capacidad de concentración hará la diferencia.
* El Dr Horacio Krell, es el director de ILVEM. Consultas en horaciokrell@ilvem.com.ar.
|