EL PARADIGMA
El paradigma se acepta sin demostración, es un hábito de hacer algo sin preguntar por qué.
El paradigma del 10%."El ser humano utiliza solamente el 10% de sus recursos ". Lo extraño es que desde ILVEM advirtió el paradigma - hace ya 40 años - nada cambió. ¿Por qué se elude actuar sobre este tema preocupante? ¿Por qué nadie hace algo para remediarlo?. ILVEM se creó con la misión de contestar esa pregunta. Investiguemos ahora la historia de cómo nace el paradigma.
"Un científico puso a 5 monos en una jaula, y en el centro una escalera y, sobre ella, un cesto con bananas. Cuando un mono subía, el científico le lanzaba agua fría a los demás. Después de algún tiempo, cuando un mono subía, los otros lo atacaban por temor al agua fría. Pasado algún tiempo, ningún mono se animaba a subir. Entonces, el científico trajo un mono nuevo que hizo subir la escalera, siendo golpeado por los otros, el nuevo integrante no subió más. Un segundo mono fue sustituido y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza. Un tercero fue cambiado y se repitió el hecho. Cuando sustituyó a los últimos quedó un grupo de cinco monos que nunca recibieron un baño de agua fría, y sin embargo continuaban golpeando al que intentaba llegar a las bananas. Si fuese posible preguntarles por qué le pegaban, la respuesta sería: No sé, las cosas siempre se han hecho así aquí".
¿Suena parecido el paradigma de aceptar con resignación usar el 10% de nuestra capacidad?.
Se trata del enorme poder de la costumbre. Cuando somos niños formamos el paradigma y nuestros hábitos y luego ellos nos forman: ¿ existe algún tipo de determinismo que impida cambiar?
Cómo implica la frase "el pez es el último en darse cuenta de que el agua existe", porque es su medio natural y "el uso del teclado QWERT" en las computadoras que se mantiene pese a que es obsoleto; parece que al cabo de un tiempo se pierde el sentido de lo importante y se transfieren a niveles subconscientes o inconscientes, formas de obrar que no pasan por la conciencia.
Entonces, ¿Las costumbres traban al progreso? ¿Viendo cómo las personas que nos rodean utilizan una proporción muy reducida de sus facultades no nos preocupamos por mejorar?. Por lo tanto, ¿no apuntamos a la excelencia? ¿Será por eso que volamos tan bajo?. ¿ Es ese el paradigma?
El paradigma de Khun. Este investigador vio que el paradigma es algo más que una teoría, es una manera de ver el mundo, algo así como "cada loco con su tema". Cada ciencia se ajusta al paradigma y cuando se instala nadie puede sacar los pies del plato. Una vez que un concepto se hace norma el paradigma se convierte en invisible e incuestionable: como el cristal con que se mira, y dura hasta que se rompe. Por eso se habla de ciencia normal o revolucionaria.
Las maneras de salir del encierro son 1) cuestionar el por qué se adoptó el paradigma que hoy se usa y 2) dejar de atacar al mensajero de las malas noticias, no barrer la basura debajo de la alfombra y alentar al que tiene la valentía de afirmar como en el cuento: "el rey está desnudo".
Freud dijo que "la herejía de una época es la ortodoxia de la otra" y el premio Nobel de economía Kahneman confrontó los enfoques que suponen que la mano invisible del mercado, desde el interés personal logra el bienestar general. Este supuesto no considera la búsqueda del trato justo ni el peso de la costumbre que altera la libre elección, como ocurre al optar por el paradigma.
Y el mercado refuerza esas tendencias. Bajo el paradigma de la libertad se desconoce que los que eligen no son libres, ni los más capacitados, sino los poderosos. Y según el paradigma neoclásico el estado mira hacia el costado. Para crear una sociedad de hombres libres el estado y no el mercado debe ser el guardián de los más débiles asegurando el acceso a educación, salud y subsistencia.
El paradigma del 100%. Para que el hombre sea libre no basta con la educación informativa sino de reflotar el sentido etimológico de educación que proviene de educcare y que significa sacar de adentro. No se trata entonces de correr la carrera de la información sino de enseñar a aprender las 4 A, a las que proponemos como el paradigma del 100%. Aprender a ser el individuo único que cada uno es, Aprender a aprender con la metodología intelectual de la eficacia, Aprender a hacer espiritualizando la acción a través del desarrollo de la creatividad, Aprender a convivir formando parte de equipos altamente competitivos basados en el respeto mutuo y en la complementariedad.
Pasa esta nota a tus amigos, para que sepan por qué nos estamos golpeando y por qué nos movemos en forma tan precaria. Pero que sepan que si aplicamos la sinergia – que es el arte de hacer más con menos - lograremos Poder, que es querer más eficacia. Así fue como David venció a Goliat, y mostró que el mejor contrapeso ante el paradigma de la fuerza bruta es la ecología del pensamiento.
* El Dr Horacio Krell, es el director de ILVEM. Consultas en horaciokrell@ilvem.com.ar.
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