LOS FINES Y LOS MEDIOS
Los fines y los medios se relacionan con las reglas y su aplicación. En ambos casos surgen contradicciones. Por eso el fin no justifica los medios, ni las reglas su correcta aplicación.
Hasta la ley más inocente hay que interpretarla . Si un cartel en un parque dice " Prohibida la entrada con vehículos", qué ocurre con la bicicleta. ¿Cómo decidir? Se debería comenzar por analizar los fines y los medios buscados con la norma: ¿ tenía como objetivo preservar la seguridad, cuidar el espacio verde, o asegurar el esparcimiento? Para resolver habrá que argumentar según los rituales del tribunal pero agregando otros factores, como los fines para los cuales el parque se creó.
Toda regla presenta el problema de cómo se aplica o reglamenta, y entre los fines y los medios el inconveniente es cómo seleccionar los medios. Pero si el que manda considera que las reglas, los casos, los fines y los medios son inflexibles, no hay opción: o deduce la acción o calcula los medios.
La realidad se resiste a las recetas, pero sin división de poderes, un poder absoluto ordena lo que hay que hacer, y como decía Lord Acton un poder absoluto corrompe absolutamente.
En lógica se discute si la excepción hace la regla, o la destruye. Para Popper la ley es sólo una hipótesis hasta que algo o alguien la descalifica. Pero si el fin o la regla fueran puntos terminales rígidos no habría argumento que valga. Por suerte siempre aparecen piedras en el camino, como accidentes que surgen al aplicar estrictamente las normas o cambios de parecer. Defenderlos a rajatabla, es lo que Khun llamó paradigma, hace barrer la basura debajo de la alfombra u ocultar la evidencia.
Sin embargo la coherencia cuestiona la rigidez ya que se pueden mejorar las reglas, los fines y los medios como si fueran textos abiertos o sustituyéndolos por otros mejores.
El uso elemental de reglas y casos o de los medios y los fines debe actuar sólo como guía, someterse obliga a que si sucede A, B es obligatorio y esa obediencia ciega suprime toda libertad."La obediencia debida" ataca "La obediencia de vida".
Las reglas señalan acciones a aplicarse en ciertas situaciones. Para Von Clausewitz la guerra es el acto de fuerza para obligar al enemigo a acatar la voluntad y también la continuación de la política por otros medios. Así ante la destrucción de las torres gemelas, la acción elegida fue la guerra. El poder no advirtió que si el enemigo es invisible no existe el blanco preciso.
Si bien el aprendizaje es el producto de la acción y el error es la fuente del conocimiento no se deben ignorar las lecciones de la historia. Max Weber afirmó que violencia más violencia engendra mayor astucia y fuerza, algo así como "lo que no te mata te fortalece", como ocurrió en Irak. El poder absoluto puede aplicar reglas y fines equivocadas como puntos de llegada sin advertir que son puntos de partida para la venganza. Podemos elegir los fines y los medios pero no podemos evitar sus consecuencias. Saber adaptarse al caso es la esencia del líder y del juez; ambos necesitan aprender a crear y argumentar.
La regla o el fin no constituyen un silogismo perfecto entre la norma, la acción y la sentencia porque pueden ser la máscara de las decisiones, racionalizaciones e inventos de los jueces o de los poderosos.
Darle vida al razonamiento requiere sumar los datos reales donde no hay determinismo sino posibilidades y tiempos. La oportunidad está en saber descubrir la realidad oculta en las apariencias ¡inventándola!.
El hombre es él y sus circunstancias, decía Ortega y Gassett y si no entendemos sus circunstancias no comprenderemos que vive en procesos y no en secuencias, las situaciones interactúan con su deseo.
Se puede usar la regla como automatismo, interpretando o modificando según el caso, o cambiando ante el fracaso. Los fines implican calcular los medios, hacer camino al andar o variar de rumbo.
Todos los caminos conducen a la creación de la argumentación y por lo tanto a la incertidumbre. No existe el resultado preciso y seguro porque nadie fracasa tanto como el que se siente dueño del éxito. Por eso la ley tiene su trampa y el fin la competencia de los fines alternativos o de los competidores que desean superarnos.
Las fallas en las reglas y los casos y en los fines y los medios se pueden deber a múltiples factores, ya que son creadoras de mundos posibles. Un aparato legal o formal que legisla por error las reglas o el ejecutivo que define mal los fines, pueden fallar además en la interpretación del caso o en la elección de los medios que selecciona para alcanzarlos.
No se puede dejar de decidir, de elegir y controlar, aunque sin una buena brújula el resultado puede ser el terror. El hombre ha desatado reglas, casos, fines y medios que colocaron al mundo en situación de peligro total.
* El Dr Horacio Krell, es el director de ILVEM. Consultas en horaciokrell@ilvem.com.ar.
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