Hasta hace muy poco tiempo no se concebía que una persona no hubiera realizado un curso de dactilografía si pretendía obtener su primer empleo y además debía complementar sus conocimientos con la redacción, ortografía y aumentar la velocidad de escritura. Sin embargo los cursos de dactilografía eran un estudio que no otorgaba status, era útil para conseguir un empleo pero que no proporcionaba prestigio. Hoy el mundo globalizado demanda velocidad digital y los vientos del progreso exigen actualizar la metodología para jerarquizar el contacto del usuario con la PC. Si nos acercamos como observadores a una persona que trabaja veremos la escasa productividad de su desempeño, si lo medimos en términos de palabras escritas por minuto. La aceleración producida por el software mediante procesadores de texto, controles automáticos de ortografía, diccionarios de sinónimos, programas de diseño gráfico, etc. no son correspondidos por las habilidades técnicas del escribiente. Los cursos de dactilografía brillan por su ausencia. Lo que ocurre es que en la enseñanza de informática se comete el error de no jerarquizar el aprendizaje primario de los buenos hábitos como escribir al tacto, utilizar todos los dedos, incrementar la velocidad y la precisión etc. No nos olvidemos que hoy la PC no es un instrumento para conseguir empleo sino que es un medio de independencia personal. Por ejemplo un abogado con una formación mínima en computación puede procesar sus textos - parte de los cuales puede tener en archivo y evitar el costo y el tiempo de una secretaria. Es por eso que ILVEM a la vanguardia en la implementación de técnicas que potencian las capacidades naturales del hombre desarrolló un servicio educativo acorde con los tiempos que corren : el curso de dactilografía veloz. Se trata de un programa de computación autodidáctico o personalizado con asistencia docente que permite alcanzar los niveles de velocidad y eficiencia que requiere el contacto productivo con la PC. Mediante ejercidos sencillos y de dificultad progresiva, con medición simultánea de tiempos y errores, el alumno va logrando en forma paulatina y motivadora una mejoría constante en la adquisición de los mejores hábitos de trabajo. Los hábitos no son ni buenos ni malos en sí mismos ya que dependen de una decisión previa de la persona que los adopta. Con la estrategia de adquirir el hábito de una relación productiva con la PC, lo incorporamos de una manera estable y es posible que este sencillo curso de dactilografía se convierta en una de las mejores decisiones. Invirtiendo unas pocas semanas de su vida se pueden disfrutar sus beneficios para siempre. Rompa con un círculo vicioso e ingrese de la mano de ILVEM al círculo virtuoso de los que se acostumbran a ganar. * Dr. Horacio Krell, Director de ILVEM. Consultas a horaciokrell@ilvem.com. |