EFECTO PALANCA
Arquímedes dijo: Dadme una palanca suficientemente larga y un punto de apoyo y moveré el mundo. Usted puede generar efecto palanca aplicando la misma fórmula.
Una palanca es una barra rígida que aplicada en un punto de apoyo, puede transmitir y multiplicar la fuerza. El entusiasmo de Arquímedes se justifica: no importa el peso del objeto o del proyecto, basta con alargar el brazo de la palanca. De igual modo en lo mental el efecto palanca amplifica el capital intelectual que se potencia con la sinergia entre el sistema nervioso humano y el digital. La computadora es la palanca natural de la mente.
Cómo generar el efecto palanca. La ley de Pareto dice que el 20 % los factores incide en el 80% de los resultados, por eso cuando todo es importante, nada lo es. El efecto palanca juega a favor si se eligen bien las prioridades y se asignan correctamente los recursos.
Lo trascendente de esta regla es la facilidad con que se la extrapola a cualquier área: ayuda a medir el antes y después de políticas y decisiones, evita apoyarse en falsas creencias o en causas negativas para concentrarse sólo en lo que genera valor. La eficacia del efecto palanca se logra mejorando la capacidad o el capital y acertando al decidir. El sólo eficiente es el burócrata, hace bien algo carente valor, vence a lo Pirro, no genera el efecto palanca.
Una combinación ganadora. Ante la escasez de recursos y los múltiples problemas hay que aprender a pensar. La ley de Pareto y el efecto palanca no fallan aunque la ley de Murphy diga que todo lo que puede salir mal va a salir mal, porque las obras no se terminan a tiempo, porque nadie brilla siempre y porque las acciones no alcanzan su s objetivos.
El efecto palanca en los sistemas humanos demanda honestidad, cooperación y motivación. Las alianzas estratégicas aplican el efecto palanca al asociarse con los mejores sin hacer el esfuerzo que ellos hicieron para conseguirlo. A la ley de Murphy se la combate previendo los detalles, a los obstáculos se los vence o evita anticipando dónde podrían aparecer, el error es finalmente una fuente de aprendizaje y el fracaso proviene del éxito, de hacer lo mismo pese al cambio de la realidad. No hay construcción sin destrucción creativa.
Construir el futuro. El efecto palanca comienza seleccionando el punto de apoyo. El futuro depende de lo que se hace y no de la voluntad divina, por eso Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, para que invente el futuro con una creatividad y estrategia que enfrente la tesis determinista. Los objetivos crean las opciones, de las cuales lo real es sólo una. Disney quien creó su sistema: si lo puedes soñar lo puedes hacer. Y mal no le fue.
Hablemos de la mentalidad del bombero: corre todo el día y no consigue nada, los mejores jugadores saben parar la pelota. Joseph Juran aplicó el efecto palanca a la calidad, logrando una técnica que separa los pocos vitales de los muchos triviales en un gráfico que muestra la foto del antes y después. Es una herramienta sencilla pero poderosa que enseña a pensar de una manera clara, lógica y creativa: “Detecta (x categorías) son las claves del ( efecto palanca) o ( pocos vitales) pero corresponden al 80 % del total (efecto palanca).
Al gestionarlas se logra la mayor ganancia del esfuerzo. Muchos fracasan por no concentrarse en la eficacia. No se debe elegir por capricho, bondad o popularidad. El equilibrio entre Producción (eficacia) y Capacidad de Producir (eficiencia) se refleja en la historia de La Gallina de los Huevos de Oro, el dueño la mata creyendo hacerse rico.
La efectividad equilibra la producción de los huevos de oro con la capacidad de producir. El muy eficiente administra bien los recursos pero si es poco eficaz no alcanza el resultado. El poco eficiente y muy eficaz llega a la meta con gran sacrificio. El poco eficiente y poco eficaz provoca el desastre. El muy eficiente y muy eficaz es el mejor.
La falta de eficacia no se suple con mucha eficiencia. El efecto palanca consiste en obtener el máximo resultado con el menor esfuerzo posible.
* Dr. Horacio Krell, Director de ILVEM. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
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