MONEDAS ALTERNATIVAS
Ante la falta de oportunidades de trabajo y la posibilidad de crear comunidades de autoayuda las monedas alternativas o complementarias cumplen un rol esencial.
¿Dónde hay un mango? Esta obra de Canaro de 1930 muestra que la crisis existió siempre. En 1916 Gesell propuso un impuesto al dinero para hacerlo circular, como en la ciudad de Worgl, que funcionó hasta que el Banco de Austria lo prohibió. Sin moneda no se podía comerciar y las monedas alternativas crearon riqueza. Para la teoría de las monedas alternativas el dinero se convirtió en fin y el capital financiero haciendo dinero del dinero ataca a la producción.
Maniobras como las de Enrón, Xerox o WorldCom, ofenden al motor del capitalismo que es el riesgo del emprendedor. Y la recesión paraliza a personas y empresas.
Monedas alternativas. El trueque directo es muy lento ya que implica una simultánea coincidencia de necesidades. El indirecto funciona en base a una moneda privada llamada crédito en los clubes de trueque. Esas monedas alternativas, una de ellas denominada “social”, cumple la misma función que la que circula en la economía de mercado: facilitar el intercambio. Al miembro del club se lo llama “prosumidor”, mezcla de productor y consumidor, parecido al sujeto de la economía formal que paga con dinero y debe trabajar para conseguirlo. Sostienen que luchan contra el poder abstracto y sofocador del dinero y enfrentan a la homogeneidad del consumo capitalista -que esconde sus trapos sucios y su basura debajo de la alfombra-, que el trueque da prioridad a la necesidad sobre las marcas y que rescata el valor del esfuerzo, de la iniciativa y de la cooperación.
Sus críticos afirman que los clubes son más bien de intercambio que de producción y que subsisten mientras tengan objetos usados para cambiar.
Sin embargo con las monedas alternativas el trueque puede activar la producción mediante “fábricas sociales”. Para ello es necesario estimular la reconversión de materiales reciclables en desuso, como materia prima que permita al desocupado, por ejemplo, construir viviendas. Hay que evitar que los clubes repitan la muletilla que contribuyó al desastre argentino: “combatir al capital”.
Un nuevo contrato social. El capitalismo hace obsoletos a objetos y personas y las cosas usadas pierden su valor. Los clubes son una solución para familias desmonetizadas porque sin empleo no hay dinero, y sin trabajo, se rompe el lazo social. El club ocupa el lugar de la fábrica y genera relaciones nuevas como las comunas que aceptan trabajo en pago de impuestos. La inteligencia social requiere independencia: hay que ser para poder. La regla del nuevo contrato social debería ser: “ganemos todos o no hay trato”, para obtener en equipo lo que es imposible conseguir en soledad. La adversidad obliga a desarrollar la inteligencia. En el 2010 el principal empleador de la economía será uno mismo y sin empleo de por vida la clave será YO SA.
Sin productividad no habrá cambio. Un mundo inclinado a favor de los poderosos demanda contrainteligencia. Cada día que pasa no se recupera , por lo tanto hay que inventariar las tareas por su rendimiento para practicar luego la dieta del tiempo
Mentalidad de trueque. El hombre tiene activos intelectuales (sus conocimientos), materiales (sus bienes y derechos) y sociales (el valor de las relaciones). Su mayor capital, el que nadie le puede quitar, es el que lleva entre las dos orejas. Más allá de las disputas teóricas este es nuestro consejo: “aprenda a permutar” usando monedas alternativas. Sepa convertir lo que Ud. es, lo que Ud. sabe y lo que Ud. tiene por lo que desea. Esto requiere contabilizar su patrimonio, saber lo que quiere, planear cómo alcanzarlo y generar la energía para que circule por su red de contactos.
El proceso comienza con el autoconocimiento que proporciona la fuerza espiritual y prosigue con las ideas en el hemisferio creativo del cerebro. Las iniciativas se convierten en proyectos, que se ejecutan en un proceso continuo que recicla espíritu en materia con el único límite del querer.
El efecto palanca se logra asociando el sistema nervioso humano con el digital . Otras tecnologías son el “marketing personal” y las “alianzas estratégicas”. Entre las nuevas destrezas, existe también el “trueque empresario” que consiste en comprar con lo que uno es creando así el dinero en una usina propia. Es también cada vez más necesario aprender a exportar para convertirse en ciudadano del mundo ahora que la “Red Global del Trueque” ha debutado en París. El asistencialismo ya no puede repartir el pescado pero el trueque enseña a pescar y fortalece la autoestima. Época de cambios, de amenazas y de oportunidades. Época para darnos la mano y para convertirnos en los arquitectos de nuestro propio destino. Permute esta nota por un consejo: “ingrese al sistema de las monedas alternativas”.
* Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
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