CEREBRO QUEMADO O BURNOUT
Cerebro quemado o burnout se refieren a procesos degenerativos producidos por no saber enfrentar situaciones estresantes o conflictivas.
Muchos profesionales y estudiantes universitarios avanzados acusan una alta disminución de rendimiento, pese a que la cercanía de la meta debería producirles un efecto motivador.
Padecen de una forma cerebro quemado o burnout - la fase crítica del estrés- producido por tareas que implican una atención intensa o prolongada y que generan agotamiento físico y/o mental, una actitud fría y despersonalizada, sentimientos de falta de realización y disminución de la autoestima.
Enfrentan un mundo acelerado donde el crecimiento de la información y las tareas superan su capacidad para procesarlas. Como no se les enseñó a usar su mente, adolecen de métodos de estudio, de trabajo y de pensamiento estratégico; por lo que recurren a la fuerza bruta que los aliena, en lugar de aprovechar la capacidad creativa del cerebro.
Así refuerzan el camino al estrés. Pese a que la resiliencia es la capacidad de superar la adversidad, como dijo Nietzche -"lo que no te mata te fortalece"-, sin embargo, el esfuerzo exagerado es contraproducente.
Al enfrentar el crecimiento exponencial de la información y del trabajo sin una metodología adecuada, mantienen un alerta constante que debilita sus recursos. Se entrenan en resistir sin escuchar los mensajes de sus cuerpos que piden una tregua. Se exigen más, sin darse cuenta del costo que pagan sosteniendo durante años un ritmo agotador. Se encaminan lentamente al cerebro quemado o burnout.
Una alternativa diferente. Ante la crisis por bajo rendimiento, es frecuente recurrir a médicos o psicólogos, pero ni la medicina ni la psicología aportan lo que la educación de la mente brinda: una metodología precisa para sincronizar el estudio y el trabajo.
En las encuestas sobre cómo funciona su cerebro y métodos optimizan su rendimiento, el 90% responde que no sabe o no contesta. Al desconocer como funciona lo dejan operar en piloto automático, saben que a la mañana se lo llevan puesto y que lo traen a la noche, pero no cómo manejarlo. Pese a que poseen la mejor computadora no la saben usar.
Deben informarse que existen cursos que evitan el cerebro quemado o burn out, que triplican la velocidad y comprensión en la lectura, métodos de estudio y memoria que aceleran el procesamiento de la información, técnicas de concentración y relax que evitan las distracciones, sistemas para recuperar la información y expresarla con fluidez en forma oral o escrita y modelos para enseñar a pensar creativa y estratégicamente. Los métodos son la mayor riqueza del hombre y después de todo, la ciencia no es más que el perfeccionamiento del sentido común.
Medir el rendimiento. La toma de conciencia es la oportunidad para el cambio. Lo más destructivo del cerebro quemado o burnout, es no saber enfrentarlo. El estudiante rinde tan solo el 10% de lo que podría lograr. ¿Por qué no lo advierte? Porque mira hacia el costado y se conforma. Pero estar como todo el mundo no es bueno si todo el mundo anda mal. El antídoto es el benchmarking metodológico que consiste en compararse con los mejores.
Medicalizar o psicologizar el problema del cerebro quemado o burnout es hacer más de lo mismo. Lo que aporta la educación de la mente es una metodología intelectual para incrementar la productividad. Vivimos en la sociedad de la información sin formación. Los hábitos que llevan al estrés los creamos nosotros, pero luego ellos nos crean. Proponemos desarrollar el potencial: aprender a ser, aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a convivir.
Cuando de hábitos se trata lo mejor es transformar el defecto en virtud. Para romper con los círculos viciosos los tests evaluativos miden el rendimiento y el potencial de desarrollo. Saber por qué nos pasa lo que nos pasa, acercarnos a la causa del cerebro quemado o burnout, tiene un enorme poder sanador. Así es como el cerebro quemado puede convertirse en un cerebro creador.
No dejemos que lo que somos ahora nos impida lograr lo que podemos llegar a ser.
* Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas en horaciokrell@ilvem.com.
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