LA CURIOSIDAD EN LA UNIVERSIDAD
El estudiante llega a la universidad con el deseo de aprender. Leonardo Da Vinci potenció su capacidad con su gran curiosidad. El rival de la curiosidad es ser demasiado cuidadoso: ¿estudiar lo que atrae o sólo lo necesario para aprobar el examen?¿ Pueden asociarse?
Test de curiosidad. La curiosidad puede evaluarse: 1) ¿Registra sus observaciones? 2) ¿Reflexiona sobre lo que ve? 3) ¿Busca lo nuevo? 4) ¿Encuentra diferencias? 5) ¿Lee mucho? 6) ¿Aprende de los demás? 7) ¿Identifica y resuelve problemas? 8) ¿Tiene apertura mental? 9) ¿Posee intereses y conocimientos variados? 10) ¿Investiga y ama aprender?
La curiosidad es la actitud de sentir interés por todo y se puede practicar mientras se estudia. Los niños son sus maestros: exploran y preguntan, ven el mundo con ojos nuevos. No debe decaer en la universidad, porque es el combustible de los científicos y artistas. El estudiante universitario que más avanza es el que cuestiona la rutina: ¿Por qué se hace así? ¿Podría hacerlo de otro modo?
Desarrollar la curiosidad. La curiosidad tiene su método, es la duda y el experimento. Llevar un registro de notas. Subrayar lo interesante. Formular preguntas sin contestarlas. Repasarlas y pensar en ellas cada tanto. De esta manera el inconsciente procesa el contenido y lo devuelve de pronto bajo el formato de ideas originales.
La curiosidad es un motor. Conviene imitar el intenso deseo de los niños por captar las esencias y de encontrarle sabor a todo. La curiosidad es un antídoto contra la rutina, la persona con mente joven nunca envejece.
Para Einstein es un milagro que la curiosidad sobreviva a esa educación que no acopla la duda y el replanteo. Hay pocas teorías tan sólidas como la de la relatividad que sostiene que la velocidad de la luz no cambia. Sin embargo, los curiosos se animan y la cuestionan: “el universo se hizo más frío y se alteraron las leyes físicas que lo controlan”. Para crear una idea se necesita curiosidad y tener la libertad para pensar por uno mismo.
Los servidores de la curiosidad. 6 honrados servidores me enseñaron cuanto sé, sus nombres son, Cómo, Cuándo, Dónde, Qué, Quién y Por qué, dijo Rudyard Kipling.
Por un lado está el conocimiento y por otro su aplicación: la imaginación es más importante que el conocimiento.
Primero está la información. "Por Qué" se refiere a las primeras decisiones. "Cómo" a los medios para llegar a las metas y alcanzarlas. "Cuándo", a la planificación. "Dónde", a así estamos, nos dirigimos a, a dónde queremos ir. “Qué”, a fijar objetivos."Quién", al equipo. Cuando los 6 servidores armonizan crean sinergia y el todo resultante supera a la sumatoria de las partes. Los conduce el sentido común - el recurso más antiguo- que como todo lo valioso, es atemporal.
Cuidado con la costumbre. Se pierde la curiosidad por habituarse: mirar siempre desde el mismo lugar o al mismo sitio, quedarse con lo que se tiene - supuestos, bienes, amigos, decisiones -, confirmar prejuicios, fijar condiciones imposibles, pensar en la pérdida. Las causas son los miedos, falsas creencias, experiencias y sentimientos negativos.
Si nos detiene lo que somos, no potenciamos lo que podemos llegar a ser. La curiosidad esencial es conocerse y superarse. Saber quién soy, de dónde vengo y hacia dónde voy.
Para eso hay que mejorar los métodos de estudio, las técnicas de lectura, los sistemas de memoria y concentración, los medios de expresión oral y escrita, la inteligencia creativa y estratégica, el marketing personal. Así se desarrolla el capital invisible: la autoestima.
Leonardo repetía: cuídate de ti mismo, aléjate, y vuelve a mirar, observa desde lejos o en perspectiva, cuenta hasta 10, renueva y amplia tu mirada.
Como dijo una vez: “ ... el gran amor nace de un gran conocimiento del objeto amado”.
* Doctor Horacio Krell, director de Ilvem, UAF (unión argentina de franquicias), UP (Unión de Permutas). Contador Público. Licenciado en Administración. Consultor de empresas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
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