CAMBIAR PARA MEJOR ¿Cómo se puede cambiar para mejor? Había una vez un joven que quería ser orador. Su trabajo al aire libre durante demasiadas horas no le daban el tiempo ni el dinero que precisaba para tener maestros y aumentar sus conocimientos. Pero su limitación principal fue que era tartamudo. Sin embargo no se conformó y mantuvo siempre en su mente la imagen de lo que quería lograr, cambiar para mejor. Cuando Pandora dejó escapar de la caja que contenía todos los males que azotan a la humanidad pudo cerrarla justo a tiempo para atrapar a sus antídotos, que son la esperanza y el optimismo, los que a lo largo de la historia han comprobado que hacen milagros. Los comienzos El joven comenzó presenciando los discursos de los mejores oradores de la época, como Platón de quien aprendía con el ejemplo de modo vivencial. Platón decía que el comienzo es la parte más importante de cualquier trabajo y con el deseo de empezar, el joven comenzó a preparar su primer discurso dispuesto a cambiar para mejor. El que no hace no se equivoca pero tampoco aprende Como era de esperar al precipitarse terminó en un terrible fracaso. ¿Para qué nos repite diez veces la misma frase?, se burlaban, mientras todos se reían. No se escucha: ponga el aire en sus pulmones y no en su cerebro. Ante su nerviosismo el tartamudeo se hizo más intenso y se retiró entre abucheos. Si lo puedes soñar lo puedes hacer Cualquier otra persona hubiera olvidado sus sueños. Pero como Edison quien inventó la lámpara eléctrica utilizando como aprendizaje sus 999 errores previos, persistió resistiendo a los que le aconsejaban que no siguiera adelante. En lugar de deprimirse, tomaba las críticas como un desafío, como una batalla que quería ganar. Una vez dijo: "las palabras que no se convierten en hechos no sirven para nada". Resiliencia estratégica Usaba la adversidad como un recurso para agrandarse, para llenarse de fuerza y mirar cada vez más lejos y más alto, para cambiar para mejor. Los premios de la vida son para quienes tienen clara su visión, la creatividad, la paciencia y la tenacidad para conseguirlos. La preparación Edison decía que un genio es un 10% de inspiración y un 90% de transpiración. Tengo que trabajar, pensó el joven, debo construir mi propio estilo e imagen. Para eso de dedicó a practicar noche y día. Corría por las playas, gritando con todas sus fuerzas para ejercitar sus pulmones, se llenaba la boca con piedras y se ponía un cuchillo afilado entre los dientes para hablar sin tartamudear, y se paraba durante horas frente a un espejo para mejorar su postura y sus gestos. A tener éxito se aprende Después de mucho tiempo el joven reapareció ante una asamblea defendiendo a un fabricante de lámparas, a quien sus ingratos hijos le querían robar sus bienes. La seguridad, elocuencia y la sabiduría que demostró fue ovacionada por el auditorio. Este joven tartamudo se llamaba Demóstenes y fue posteriormente elegido como embajador de Atenas. Su deseo de cambio convirtió los obstáculos en pedestales sobre los que construyó su sueño. El error puede ser una ventaja "La naturaleza nos brinda un bello ejemplo de cómo la dificultad puede engendrar la solución. Cuando la arenilla penetra por error en las válvulas de la ostra que la enquista, ésta segrega un líquido espeso, que se endurece sobre ella hasta que se convierte en el objeto brillante que todos conocemos. La ostra transforma ese error haciendo de la intrusa una parte del sistema adaptándola a su propia naturaleza". Los principios del cambio confluyen hacia el éxito cuando se incorpora a la acción el pensamiento creativo y estratégico: ¿dónde estaba ayer? ¿dónde estoy hoy? ¿dónde quiero estar mañana? ¿cómo haré para conseguirlo? De lo que se trata es de cambiar para mejor. * Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com. |