A prestar atención o lo que pase no ingresará al cerebro. Sin aprender a prestar atención no hay memoria, ni creatividad. El conocimiento nos enriquece, nos hace dueños de lo que aprendemos: "aprehendere" significa agarrar. Para agarrar con todo debemos combinar el intelecto, las emociones, la voluntad, y el cuerpo. El intelecto recibe el saber, lo elabora y lo retiene. Las emociones producen el interés y el entusiasmo. La voluntad es el querer, la motivación le da la fuerza y la decisión perseverancia. El cuerpo requiere que los músculos lo soporten y que la respiración lo alimente llevando la sangre a todas las células. No basta con aprender a prestar atención. Las ambivalencias provocan resultados intermedios entre la perfección y el fracaso. Porque a las buenas ideas se oponen las obsesivas y parásitas, a las emociones positivas las negativas, a la voluntad razonable el querer exagerado, a los músculos en equilibrio los excesos por nerviosismo o somnolencia, a la respiración, profunda y reparadora, la ligera o agitada. Sin atención no hay memoria ni creatividad. La realidad siempre está ahí, lo que vale es la percepción. Prestar atención significa dirigirse y extenderse hacia algo. Es el momento en el cual el pensamiento se hace percepción. Implica una disposición física y mental para elegir entre los múltiples estímulos internos y externos. Aprender a concentrarse. La atención comienza con la adaptación a la tarea, sigue con el precalentamiento, la prefatiga y la fatiga. Lo adecuado es interrumpir antes. Para disminuir las distracciones la tarea debe estar al alcance intelectual e impedir la invasión por preocupaciones excesivas o pasiones desenfrenadas. Para mejorar la capacidad reflexiva hay que saber relacionar la lectura con el objetivo o con lo conocido, la causa con el efecto, lo accesorio con lo principal. Para lograr precisión conviene dominar métodos de lectura veloz y técnicas de estudio. Para recordar es imprescindible la concentración, no se puede recordar lo que no se ha observado. Hay que utilizar el órgano sensorial predominante y combinar creativamente los sentidos, incluyendo el dibujo de las ideas, la escritura del diagrama y la asociación de las imágenes. La asociación lógica vincula a la memoria con el razonamiento. Repasar mentalmente el texto sin mirarlo – la repetición activa- disminuye los olvidos. Los afectos. El interés es el factor emocional de la atención, es el primer paso. El segundo es el entusiasmo. Se consiguen enriqueciendo, encendiendo y transformando al estímulo elegido con luces, colores, sonidos, movimientos, variaciones y contrastes. Hay que asociar a los hemisferios cerebrales: el derecho debe aportar las ideas y las imágenes, el izquierdo el guión que las coordine con los conceptos, generando la película. Al impacto sensorial el intelecto lo completa con imágenes claras y brillantes, razones contundentes, síntesis precisas, solución de las incógnitas. Para motivar a la voluntad se necesitan buenos métodos de estudio, la agradable presentación del material al cerebro, que remarque lo útil, noble y necesario de la tarea. Es propio de la emoción positiva apartar lo que interfiera con su realización, por lo que conectar la tarea con el ideal y hacer lo que nos gusta produce la concentración automática. La acción. El que tiene un porque puede superar cualquier cómo. El poder es el querer con eficacia que relaciona el deseo con la acción. Cuando la voluntad no la dirige, la atención es conducida por el pasado, el medio ambiente o por terceros. Cuándo alguien se confunde hay que guiarlo: ¿qué es lo importante? De esta manera, restituye el propósito y la autodeterminación. Cuando la atención se atasca, el truco es situarla en el objetivo. Hay que alinear el foco de atención con la asignación de importancia. Querer es la palabra más usada. Pero el querer eficaz implica: 1) Superar la abstracción con una formulación concreta de los fines y los medios. 2) Salir del quisiera enamorándose de la idea, transmitiéndole el calor de la pasión, porque a idea clara, emoción potente. Puede el que cree que puede. 3) Motivar el querer rodeándolo de posibilidades concretas y de objetivos atractivos. 4) Sincerar el querer observando si se quiere de verdad, sin autoengaños. 5) Ejecutar la decisión con eficiencia y controlar los resultados. Se potencia el rendimiento de la concentración combinando la visualización creativa del objetivo, con fórmulas verbales precisas y con la claridad y sinceridad de las motivaciones. A PRESTAR ATENCIÓN FACTORES RELEVANTES MENTES VAGABUNDA MENTE CONCENTRADA Comienzo de la tarea. No presta atención. Sabe que el comienzo es la parte más importante del trabajo. Factores que intervienen. No coordina el cuerpo y la mente. Armoniza el intelecto, las emociones, la voluntad y el cuerpo. Etapas. No distingue los momentos. Se adapta, realiza el precalentamiento, termina antes que llegue la fatiga. Métodos. Carece de técnicas, utiliza la fuerza bruta, el modelo productor del estrés. Utiliza técnicas de lectura veloz, métodos de estudio, memoria, e inteligencia. Estrategia. No sabe motivar su querer. Avanzan a ciegas. Alinea la tarea con el ideal. Sabe lo que quiere. Rendimiento. Se distrae, sus regresiones son frecuentes. Las ideas parásitas dificultan la atención. Planifica sus acciones y las controla durante su ejecución y corrige las diferencias. Tiempo. Nunca le alcanza. Enfoca las urgencias. Le sobra. Enfoca lo importante. ¿Cómo hacen para mejorar? . Buscan perfeccionar su concentración, visitan www.ilvem.com o Mansilla 3037 tel 48215411 o Avda de Mayo 950 tel 43345403. A veces parecen torpes, pero saben que no irán lejos sin el conocimiento. * Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com. |