CAMBIAR O MORIR

Cambiar o morir prematuramente, esa es la ley de la vida.

Los cambios son la ley de la vida. Y los que sólo miran al pasado o al presente seguro que se pierden el futuro. John F. Kennedy, trigésimo primer presidente de los EEUU. Shumpeter describió al capitalismo como una competencia a muerte entre los innovadores y los exitosos, en el que los primeros desplazan a los segundos. En la misma línea de pensamiento  Darwin proponía adaptación o muerte, cambiar o morir. La solución ante las crisis es cambiar lo menos eficiente por el recurso más eficaz. Veamos algunos ejemplos.

1. Cambiar o morir en el diario de papel. Con internet se recibe información las 24 horas, una ventaja clave a sentarse a esperar que llegue el periódico. El cambio es inevitable y hay que preparase convirtiendo a las redacciones para que generen formatos on line, blogs y videos. Para lograr interactividad deberán conectarse redes sociales y proveedores de información, un espacio que irá desde la edición de consultas hasta textos publicados sin ningún control.

2. Cambiar barro por asfalto. Las lluvias de 2007 hicieron que Santa Fe perdiera el 30% de la producción lechera. Los camiones se enterraban en el barro convertido en jabón. Sin embargo, el problema puede resolverse con hidrocarburos sulfonados que aplicados a la tierra producen dureza de asfalto, a menor costo que el ripio, el producto más barato.

Caminos a la carta.  Las sulfonas camineras se adaptan a los suelos. No hacen falta lluvias para quedarse sin caminos, a las arcillas les alcanza con una  llovizna  para formar caminos intransitables. Las arcillas atrapan agua como esponjas, crecen generando barro y al secarse generan huellas profundas que rompen los ejes de los camiones.

Salir del círculo vicioso. Las sulfonas camineras atraen el agua, y tienen una cadena hidrofóbica que la rechaza. Bloquean las arcillas en forma duradera, aumentando su volumen y dándoles estructura. Cuando llueve, el agua no las penetra: la rechazan cerrándose como un corcho a la botella. Así el camino arcilloso ni se entera de la lluvia.

3. Canjes que salvan vidas. Fanny Barrera pasó  12 meses conectada a un respirador. Le faltaba el aire, pero gracias a una técnica nueva, recibió un trasplante de pulmón. Se trasplantó sólo un lóbulo, por cuestiones de tamaño. La paciente no podía esperar.

Cambiar la parte por el todo. Se usó una técnica de reemplazar con una parte del órgano todo el pulmón, se suplantó el pulmón completo por un lóbulo que tiene su tamaño.

Cambiar el pulmón en vida. Como el formato es similar al pulmón entero, en algunos centros hacen el trasplante con donantes vivos. Generalmente se trasplanta a un niño. Después, la hormona de crecimiento hace que el órgano crezca con el chico.

Estos son varios ejemplos que muestran la paradoja de cambiar o morir.

Historia del canje. Aunque hubo antecedentes, el trasplante comenzó en los 70. El primer trasplante cardiopulmonar  lo hizo en 1990 el doctor Favaloro. En 1992, el doctor Vasallo, realizó el primero unipulmonar. En 1994, Favaloro, el primero bipulmonar. Actualmente se hacen entre 20 trasplantes por año, y en mayo había 64 personas en lista de espera.  En España hay  35 donantes por millón de habitantes, mientras nosotros tenemos 11, y Estados Unidos, 28. Sin embargo, hay más posibilidades de ser receptores que donantes.

4. Cambiar de status.  El proyecto de reforma inmigratoria  de EEUU hará más fácil a los profesionales extranjeros lograr la residencia permanente y puede incentivar la fuga de cerebros de países en desarrollo. Los que tienen títulos universitarios tendrán ventajas.

Radicación de los cerebros. Según la legislación, habrá evaluación por mérito. Los inmigrantes doctorados que hablen inglés tendrán ventajas. EEUU pondrá una alfombra roja a las mentes más brillantes y  los graduados  buscarán allí una vida mejor.

India, Taiwan y varios países de Europa del Este se beneficiaron cuando sus científicos, iniciaron empresas allí, y luego las integraron a sus países de origen. En lugar de la fuga de cerebros, se dio una beneficiosa circulación. Los países  América latina  reciben más de 65.000 millones de dólares en remesas: más educación tienen , más dinero envían.

Habrá países beneficiados con la circulación de cerebros, a otros la fuga los perjudicará.

La paradoja del cambio. El cambio es inevitable e impredecible. La forma de evitar la ley de Murphy del cambio es ser previsor. El que es exitoso no cambia porque le va bien pero los innovadores están detrás de su negocio y deberá elegir entre cambiar o morir.

Los hábitos nos impulsan a la estabilidad, el hombre es un animal de costumbres. Debe adquirir el hábito del cambio, un reflejo condicionado ante la diversidad; aprendiendo a mantener los fines y a modificar los medios, adoptando las nuevas tecnologías.

Es imposible mejorar haciendo lo mismo, uno mismo detiene lo que podría llegar a ser.

La mejor forma de enfrentar el desafío es destruirse uno mismo para mejorar, mucho antes de que lo haga un competidor. Los dueños de los ferrocarriles no vieron que su negocio era el transporte y debieron desaparecer al no interesarse en las industrias del auto y del avión.

Resultados = situación más la respuesta. Al cambio se lo puede resistir o aceptar, a veces es cuestión de cambiar o morir, o de tomar conciencia que todo puede salir bien.

Hay cambios previsibles, como los cíclicos y los estructurales que nos arrollan porque no tienen retorno. Las preguntas claves para aprender a cambiar son: ¿a qué me resisto?, ¿cuál es mi temor?, ¿qué costos y beneficios obtengo al dejar las cosas como están?, ¿cómo puedo beneficiarme con el cambio y cooperar?, y ... ¿cuándo daré el primer paso?

* Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF  Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP  Unión de Permutas. Consultas a   horaciokrell@ilvem.com.