AUTOESTIMA
La autoestima responde a una pregunta: ¿me quiero mucho, poquito o nada? Si nada me quiero a nada me atrevo. Si me quiero mucho puedo realizar todos mis proyectos.
La autoestima es un capital invisible como todos los valores, pero también es un factor clave para sobrevivir en un entorno competitivo.
No puede haber autoestima sin autoconocimiento. Autoconocimiento es el proceso de conocer al ser que vive en nosotros desde que nacimos. Parece sencillo pero no lo es.
El peor enemigo es ir a la deriva. El que siente que se dirige a concretar su misión se energiza, el que no va para ningún lado se detiene. El primer paso es descubrir el mensaje socrático: “Conócete a ti mismo”. Sin saber quienes somos nos dirigen desde afuera nuestros padres, maestros, amigos o autoridades.
Conocerse es como tener la brújula que orienta y alumbra el camino. Séneca dijo: no hay vientos favorables para el que nos sabe a dónde quiere llegar.
Las personas más felices son las que saben lo que quieren y tienen la sana autoestima que les asegura que pueden alcanzarlo. Pero hay que superar algunas trabas:
* Tenemos demasiadas opciones y para un indeciso no hay nada peor que el surtido.
* Somos libres de elegir pero tenemos miedo de ejercer esa libertad.
* Las urgencias nos engañan y no nos animamos a alcanzar nuestros sueños.
* El reproche es: si realmente lo queremos porque no salimos a conseguirlo.
* No se trata tan solo de perfeccionamiento o de tener un pensamiento positivo. Lo imprescindible es detectar lo que uno quiere y hacer algo para conseguirlo.
* Cada persona recibe un mensaje de lo que se espera que sea que se esconde como una resistencia y aparece siempre con una voz muy potente que le dice: fracasarás.
La autoestima hoy. Esta época de cambios demanda recursos psicológicos nuevos: donde había repetición se necesita innovación, donde regía la obediencia se pide independencia, donde existía centralización hay delegación.
La autoestima se nutre de dos fuentes: la satisfacción con uno mismo y el reconocimiento de los demás, y la autopercepción define el comportamiento. Cuanto más baja es la autoestima más se busca la aprobación de los demás y la base del éxito consiste en agradar a todo el mundo. Matemáticamente la autoestima representa la diferencia entre lo que uno es y lo que querría ser.
El exceso en el ideal también contribuye a la rebaja de la autoestima.
Como la mente tiene la capacidad autosugestiva de transformar en acto lo que se decide a aceptar, aquello en lo que se cree se concreta mejor.
La autoestima es la convicción de que se poseen los recursos necesarios para alcanzar la felicidad y afrontar las dificultades.
El nivel actual de autoestima. Conocerlo es la clave para superarlo: por eso es importante saber ¿dónde estaba ayer, dónde estoy hoy, dónde quiero estar mañana y como haré para conseguirlo? Tomar conciencia de la realidad evita reprimirla o negarla y abrirse a la información buena o mala, analizar sus causas, actuar sin instrucciones detalladas, invertir en innovación, en mejorar.
El secreto de la autoestima. Hay un factor común que caracteriza a los que tienen alta su autoestima: Tienen los ojos en el cielo y los pies en la tierra, son optimistas. No son como el iluso que construyen castillos en el aire. La autoestima se sostiene como vimos en valores pero taambién son necesarios los métodos. Los métodos son facilitadores de la acción y proveedores de confianza. Los métodos son la mayor riqueza del hombre.
* Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas horaciokrell@ilvem.com.
Ilvem es una entidad educativa cuya misión es el desarrollo de la mente humana en el marco de la teoría de las inteligencias múltiples (espiritual, emocional, intelectual, creativa, artística, estratégica, corporal, social, comercial, comunicacional y digital).
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