MEMORIA DE LORO
La memoria de loro es una forma despectiva de llamar a la memoria ya que sugiere la repetición textual de lo que se lee o escucha sin una buena comprensión.
El loro imita el lenguaje humano. ¿Sólo repite o posee inteligencia? Al escuchar aprende por repetición, como el perro que no habla. Lo hace gracias a la forma de su lengua: redonda, carnosa y flexible. Para algunos el loro no sabe lo que dice. Para otros la memoria del loro sabe que sonidos imitar según la ocasión. Alex fue un loro que participó de un experimento de 1977 a 2007. Antes se creía que usaban las palabras por imitación. Alex demostró que podía decidir y utilizarlas creativamente. Su inteligencia era como la de delfines y grandes simios. Cuando murió tenía la inteligencia de un niño de 5 años.
Paquita es un loro famoso en El Salvador. Un tribunal condenó a prisión a dos delincuentes acusados de robo por Paquita. Interceptados por una patrulla de la policía el teléfono robado sonó y los ladrones no contestaron la llamada. Paquita empezó a gruñir y mostrarse agresiva La llamada telefónica era del nieto de la asaltada.
El chimpancé tiene memoria de loro o memoria fotográfica según un estudio publicado en 2007 en Current Biology. Según un estudio de la Universidad de Kyoto se subestima su capacidad intelectual, ya que tienen gran memoria numérica. En una competencia entre estudiantes universitarios y madres y crías de chimpancés de 7 años se mostraron números, que eran reemplazados por lugares en blanco. Todos debían señalar en orden dónde estuvieron los números. Uno de los chimpancés jóvenes memorizó y ordenó de inmediato los números en el 80% de las pruebas. Los estudiantes lo hicieron bien el 40%. Esta habilidad es la memoria eidética, la capacidad de recordar con un detalle casi perfecto.
La memoria del loro es eidética, o fotográfica registra perfectamente. Es una sensorial memoria del instante que precede y hace posible a la memoria de corto plazo. Su hipertrofia lleva a recordar, rebobinar y proyectar cualquier cosa que pasó.
La imagen es la clave del recuerdo. No se olvida sólo lo aprendido con memoria de loro. La comprensión es una condición necesaria para recordar pero no su condición suficiente. Recordamos nuestras sensaciones y emociones con mayor prolijidad que los conceptos.
Como una imagen vale por mil palabras es lógico que sea mejor recordada. El truco consiste en traducir los conceptos abstractos a imágenes. Algunos lo hacen con facilidad, pero todos pueden entrenar el hemisferio derecho para visualizar conceptos. Cuando salimos del cine recordamos el film sin esfuerzo, al terminar el libro sólo retenemos generalidades. Ningún sentido puede compararse con la vista en intensidad y permanencia. La imagen atrapa por la belleza, el concepto atrae por su utilidad. Para perfeccionar la memoria hay que usar el cerebro completo. El concepto es un ancla para la imaginación.
¿Es buena la memoria del loro? El peligro de la memoria del loro fue advertido por Borges en "Funes el memorioso": viviendo para la memoria se pierde el diálogo reflexivo y se olvida de dedicarle tiempo a pensar. Borges aprendió sin esfuerzo el inglés, el francés, el portugués, el latín; pero sospechaba que no era muy bueno para pensar. Para él pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. Funes guardaba obsesivamente detalles que lo llevaron a abandonar aquello que nos diferencia de los animales: la racionalidad.
El cuento retrata una memoria perfectamente inútil. Funes se pasaba el día memorizando lo nuevo o recordando el pasado, sin discriminar lo importante de lo accesorio y sin poder pensar. Lo que señala el trágico suicidio de Funes es que la memoria eidética tiene un peso imposible de aguantar. El olvido junto a la memoria construyen una pareja resonante que debe funcionar como sistema para olvidar lo que no tiene valor y retener lo importante.
El hombre común no tiene memoria de loro, la curva del olvido es un huracán que barre su cerebro borrando lo que pasa en las 8 horas previas. Pero borra lo bueno y lo malo. La solución es saber seleccionar y guardar en la memoria lo que tiene valor. La paradoja que entraña el funcionamiento de la memoria es que si nos detenemos para memorizar detenemos la trama de la película cuya comprensión garantizaría el recuerdo. La memoria es constitutiva del hombre sin ella no podría pensar, ni sentir, ni actuar. La memoria humana es una página en blanco que escriben la educación y la experiencia. No es la memoria de loro ni del chimpancé, se conecta con el lenguaje y la lectura. El hombre es el único animal que a lo largo de la historia aprendió a tallar el alfabeto en el cerebro.
* Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas horaciokrell@ilvem.com.
Ilvem es una entidad educativa cuya misión es el desarrollo de la mente humana en el marco de la teoría de las inteligencias múltiples (espiritual, emocional, intelectual, creativa, artística, estratégica, corporal, social, comercial, comunicacional y digital).
Informes en www.ilvem.com o al teléfono 48215411.
|