MÉTODOS GANADORES

Los métodos ganadores facilitan el contacto con la realidad.

En este mundo competitivo los métodos ganadores satisfacen deseos. ¿Es posible enseñarlos y generalizarlos? Los métodos ganadores parten de un sujeto que sabe lo que quiere. Puede decir “yo quiero”, se conoce a sí mismo y sabe lo que busca. Su estrategia es mantener in mente el objetivo, alineando el foco de atención con la asignación de importancia. Así transforman el “yo quiero” en “yo puedo”, (unen el querer con la eficacia).

Para Nietzche, “los métodos son la mayor riqueza del hombre”. El bench marking compara, se apropia y perfecciona los métodos ganadores y la metodología intelectual aplica los principios de la inteligencia.

Para triunfar, no basta con el capital intelectual porque al conocimiento hay que internalizarlo para que sea propio. Tampoco alcanza con la buena suerte. Pasteur dijo, “el azar favorece sólo a las mentes preparadas”.

Estudiemos los discursos de quienes aplican métodos ganadores o perdedores:

Este no es mi problema. El perdedor tiene excusas para no hacer, pone frenos: "esto no me corresponde". Al ganador lo moviliza su proyecto, se hace cargo, sabe que si no hace no se equivoca pero tampoco aprende.

Descubrí que mi enemigo era yo mismo. Ante el problema, el perdedor es parte del conflicto; el ganador está del lado de la solución.

La percepción crea la realidad. El perdedor ve amenazas y debilidades. El ganador oportunidades y fortalezas, crea círculos virtuosos de autoestima -su capital invisible-.

Para predecir el futuro hay que inventarlo. El perdedor va a la deriva, los sucesos le pasan. El ganador es activo, consigue que las cosas ocurran.

¿Quién tuvo la culpa? El perdedor no asume sus errores. El ganador coincide con Confucio: "el hombre superior se acusa a sí mismo, el inferior a los demás".

La profecía que se autorrealiza. El perdedor anticipa su fracaso con una versión negativa del futuro. El ganador lo ilumina con una visión positiva.

El porque supera cualquier cómo. Ante la dificultad, el perdedor se preocupa, hace sólo lo posible. El ganador se ocupa y hace todo lo necesario. Como dijo Churchill: “sangre, sudor y lágrimas, pero venceremos”.

El exceso de análisis provoca parálisis. El perdedor analiza demasiado y se paraliza ante la duda. El ganador simplifica, facilita la solución.

Dime con quién andas. El perdedor administra mal el tiempo, actúa como bombero. El ganador se concentra en tareas de alto rendimiento, delega en el equipo y aplica la estrategia de las alianzas.

No hay vientos favorables sin saber a dónde se desea llegar. El perdedor trata de no perder. El ganador visualiza la victoria. Se concentra en ganar.

Equivocarse es un beneficio. El perdedor frente al error se desvaloriza, para el ganador la adversidad es un motor. El río no se fortalece en su transcurso sino cuando el dique lo detiene, y ante esa resistencia genera la energía que se desplazará con fuerza súbita en el momento oportuno.

La realidad es la única verdad. Para Einstein "es una locura pensar en mejorar haciendo más de lo mismo". La libertad de elección no evita las consecuencias positivas o negativas de las decisiones.

Nada fracasa tanto como el éxito. La calidad de la decisión se mide con el tiempo, “el juez inexorable”. El cambio continuo hace que quienes utilizan métodos ganadores hoy sean potenciales perdedores, si no comprenden la naturaleza efímera del éxito. La destrucción creativa es anticiparse e innovar antes que lo haga la competencia

Los métodos ganadores deben enseñarse con entrenadores capaces tanto en las aulas como en los negocios. Newton lo expresó así: “no soy un genio, estoy parado sobre las espaldas de gigantes”. Si los que enseñan son los ganadores, transmitirán el mensaje de que a tener éxito también se aprende. 

* Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas horaciokrell@ilvem.com.

Ilvem es una entidad educativa cuya misión es el desarrollo de la mente humana en el marco de la teoría de las inteligencias múltiples (espiritual, emocional, intelectual, creativa, artística, estratégica, corporal, social, comercial, comunicacional y digital).

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