REIRSE DE TODO
Reírse de todo o llorar por nada: los extremos están mal. Si algo es doloroso hay que llorar, si es alegre reír, los extremos son actos de inmadurez. Reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada es propio de estúpidos. (Erasmo de Roterdam).
Los investigadores que rastrearon la evolución hasta llegar al chiste primordial descubrieron que la risa no proviene del humor. Es una herramienta de los animales sociales, y no una reacción intelectual al ingenio o el chiste. La risa es una señal honesta para llevarse bien, es difícil de simular y muestra lo que tenemos en común.
La primera broma entre los primates que desencadenó una risa sin contacto físico fue el cosquilleo fingido. El cerebro cuenta con conexiones ancestrales para generar risa que hacen que los animales jóvenes aprendan a jugar. La risa estimula los circuitos de euforia y reasegura a los otros animales que están jugando y no peleando. La risa primitiva evolucionó como señal que indica la disposición para la interacción amistosa.
Los bebés comienzan a reírse a los 4 meses y la estimulación comienza con las cosquillas. Si reímos el mundo entero ríe con nosotros. Los bebés sonríen a quien les sonríe.
La risa es más una respuesta automática que una estrategia consciente. La vitalidad de una cultura se nota en su capacidad para reírse de sus males e ironizar sobre sus verdades.
El humor es también un acto de resistencia, si falta esa posibilidad de reírse de quienes nos oprimen, empieza la imposibilidad de vivir.
Las personas risueñas son menos propensas a las enfermedades, o bien se curan más rápido. La risa y la sonrisa contagian porque son fácilmente transmisibles: la percepción de una carcajada ajena activa células espejo del cerebro. Pero la risa tiene mala prensa. El periodismo se nutre de malas noticias, los políticos son individuos con pocas pulgas.
Las fuentes de la risa. La risa tiene su fuente en la ingenuidad infantil, la torpeza, el despiste, lo ridículo y en la inteligencia como la de Woody Allen, y se pierde con los años.
Las emociones positivas como el buen amor y el buen humor, afianzan la armonía interior y la cohesión social. Los médicos aconsejan reír con ganas para generar un efecto dominó. La capacidad humana de reír se ejercita apenas. La risa es un ejercicio benefactor y desintoxicante. Reír y sonreír nutren el espíritu . Para Groucho Marx fue el mejor invento.
La amargura, la depresión, el lamento, no producen buenos resultados, debilitan. En cambio el humor reordena las emociones y desdramatiza. La risa es el instrumento para quebrar la opresión. Lo saben muy bien todos los dictadores. Riamos y sonriamos: estaremos mejor entrenados para combatir las penas. Sonreír es bueno, reírse, tal vez más. Para que tenga el resultado beneficioso hay hacer sonreír a los que hasta la sonrisa han perdido.
El sentido del humor. Es un patrón observado de diferencias individuales. La gente se puede reír de todo, una de sus características es la falta de límites. Cuando la risa va de la mano del humor, la clave es la sorpresa, la paradoja, lo incongruente, lo inesperado. El humor aparece cuando algo se presenta deformado o en un momento inesperado o absurdo.
El humor es un instrumento para ver la forma de pensar y sentir que la cultura ha modelado. La moda de lo políticamente correcto hace que, aunque algo sea gracioso, no deba serlo.
El humor tiene una función básica. Se trata de mirar lo serio con una visión que permita soportar el drama, además de poder reírnos de nuestras miserias.
Su falta de normas lo hace escapar a los controles, los tiempos cambian, y las cosas que nos hagan gracia también. Como es obvio, no hay un chiste que le guste a todos.
Las personas que toleran más la incertidumbre se divierten más con el humor complejo Ese humor es rechazado por los que gustan de tener todo controlado, prefieren el humor simple.
No hay que reírse de todo: cuando hay motivos de aflicción, si no hay un motivo razonable. No hay que reírse groseramente, ni perder la respiración. El insensato, dice el Eclesiastés, levanta la voz al reír, el hombre prudente apenas sonríe.
La risa enseña a ver lo positivo, se consiguen mejores resultados trabajando sobre fortalezas que sobre debilidades. Todos tenemos destrezas vinculadas con el humor o la risa: curiosidad, amor, pensamiento crítico, ingenio, perspectiva, valentía, perseverancia, honestidad, vitalidad, amor, generosidad, inteligencia, sentido de la justicia, liderazgo, don de perdonar, modestia, prudencia, autocontrol, aptitud para apreciar la belleza, disposición para agradecer, optimismo, sentido del humor, espiritualidad. El truco es incrementar las emociones positivas, las fortalezas, en lugar de dedicarnos a superar carencias. Resiliencia es la capacidad de las personas para superar situaciones difíciles y salir fortalecidos de eso.
Pensar es un arma poderosa. El método de desechar la conducta destructiva y habituarse a generar pensamientos positivos requiere autoconocimiento y autogestión. Conocer los recursos y saber cómo administrarlos. No hay que reírse de todo ni llorar por nada.
* Dr Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas horaciokrell@ilvem.com.
Ilvem es una entidad educativa cuya misión es el desarrollo de la mente humana en el marco de la teoría de las inteligencias múltiples (espiritual, emocional, intelectual, creativa, artística, estratégica, corporal, social, comercial, comunicacional y digital).
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