Excusa para no pensar, excusa para no cambiar, excusa para justificar lo que estamos haciendo: la excusa es autoengaño.
La mediocridad suele convertirse en excusa: “Un maestro llevó a su discípulo a una granja muy pobre. Allí toda una familia vivía de lo que obtenía de su única vaca. Un día el maestro mató a la vaca ante el estupor de su alumno. El año siguiente ambos volvieron para completar la lección, ahora los pobres eran prósperos comerciantes”. Excusa metodológica. El método científico no se aplica a problemas humanos y biológicos. Su visión causal y mecanicista no concuerda con el principio vital de los sistemas vivos. El método holístico -de holos = entero- considera las intenciones, el contexto y la época.
Preparados para ver sólo partes, no percibimos los patrones ocultos en el todo, que nos afectan sin que nos demos cuenta, paralizando nuestros esfuerzos y haciendo fracasar las soluciones. Los patrones se repiten, como una ley que gobierna a los sistemas y que el pensamiento sistémico se encarga de descubrir.
Pensamiento sistémico o natural. Los problemas de hoy vienen de pseudo soluciones del ayer. Una solución basada en el pensamiento sistémico es difícil de implementar. El pensamiento natural aunque equivocado es más simple, ataca el síntoma pero no la enfermedad y suele convertirse en una buena excusa.
Los sistemas –como la burocracia- se estabilizan y luego resisten al cambio. Los sistemas nacen, despegan, se mantienen o mueren. La rutina es peligrosa, por eso hay matrimonios que tienen la luna de miel al principio, y luego monotonía o separación. En períodos cortos el desgaste no se nota porque la causa y el efecto se separan en el tiempo. A largo plazo se pierden de vista los fines originales y la tradición se convierte en excusa para seguir haciendo lo mismo. Causa y efecto no son simultáneos, por eso parece que las acciones no tienen efecto.
El pensamiento sistémico necesita paciencia hasta encontrar la solución, tomarse tiempo, examinar el sistema y deducir las leyes que lo rigen.
En el ejemplo, la vaca era la excusa para no cambiar. Un científico habría hallado sólo observaciones, el pensamiento sistémico detecta las condiciones.
Una excusa no cambia nada en el plano real. La realidad existe pero lo importante es cómo la percibe el pensamiento dominante, lo que revela otro principio: “serás lo que creas ser”.
Mediocridad o fracaso. La mediocridad es peor que el fracaso porque cuando tocamos fondo sólo nos queda subir. En la mediocridad el conformismo y la excusa la hacen soportable.
Hay muchas vacas a las que nos atamos: otros están peor que yo, odio mi trabajo pero me da de comer, no soy yo son ellos que no me apoyan, no empiezo hasta no estar seguro, unos nacen con estrellas y otros nacen estrellados, lo importante no es ganar sino competir.
Las vacas tienen como origen una excusa que impide ver la verdad, por lo tanto conviene liquidarlas. ¿Cómo?: dejando de repetir lo que hacemos, lo que las dejaría indemnes.
El test vacuno. Sirve para el diagnóstico y el tratamiento, incluso si se trata de la vaca loca:
1) identifica tu vaca: cuidado que viene disfrazada de mentiras, excusas, pretextos, disculpas, evasivas, escapes y miedos. 2) observa la creencia que la sostiene 3) asume las pérdidas por tu comodidad, sufre el dolor 4) lista los beneficios del cambio 5) incorpora los nuevos hábitos y elimina los antiguos atacando la negatividad en cuanto aparezca.
Vivir sin vacas es aceptarte como el arquitecto de tu propio destino. Por lo tanto por cada idea que quieras lograr deberás hacer un plan e implementar una acción. Si no lo haces te nacerá una excusa.
En el juego de la vida puedes ser espectador o protagonista, el ganador es el que hace que las cosas ocurran, y mata a las vacas con la acción. No dejes que la vida te pase de largo para lamentar luego cada oportunidad perdida. Tu mente como el paracaídas solamente funciona cuando se abre.
* Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
Ilvem es una entidad educativa cuya misión es el desarrollo de la mente humana en el marco de la teoría de las inteligencias múltiples (espiritual, emocional, intelectual, creativa, artística, estratégica, corporal, social, comercial, comunicacional y digital).
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