Los mejores cerebros sincronizan los instintos, las emociones y los pensamientos con el entorno digital.
Los mejores cerebros son los conductores de la vida humana pero Dios no dejó la llave de acceso ni el manual del usuario. Encontrarlos se constituye en la gran aventura del hombre.
El cerebro humano retiene la huella del pasado: los instintos provienen del reptil, las emociones proceden del mamífero (los animales de sangre caliente que procrean por parto y sienten afecto por sus crías). La última capa - la corteza cerebral - es el sitio del lenguaje y de la razón. En todos los hombres conviven instintos, emociones y pensamientos.
La lógica del escorpión
El escorpión le pidió a la rana que lo cruzara al otro lado del río. La rana, temerosa de su picadura mortal, respondió que no. Pero el escorpión la convenció: “si lo hiciera moriríamos los dos”. Sin embargo, el escorpión no pudo con su naturaleza y en el medio del viaje la picó.
Este relato presenta la ilógica del cálculo que provoca la catástrofe de la razón cuando causas no previstas, como el determinismo biológico, aparecen en la acción.
La rana y el escorpión tuvieron esa miopía. La rana dudó pero el escorpión la convenció. La paradoja es que el escorpión se autoengaña y pierde aun ganando. La cuestión en asuntos humanos es: ¿Cómo lograr racionalidad en la decisión? y ¿Cómo controlar al escorpión?.
Max Weber distinguía 4 tipos de acción social: 1) La acción racional con arreglo a fines pondera la efectividad de los distintos medios para alcanzar el fin deseado. 2) La acción con arreglo a valores toma a éstos últimos como mandatos (se parece a los instintos del escorpión ya que la razón se ciega a sus costos). 3) Acción afectiva, que se lleva a cabo bajo un estado emotivo. 4) Acción tradicional que se realiza bajo el influjo de la costumbre y el hábito.
Existen muchas razones para no ser racional. La solución es contar hasta diez sin caer en el exceso de análisis que provoca parálisis, y conversar productivamente cambiando la lógica abstracta por otra práctica que evite el asesinato y el suicidio de la rana y del escorpión, oponiendo a la lógica del todo o nada la del más o del menos.
La inteligencia práctica en el hombre
Intente separar un montón de manzanas en dos grupos similares Si busca un resultado exacto, repartirá una manzana para cada lado. Otra alternativa, sería dividirlas a ojo buscando el punto medio estimado .
En la teoría un pensamiento elaborado precede a la acción y en la práctica se reacciona con el cuerpo; siendo ambas respuestas inteligentes. La primera es una intuición racional que anticipa mentalmente la respuesta, reflexiona, define los pasos a dar y prevé los resultados.
La evolución de hombre primitivo al hombre moderno – del homo faber al homo sapiens - o del niño al adulto, representó el triunfo de la razón sobre el pensamiento mágico. Se hizo permeable a la experiencia, ya que se formó en contacto con la naturaleza. Al atenerse al hecho – participio pasado del verbo hacer - introdujo la objetividad al aceptar las leyes de la naturaleza pero actuó sobre el mundo para satisfacer sus deseos.
Al mirar a través conceptos, que reemplazaron a los utensillos del hombre primitivo, evitó la acción inmediata, proyectó los datos en su mente a diferencia del animal que necesita verlos juntos y creó las ideas que se sumaron al deseo que lo guía. Así procesan los cerebros mejores
El esquema atrae los conceptos y la imaginación los dirige. Pero pensar por conceptos - formados por los principios lógicos de identidad, no contradicción y tercero excluido - encierra el peligro de cerrarlos como paradigmas desde los cuales se observa un mundo diferente al real.
La inteligencia emocional
Aristóteles decía “es fácil ponerse nervioso. Lo difícil es hacerlo con la persona correcta, con la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto y de la manera correcta”.
Las emociones activan primero el circuito tálamo-amígdala - la memoria de los significados -. Mientras que el hipocampo informa y reconoce, la amígdala asigna el valor. El control lo efectúa el lóbulo prefrontal izquierdo, que calcula estimando costos y beneficios. Pero en emergencias la respuesta que produce la amígdala lleva a errores fatales. Sin emociones la inteligencia no tiene brújula.
Las emociones positivas son productoras de paz y felicidad, y las negativas de estados de depresión, angustia e ira. Cuando Pandora abrió la histórica caja descubrió sin querer que la esperanza y al optimismo son los antídotos contra los males.
La educación privilegia el coeficiente intelectual sobre el emocional. Las tablas de la ley sirvieron cuando el cambio era lento pero hoy es frenético. Los genes dan una orientación pero la emoción puede cambiar el destino dándole inteligencia a la pasión.
De las siete inteligencias (verbal – lógica – espacial – musical – plástica – interpersonal y psíquica) las dos últimas son emocionales. Conocerse a sí mismo y al otro, conducir las relaciones, resolver conflictos, colaborar, son aptitudes básicas. Todo indica entonces las ventajas de una alianza estratégica entre la amígdala (que orienta) y el lóbulo prefrontal (que evalúa).
Las emociones son tan rápidas que actúan antes que la razón llegue a comprender, pero son imprecisas y falibles. La lógica del corazón tiene razones que la razón no entiende. Influye de tal modo que el pensamiento lógico encuentra razones para justificar repuestas emocionales. Pero la razón no es esclava y puede influir para convertir en inteligente a la emoción y crear cerebros mejores.
El pasado nos condena
El hombre al ponerse de pie liberó a la mano de la locomoción y aplanó su rostro ya que la boca dejó de ser el instrumento para tomar el alimento. Así el cerebro pudo crecer. La garra se transformó en mano que se convirtió en ejecutora. El ojo, al elevarse en el espacio, fue el órgano intelectual de la mente que se dedicó a dirigir, analizar y decidir.
La lectoescritura posibilitó el avance hacia la capacidad de abstracción y generalización y el desarrollo de las facultades superiores. Sin embargo, tuvo su costo: El cerebro conoce el concepto pero no la cosa en sí. El alejamiento de la madre tierra y vivir en la jungla de cemento le hizo perder el contacto íntimo con la naturaleza.
La concentración es la llave del éxito
Dividir la atención genera el 85% de los accidentes ya que no se puede perfeccionar al mismo tiempo más que una función. Por otro lado, ante los estímulos, cabe someterse a ellos o atenderlos selectivamente.
Evitarlos impide ser invadido pero levantar la barrera traba la observación. Salir del piloto automático genera un cambio. El secreto está en saber colocar los filtros.
Existen dos tipos de concentración: la activa que descubre y la pasiva que enriquece mediante la reflexión en estrecho contacto con la memoria. Par evitar fallas hay que concentrarse en la acción y meditar antes de la decisión, sabiendo lo que se quiere, actuando en consecuencia y monitoreando los resultados.
El interés es el componente intelectual de la emoción y si se lo cultiva conectándolo con el deseo produce el entusiasmo y la pasión. En caso inverso, aparecen los vicios y la apelación a la fuerza bruta. Sin claridad no hay motivación y sin propósito no hay constancia.
Lo peor es el autoengaño, porque envía señales oscuras al cerebro. Lo que se reprime o el obstáculo, aparecen como atracción fatal o promueven la fijación en ideas parásitas. La concentración perfecta hace concordar la intención y la acción, en un estado de flujo donde el logro se alcanza ecológicamente y sin esfuerzo.
La tensión es el enemigo número uno, la energía pasa del cerebro al corazón y a los músculos y la respuesta se asocia a una emoción violenta. El tipo de vida moderno lleva a la tensión crónica, con enemigos imposibles de combatir como el desempleo, las drogas, la corrupción, la contaminación; condena a un estado de angustia que no conoce su causa.
Por lo tanto, es cada vez más importante aprender cómo funciona la mente ante situaciones de creciente dificultad. Esta es la deuda del sistema educativo que no enseña a producir la propia energía, la que se lograría comparando el ideal con la coyuntura, haciendo del defecto una virtud, recargando las baterías por el relax y la respiración, para que la sangre circule por las venas trasladando por el cuerpo el espíritu innovador de la creatividad.
El secreto está en dejar de reaccionar ante lo que pasa y elegir el futuro que se anhela, manteniendo la ruta. Al educar a la mente la concentración hace la diferencia.
El cuarto cerebro
El cerebro guarda la información en formato físico por una mezcla de agentes químicos, o sea "materia", e impulsos eléctricos que circulan por las neuronas y se cuantifican como energía, que una vez concentrada se transforma en materia.
En una comunicación por Internet lo que hace el cerebro es traducir esa materia (que se encuentra en las neuronas) en un formato que circula por la red (las ideas volcadas al medio digital) y del otro lado, quien recibe el mensaje, lo traduce nuevamente en materia.
La energía transformada en capital se expande en forma de red superando las fallas del cerebro. La memoria y la atención humana pueden atender hasta 7 estímulos. Esto condena a quien no sabe manejarlos en una vida atada a las urgencias, a una mentalidad de bombero.
En cambio, el que construye una red digital para lo que sabe (capital intelectual) y para sus relaciones (capital social) logra lo mejor de los dos mundos: aprovecha la creatividad de la mente y la infinita capacidad de la memoria informática.
De este modo, la tecnología puede espiritualizar y unir a la gente e incrementar la productividad, mediante el ensamble armonioso y sinergético entre el sistema nervioso humano y el digital.
Como por arte de magia, en instantes, se recupera el pasado y a las personas que lo habitaron. Esto se logra con el mapeo de la información si al mismo tiempo se desarrolla la destreza respiratoria de aprender a inspirar información y a exhalar conocimiento.
Conclusiones sobre los cerebros mejores
El sistema nervioso autónomo regula lo que no se controla, como la respiración, y provee al sistema conciente la información actualizada del entorno. Mantiene un estado de alerta que mejora la percepción y prepara al organismo para responder ante el peligro. Otro sistema, el emocional, acerca los recuerdos al pensamiento. Ambos proporcionan al cerebro la energía que necesita para concentrarse.
Las claves son el nivel de estímulo y el tipo psicológico predominante que puede ser sentimental, sensitivo, intuitivo o racional.
Cada persona al nacer posee un recurso divino ya que el gran creador hizo al hombre a su imagen y semejanza y le transfirió sus atributos. Cada individuo refleja su divinidad en una parte de su cerebro. Las funciones se reparten en hemisferios conectados por fibras y una fisura separa los lóbulos anteriores y posteriores.
Descubrir el tipo personal es descorrer el velo que impide conectarse con la vocación, la llama interior que implica al “conócete a ti mismo”. Muchos desvían su origen por factores culturales, sociales o educativos. Por ejemplo, si mi papá es un abogado exitoso debo aprovechar la situación aunque nací soñador. Así se adquieren las competencias que luchan con las preferencias naturales y surge el estado de insatisfacción.
De los 4 tipos se suele ser muy bueno en uno, bueno o regular en dos y débil en el cuarto. Cuando se desvía la preferencia natural se afecta la salud física y mental. Los lóbulos frontales tratan los problemas: el izquierdo analiza, encuentra los errores, fija prioridades. El derecho frontal intuye, actúa por lo general imaginando soluciones novedosas, descubriendo patrones o tendencias. El lóbulo posterior izquierdo sensorial se especializa en secuencias, rutinas, reglas, es objetivo y poco emocional, trabaja con las cosas como son, mientras que el posterior derecho sentimental, trata de organizar lo que ve con lo que siente creando la armonía y la paz privilegiando a las personas.
Cada persona tiene un tipo dominante. El error común es desviarlo, dejar de ser auténtico para acomodarse a la realidad. Aparece entonces el estrés que sigue la ley de Pareto: el 20 % es la influencia del factor, el 80 % de cómo uno lo percibe. De ahí la importancia de saber cambiar la percepción lo que significa ser optimista sin ser iluso. La respuesta inteligente es realista, acomoda la percepción de la realidad para transformarla en oportunidad. El que utiliza la brújula interior para elegir su preferencia es 100 veces más efectivo que quien maneja solamente la competencia.
El que logra un sano equilibrio combina sus preferencias con los modos auxiliares y compensa sus debilidades asociándose con cerebros complementarios. Descubrirse a sí mismo es una tarea compleja por el déficit del sistema educativo que elude este tema. Dando prioridad a la socialización se pierde potencia individual ya que un sujeto insatisfecho a la larga y como círculo vicioso se vuelve contra el tejido social. Descubrirse implica un equilibrio entre el corto plazo de la vivencia y el largo plazo que pretende la supervivencia. Al tratar a todos por igual, enseñando contenidos uniformes alejados de la preferencia, pierde su oportunidad de desarrollar el genio interior.
El primer factor es saber manejar el azar que favorece sólo al que se prepara para aprovecharlo. Armar una jornada energizante es actuar como la batería en el auto: si se usa para iluminar se desgasta y se arruina, pero si se la conecta con el encendido del motor se recarga de manera continua. La calidad bien entendida empieza por uno mismo. La felicidad no está en la estación a que se arriba sino en la manera de viajar
Instintos, emociones y pensamientos generan conflicto si no se armonizan y orientan en la misma dirección. El que es gobernado por sus instintos puede parecerse a un reptil. El que es dominado por las emociones negativas puede tener ataques de emoción violenta o depresiva, al que lo conduce un pensamiento frío es capaz de elaborar un plan para arrojar una bomba sobre una población indefensa. Disociados son partes del problema. Trabajando en equipo, con claridad de objetivos , forman parte de la solución
En el año 399 antes de Cristo un hombre se suicidó por cumplir con su palabra. El verdadero filósofo actúa como piensa. Hablamos de Sócrates, hijo de una partera y partero de los hombres y de las almas. Su técnica era interrogar: ¿qué es la belleza? y luego refutar con una pregunta
¿Todas las cosas bellas son la belleza?, ¿qué hace que lo bello sea bello?. Las contestaciones eran cada vez más breves hasta que el interrogado reconocía su ignorancia. Sócrates dijo “sólo sé que no sé nada”. Era partero de ideas pero no podía dar a luz, sólo cada persona podía hacerlo aplicando un principio: “conócete a ti mismo”.Y este era el momento clave cuando el no saber de Sócrates hacía parir el saber y las ideas en el otro.
Hoy, ese acceso se oculta en conflictos no resueltos. El miedo a la libertad lleva a refugiarse en lo seguro. Intente que no sea la necesidad sino el deseo el que determine su objetivo:
¿Quién se lo impide? ¿Por qué no descubre lo que quiere?: quizás el enemigo sea Ud. mismo. Para descubrirse hay que aprender a dialogar con las voces del pasado que señalan lo que se esperaba de nosotros y con la propia voz que transmite el deseo.
“Se suponía que sería”...es un mandato a rechazar, las familias - conservadoras por naturaleza - adiestran pero no escuchan, aman pero no respetan el deseo, consideran al hijo una propiedad que deberá realizar sus sueños Hay que rebelarse, hacer lo que apasiona para ser feliz. Las voces apelan a lo seguro pero la seguridad es una traba, y la aventura tipo safari de fin de semana no es tal porque no hay compromiso. La verdadera aventura eleva el corazón, abre la mente y deja sin aliento. Cómo dijo Demóstenes las palabras que no van acompañadas de hechos no sirven para nada. Los cerebros mejores cumplen con lo que prometen.
* Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
Ilvem es una entidad educativa cuya misión es el desarrollo de la mente humana en el marco de la teoría de las inteligencias múltiples (espiritual, emocional, intelectual, creativa, artística, estratégica, corporal, social, comercial, comunicacional y digital).
Informes en www.ilvem.com o al teléfono 48215411.
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