Ante el actual tsunami financiero: ¿cuál es la mejor inversión? La mejor inversión es en uno mismo, el capital que se aloja entre nuestras dos orejas no lo podemos perder. Hay un país pequeño, con 5.3 millones de habitantes, que en 20 años dejó de ser el pobre del norte europeo. Ahora tiene la empresa de celulares más grande del mundo, entre otras. En otro lugar del mundo un individuo que lee esta nota se pregunta cómo protegerse. Hay una relación directa entre el desarrollo de un país y el de su gente. En USA fracasó la teoría de que la copa derramada del vaso de los ricos se derramaría sobre la sociedad.
El éxito del pequeño país provocó la curiosidad mundial, especialmente en países exportadores de materia prima que no pueden crear productos con tecnología para mejorar el valor de sus exportaciones. Tarja Halonen, la presidente, cree que su éxito proviene del sistema de educación gratuito y la excelencia de los maestros.
En los años 80 todos querían ser ejecutivos hoy la mayoría desea ser maestro.
Rehabilitación educativa. El neoliberalismo deja librado al azar el conocimiento del estudiante. El desvío se agrava y cuando se advierte es demasiado tarde y para revertirlo se recurre a la dolorosa rehabilitación educativa. Un mecanismo para amortiguar esa pérdida le permitió al pequeño país ubicarse entre los primeros. Además un software de contacto facilita a la familia del estudiante detectar cualquier atraso.
Así logró que su economía agraria se convierta en economía del conocimiento. Tarja define el secreto con 3 palabras: educación, educación y educación. Ahora está entre los países con menor corrupción, mejor nivel de competitividad económica, democracia y capacidad de sus estudiantes. ¿De qué país y de qué individuo estamos hablando?
Focalizarse en las fortalezas. El sistema educativo tiende a socializar la mediocridad, a pasar de lo muy malo a lo mediocre. El pequeño país apunta a la excelencia, combina la inversión con el fortalecimiento de las destrezas básicas del niño. Investiga qué se requiere en el ámbito laboral, atrae a expertos y participa en redes globales. En tercer lugar relaciona la inversión en recursos con la estrategia de competitividad.
El capital social. Mientras otros descuidan el capital social y apuestan a la ignorancia, este país invierte en la educación. La eficiencia económica y la capacidad de adaptación al cambio no confrontan con la igualdad social. Así pudo conciliar las diferencias entre ricos y pobres abriéndose a la competencia internacional. Para lograrlo el sistema ofrece igualdad de oportunidades educativas, para tener el capital humano listo para afrontar el crecimiento y la adaptación, demostrando que se puede combinar igualdad y eficacia. Enseñan a aceptar que los cambios son inevitables, fomentan la disposición a alterar prácticas establecidas, apoyan en el reajuste a los que son más golpeados por el cambio y saben cómo transformar crisis en oportunidades en el sector público y en el privado.
El informe Pisa de OCDE. Diseñado para evaluar el rendimiento de los chicos de 15 años en el mundo demostró que el éxito se debe a la calidad de los profesores. La pedagogía, una de las carreras más prestigiosas, es muy demandada y sólo el 10 % de quienes se postulan se gradúan. Para ser docente hay que tener un título que se alcanza en cuatro años. Hay un profesor para 16 alumnos en la primaria y 13 en la secundaria. En otros países hay 30. Los alumnos ingresan al sistema escolar un año después y se extiende hasta los 16 años. Entre los 16 y 19, los jóvenes acceden al bachillerato que los prepara para la educación superior. El bachillerato culmina con pruebas obligatorias en lengua materna, idioma extranjero, matemáticas y ciencias. En otros países la secundaria es un trámite, aquí es el pasaporte a la universidad. El sistema es bilingüe.
Nadie se queda atrás. El modelo triunfa porque los profesores ponen atención en cada alumno, aunque aprendan a distintos ritmos y tiempos. Es el país donde hay menos diferencia entre los escolares con buen y mal rendimiento. Esto se debe a que los profesores trabajan personalmente con quienes se retrasan.
La maldición del conocimiento. Mientras muchos países dejan la educación a la buena de dios, aquí se asume como política de Estado. Hacen propia la idea de Benjamín Franklin cuando dijo: “vacía los bolsillos para llenar la mente, que la mente repondrá con creces los bolsillos”. En otros países el conocimiento no llega a la gente. Eliot se preguntó una vez: “¿Dónde está el conocimiento que hemos perdido con la información? ¿Dónde está la sabiduría que perdimos con el conocimiento?” La información es como la bolsa de carbón de la era industrial, allí un dato -el carbón en la mina- se convirtió información útil. El conocimiento transformó el carbón en acero. La sabiduría usó el acero para construir un puente, conectando la información externa (conocimiento) con la interna (experiencia). La sabiduría es inteligencia aplicada.
La mejor inversión. En Funes el memorioso Borges inventa un personaje con una memoria extraordinaria pero que no podía pensar. Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. El mundo de Funes era habitado por detalles sin jerarquías. Un depósito infinito de datos es una maldición. Se asemeja a los países ricos en materias primas pero que son pobres. Del mismo modo Funes no puede incorporar lo valioso y borrar lo que ya no sirve. W. Benjamin dijo: “el hombre actual dejó los relatos tradicionales (de la sabiduría) por la noticia (que sobrevalora la novedad). Funes estaba inmóvil, igual que USA ante el tsunami financiero. Para bajar el peso de la información sólo cabe adoptar un modelo coherente.
Wordsworth dijo que “el niño es el padre del hombre”, por eso la educación es crucial. Si sólo le enseñamos a disfrutar del presente, a ser incrédulo ante la virtud, al consumo y al individualismo a ultranza, a estar a la moda, a ver TV basura, a competir en vez de cooperar; la sabiduría pertenecerá siempre al pasado. Si el éxito es para mañana, pasado mañana habrá que buscar uno nuevo. El cambio continuo hacia la satisfacción paraliza. A Funes el peso de la memoria lo aplasta. Durante siglos el hombre creció entre el intelecto y la moral, la sabiduría armoniza la información con la experiencia.
La bendición del conocimiento. Un conocimiento de hace 10.000 años logró que la naturaleza hiciera lo que el hombre quería. Fue la invención de la semilla Así pudo afincarse, almacenar, pero los poderosos se quedaron con el beneficio. A fines del xvii un conocimiento nuevo combinó la energía del combustible con tecnología, educación, medios de comunicación y cultura de masas. La riqueza surgió de la ciencia.
La ciencia no se adueña de la verdad pero se acerca. Hoy que los recursos se acaban, hay que crear energías alternativas. El recolector encontró alimentos, el agrario los hizo crecer, el industrial los fabricó, el saber usó la mente. Detrás de la apariencia de un producto se encuentra el saber que lo hizo posible. Descubrir el fundamento es el desafío del presente, para Heráclito es el cambio, para Parménides la esencia.
Fábrica de pobres. La maldición es la brecha entre ricos y pobres. El conocimiento puede optimizar la agricultura aplicando tecnología y reducirla, cuando la economía del conocimiento desconcentre la producción y transforme el campo, para que produzca artículos con alto valor agregado. Crear pobres es funcional a un pobre sistema político.
La mejor inversión es invertir en uno mismo. Un estado moderno es la condición necesaria para crear capital social. Sin embargo a nadie se le puede prestar el deseo. La principal fuerza del hombre es el autoconocimiento, descubrir su misión en este mundo. Esa búsqueda es indelegable, cada uno la debe realizar. El poder inteligente abreva en las fuentes del querer y la eficacia. Conocer la misión y el querer motoriza la fuente de energía -la inteligencia espiritual y emocional-. La creatividad las hace circular por las ventanas que abren las ideas, el pensamiento estratégico las hace avanzar: dónde estaba ayer, dónde estoy hoy, donde quiero estar mañana, qué haré para conseguirlo. El país del acertijo es Finlandia, el individuo eres tú. Para John Donne “Ningún hombre es una isla, algo completo en sí mismo; todo hombre es un fragmento del continente, una parte del conjunto. La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque yo formo parte de la humanidad; por tanto, no preguntes por quién doblan las campanas: las campanas doblan por ti”.
*CEO de Ilvem, Contador Público y Licenciado en Administración de empresas (UBA). Contacto horaciokrell@ilvem.com
* Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
Ilvem es una entidad educativa cuya misión es el desarrollo de la mente humana en el marco de la teoría de las inteligencias múltiples (espiritual, emocional, intelectual, creativa, artística, estratégica, corporal, social, comercial, comunicacional y digital).
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