Ante el tsunami financiero pareciera que no existen soluciones. La crisis fue provocada por una disfunción de la sociedad. El dislate está provocando efectos negativos sobre la economía real. Por otro lado, los gobiernos no generan estrategias preventivas y descuidaron la formación para combatir el desempleo y la caída del ingreso en la jubilación. Proponemos abordar al trabajo en un sentido amplio, como la coexistencia de diversos formatos laborales donde el empleo es sólo uno -y no siempre el mejor-.
¿Trabajo o empleo? El dilema del día después a la graduación es: ¿seré empleado, auto empleado, dueño? El sistema orienta a un ideal de empleo inexistente, sin capacitar para emprender, ahorrar para las malas épocas, invertir y administrar el tiempo. Así, se crea la mentalidad de empleado. Al no saber utilizar el cerebro ni contar con redes sociales se pierden recursos de búsqueda de la oportunidad.
El problema es conciliar el futuro con la misión personal. La confusión entre persona y rol laboral es frecuente: soy jefe de compras, contador, revela la fusión entre función y personalidad. Para complicar el problema, según la ley de Peter, se asciende hasta un nivel de incompetencia que apresura la salida del mercado laboral: cuando el buen vendedor es nombrado jefe de ventas, advierte que no está preparado para serlo.
Aprender a emprender. La Argentina cayó en el ranking de emprendedores, y podría caer más. Crecieron con la crisis 2001, pero retrocedieron cuando la economía mejoró.
Hay que formar emprendedores por oportunidad y no por necesidad. El emprendedor por necesidad nació del quiebre del seguro de empleo. Para evitar que la crisis nos devore hay que asumir la inversión en uno mismo. Se trata de convertirse en un viejo joven, manteniendo la curiosidad creativa del niño porque el niño es el padre del hombre.
Para ofertas basadas en trabajar sobre resultados, existe una tradicional aversión. En la escuela no se enseña a vender ni a venderse a uno mismo: el marketing personal. YO S.A es el hombre que en las buenas épocas supera la tentación al consumo, separa gasto de inversión, cambia el ingreso ganado con el sudor de la frente, agregando inteligencia.
La mejor respuesta es detectar oportunidades, fabricar buenas ideas, aliarse estratégicamente o asociarse a una franquicia seleccionada por convicción para enamorarse de su futuro trabajo. En las nuevas formas de gestión, enseñan los triunfadores, que son los mejores maestros. Somos libres para decidir pero no para evitar las consecuencias. Verdi, expresó sobre su longevidad creativa, “toda la vida busqué la perfección pero todavía no la puede alcanzar”.
Ser parte de la solución o del problema. El empleo se parece a una especie en extinción y buscamos la solución en el lugar equivocado. Antes, los gerentes eran responsables por sus subordinados, ahora se concentran en la misión y tercerizan lo demás. La oportunidad es darse a cuenta a tiempo para ser el elegido, aprender a vender y consolidar la calidad del servicio, ya que si no funciona se lo cambia, y se acabó. Cuidar el trabajo era la responsabilidad del Estado, ahora se transformó en un esfuerzo personal.
Desarrollar el olfato emprendedor. El olftato vincula percepción con emoción. Con la bipedestación crecieron los sentidos intelectuales como la vista y el oído y retrocedieron los sentidos químicos. El hombre fue más allá del buen olfato que tienen los animales ya que posee el talento para descubrir su buen olfato en los negocios o la capacidad de realizar exitosamente una tarea difícil. Para Platón, el comienzo es el aspecto más importante del trabajo. El emprendedor posee el don de darle forma a las ideas, de hacer que las cosas ocurran y de convertir sus ideas en iniciativas, planes y proyectos.
El poder emprendedor. Moviliza la energía espiritual, hace del espíritu materia, descubre lo que le apasiona tanto como para que sea el eje de la vida. Para lograrlo hay que sumar conocimiento y acción. De allí nacen las ideas y de su gimnasia surge la oportunidad, que es la invención de una solución para un problema descubierto por estar en el momento justo en el lugar correcto.
No se trata de azar sino de la buena suerte que consiste en convertir sucesos comunes en éxitos futuros. Para Pasteur, el azar sólo favorece a las mentes preparadas y para Einstein la imaginación es más importante que el conocimiento. Por eso no hay que esperar pasivamente, debemos ir a su encuentro.
Lo que soy y lo que hago debo conectarlo con los demás. Además participar en una exposición, concurrir a congresos, viajar, etc., va generando el caldo de cultivo para desarrollar el olfato emprendedor. El contacto es básico porque de 60 ideas sólo una tiene éxito pero hay que producir 60 para que una triunfe.
Desarrollar el olfato emprendedor. Bernard Shaw dijo que “la persona razonable se adapta al mundo y la persona irrazonable adapta al mundo a él: todo el progreso depende de la persona irrazonable”. Otro factor es la inteligencia social: dime con quien andas y te diré quien eres. El emprendedor no se queda sólo con sus recursos, su actitud de apertura y sus relaciones, siempre tiene in mente un proyecto.
Sin embargo, no todas las acciones ni las ideas son efectivas. Para desarrollar el olfato emprendedor hay que aprender en la acción, el feedback continuo con la realidad evitará que los errores se conviertan en hábitos. El emprendedor exitoso aprendió a inhalar el olor de la información y a exhalar el perfume del conocimiento, a transitar por los canales correctos, a convertir la necesidad del cliente en el deseo por el producto que ofrece. La sed existe, hay que lograr que el deseo elija nuestra solución antes que la del competidor.
Dónde está la sabiduría. El desarrollo del olfato comercial requiere volver a las fuentes para potenciar el conocimiento con la experiencia. Así se crea el círculo virtuoso del desarrollo del olfato emprendedor. El costo tiempo de los proyectos conviene volcarlo a proyectos viables, atractivos y que generen valor económico. El olfato emprendedor representa a la sabiduría y surge de la interacción entre el saber, la práctica, la creatividad y la innovación que surgen del modelado de un cerebro creador. El enfoque estratégico recicla el proceso y debe responder estas preguntas: ¿Dónde estaba ayer? ¿Dónde estoy hoy? ¿Dónde quiero estar mañana? ¿Cómo haré para conseguirlo?
* Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
Ilvem es una entidad educativa cuya misión es el desarrollo de la mente humana en el marco de la teoría de las inteligencias múltiples (espiritual, emocional, intelectual, creativa, artística, estratégica, corporal, social, comercial, comunicacional y digital).
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