Aprender a perder * por Horacio Krell Un mandato social nos impulsa hacia el éxito: para el ganador todo y para el perdedor nada. Se creyó en creer que el líquido derramado de la copa de los ricos llegaría a los pobres. Pero esto no ocurrió, hoy hay que aprender a perder Aprender a ganar Su piedra filosofal fue: aprender a ser, aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a convivir. Pero no hay convivencia, en la pirámide del éxito sólo hay lugar para pocos ganadores. He aquí la contradicción entre la teoría y la práctica. El mensaje es ganar a cualquier costo Nada fracasa tanto como el éxito Cuando finalmente prueba el sabor de la derrota, aparece la frustración, el miedo, la depresión, rebaja su autoestima, niega su responsabilidad, se excusa. A mayor éxito mayor temor a caer. Es que no aprendió a perder. El valor se mide en la adversidad, no cuando se gana. La victoria tiene muchos padres, la derrota es siempre huérfana. La resiliencia – la capacidad de fortalecerse en la adversidad- es la carta de triunfo de los perdedores. La respuesta del perdedor Aprender a perder El perdedor que gestiona su conocimiento, no sabe cómo lo hace pero logra buenos resultados. Las crisis son batallas cruciales. El mal perdedor creyó que la pérdida tenía un límite, en ellas se rebela y pide que se vayan todos. Sin embargo, siempre pierden y ganan los mismos ¿Cuál es el conocimiento que rinde? ¿Cómo se adquirió? ¿Cómo se administra? No se puede vivir sin gestionar el conocimiento y sin obtener otro nuevo con el aprendizaje. La sabiduría reúne al conocimiento con la experiencia y crece con los desafíos y derrotas en la vida. Derrotas buenas, derrotas malas La ley de Murphy es una ley maestra: “lo que puede salir mal va a salir mal”. El antídoto es ser previsor en los detalles y no tener creencias rígidas. Al dogmático su creencia le impide pensar. El conocimiento es relativo por el avance de la ciencia y de la imaginación. Su combinación, el poder inteligente, es querer con eficacia. Diferencia entre el fracaso y el éxito Hay que evitar la trampa del pasado que aplica recetas a contextos diferentes y la trampa del presente que pierde de vista los valores. El error es olvidarse de construir el futuro. Y desarrollar virtudes: objetividad con subjetividad, argumentar sin acomodarse a las creencias, contrastar las hipótesis para comprobarlas. Se trata de entrenar el pensamiento crítico, creador y estratégico. Necesitamos confiar en que las cosas ocurrirán de un cierto modo. Suponemos que comprendemos, que nos dicen la verdad y que por alguna razón lo hacen. Pero si sospechamos podemos negar la presunción. El error se arregla muchas veces cambiando la manera de mirar. Por la ignorancia erramos, y por las equivocaciones, aprendemos. Thomas Watson, el legendario ex presidente de IBM, dijo: “el buen juicio viene de la experiencia, la experiencia viene del mal juicio”. CEO de Ilvem, Contador Público y Licenciado en Administración de empresas (UBA). Contacto horaciokrell@ilvem.com * Horacio Krell. Director de Ilvem. Secretario de rel. internacionales de UAF Unión Argentina de Franquicias y Propulsor de UP Unión de Permutas. Consultas a horaciokrell@ilvem.com. Ilvem es una entidad educativa cuya misión es el desarrollo de la mente humana en el marco de la teoría de las inteligencias múltiples (espiritual, emocional, intelectual, creativa, artística, estratégica, corporal, social, comercial, comunicacional y digital). Informes en www.ilvem.com o al teléfono 48215411. |