George Orwell en “Rebelión en la granja” describe como  los cerdos se rebelan contra sus dueños humanos: “Cuatro patas, sí, dos patas, no". Las cuatro patas garantizan la estabilidad y el equilibrio, lo que los animales de dos patas no poseen. Es una sátira a la política, entonces cuando los cerdos consiguen alcanzar el  poder, invierten el slogan.
En economía, la salud la mide el  ingreso por habitante. Esta fotografía estática puede convertirse en una película sin final feliz. Así Kuwait con un ingreso similar al de Suiza lo asienta en una sola pata: el petróleo. Suiza combina varias: servicios bancarios, seguros, manufacturas de calidad en ingeniería y medicamentos, turismo y  agricultura.

El mundo vivió desorientado en las últimas décadas porque el capitalismo financiero se adueñó de la economía real. Los últimos estudios no advierten creación de riqueza desde comienzos de este siglo. Los estadounidenses veían que sus casas se valorizaban más que las hipotecas, la inflación crecía rápido y no hacía falta ahorrar. El tsunami financiero comprobó luego que la valorización era ilusoria pero la deuda era bien real.

La maldición de los recursos naturales. Es una paradoja que países ricos tengan pueblos pobres. Noruega, rica en petróleo y gas es la excepción, ocupa el primer puesto en desarrollo humano con una economía planificada. En cambio, Finlandia, Suecia y Dinamarca, sin petróleo construyeron economías exitosas basadas en la innovación.

¿Qué le sucedería a Noruega sin esos recursos? No sería competitiva. Noruega no sufre la maldición porque no tiene corrupción pero Bolivia ocupa el puesto 117  y Venezuela el 130  en el ranking mundial. Noruega utiliza sus recursos sin inteligencia  pero actúa honestamente y el pueblo se beneficia. Venezuela ocupa el puesto 77 en desarrollo humano, Bolivia el 113, evidentemente no son  Noruegas latinoamericanas.

Muchos países querrían tener rentas petroleras; pero la dependencia de un recurso debilita otras fuentes de ingreso. El petróleo paga bienes importados, no se cobran impuestos a la nafta y su precio es artificialmente bajo. Sin un gobierno responsable, reina la corrupción y se distorsiona la economía, como ocurre en Venezuela o Nigeria. Otro riesgo es la caída súbita del precio. Países con grandes expectativas en razón de los precios de sus commodities, están ahora retrocediendo.

Irlanda  tuvo varias patas: pertenecer a la UE y al euro, desarrollar la cadena de montaje y fabricación, una industria de servicios floreciente, agricultura sólida y un elevado turismo. Pero despilfarró  sus ganancias en hipotecas inmobiliarias insostenibles. Nuevamente, una pata creció exageradamente y termino volcando todo lo que había sobre la mesa.

La realidad es la única verdad. La verdad tiene sus tiempos pero a la larga se impone. El consumismo estiró la cuerda hasta que se rompió. Romper el convenio con el sentido común se paga caro.  El peligro de poner  todos los huevos en la misma canasta es que los huevos se rompan.  Para apostar hay que conocer los puntos fuertes y débiles, las oportunidades y amenazas. Ni siquiera el dinero es seguro, el rey Midas, que convertía en oro lo que tocaba, se murió de hambre.
Responder a los desafíos depende de la capacidad de percepción y decisión. Tenemos siempre la libertad de decidir, lo que no podemos evitar son las consecuencias de nuestras decisiones.

Programa inteligencia país. Los países mejor preparados son los que invierten en educación. Generan mecanismos de igualdad de oportunidades con diferencias sociales aceptables. Dan espacio al potencial creador y forman canales de participación - la inteligencia país se construye desde abajo-. Desarrollan en paralelo la capacidad de aprender, hacer, adaptar y crear. Así retienen a la gente que es su capital social. Los países pierden si la inteligencia se va. El desafío pasa por la educación. No se trata de dar información sino de alcanzar la sabiduría con una forma de ser, de crear y de hacer.

EEUU tiene patas fuertes, pero un serrucho potente las ataca. Como el rey Midas puede crear dinero, pero si lo usa mal aumentará la magnitud de sus problemas. Lo grave es que una pata  de EEUU  -la ideología- se resiste al cambio. En febrero 2009 Obama sigue apostando a capitalizar a los bancos en default antes que a nacionalizarlos, prefiere el trato amistoso con la banca y que el fisco –sustentado por el contribuyente- cargue con el problema. Así desnuda la lucha entre principios enfrentados ¿nacionalizar o subsidiar? Alemania e Inglaterra están nacionalizando sus bancos. Nacionalizar es la pata que le falta a Obama para salir de la crisis ¿O dejará que la rebelión en la granja lo haga fracasar? El feedback permanente con la realidad es lo que evitar que su error se convierta en hábito. La pata fundamental para el cambio afortunado se encuentra radicada y disponible en el territorio inexplorado del cerebro.