ILVEM es mundial
Quería comentarles hoy cómo se deben relacionar el arte y la ciencia. Para Einstein el arte es el modo de llegar a las verdades más profundas por el camino más sencillo. El artista se libera de las reglas para poder crear.
Una regla es un acuerdo por consenso. A esto apunta la ciencia normal. Cuando aparecen discrepancias entre la regla y la realidad los científicos barren la basura debajo de la alfombra, hasta que un revolucionario rompe la regla. Por eso Freud dijo que la herejía de una época es la ortodoxia de la otra. Un loco es loco hasta que tiene éxito, a partir de allí es un genio.
El peso del cerebro de Einstein era igual que el de cualquiera, la diferencia estaba en cómo lo hacía funcionar. Sabía que las ideas creativas que impulsan a la ciencia no surgen del hemisferio lógico del cerebro. Por eso dijo que la imaginación es más importante que el conocimiento.
La relación ciencia-arte se produce en el acto de la creación de la hipótesis, la que no necesita ser lógica ya que la ciencia sabe como verificar su valor. La imaginación sabe burlar al aparato represor que traba la creación.
La fórmula del benceno que impulsó a la química orgánica, la aspirina, la gasolina, el detergente sintético, nació en forma inesperada. Kekulé se durmió mirando el fuego del hogar. En el sueño unos átomos juguetones creaban serpientes. De pronto una se mordió su propia cola y giró dando vueltas en círculo. Ese es el formato del benceno.
____________________________________________
También deseo que vean el modo de educar al cerebro para elevar su potencia de realización. Es hora que aprendamos a usar el cerebro y a despertar al gigante dormido. Como dijo Disney: si lo puedes soñar lo puedes hacer.
Edison dijo el genio es un 10% de inspiración y un 90 % de transpiración. Para demostrarlo nada mejor que explicar el sueño que generó el Principio de Arquímedes que dice “todo cuerpo sumergido en agua experimenta un empuje igual al peso del agua que desaloja”.
Hierón, monarca de Siracusa, entregó a un joyero oro y plata para hacer una corona. Hierón desconfió de su honradez y pidió a Arquímedes que investigara. Arquímedes trabajando noche y día y pese a ser un hombre de ciencia no podía encontrar la solución. Un día al dormirse en la bañera, el agua se derramó y le produjo una asociación repentina. Se despertó sobresaltado y dedujo que ante la resistencia del agua el cuerpo parece pesar menos. Tal fue su excitación que salió desnudo al grito de ¡Eureka! ¡Lo encontré! Luego comprobó la estafa comparando la diferencia entre la corona del joyero y otra genuina.
Tenemos dos cerebros uno racional, verbal, planificador y otro emocional, visual, intuitivo. Si los aliamos estratégicamente, entrenándolos a través del cuerpo calloso que los comunica, con el software de la inteligencia, arribaremos al poder inteligente. El poder inteligente es querer con eficacia. Un ciego y un paralítico perdidos en el bosque sólo se salvan cooperando. Así el corazón y la razón se potencian cuando el paralítico se monta sobre la espalda del ciego, le señala el camino y éste lo conduce a la salida.
Deseando que tengas un buen fin de semana me despido hasta el próximo boletín.
Dr Horacio Krell, CEO de Ilvem
40 años dedicados a desarrollar y expandir la inteligencia por el mundo.
Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
|