ILVEM es mundial
La ciencia avanza paso a paso y se potencia como una bola de nieve. Pero su éxito y el de su hija la tecnología no tuvo el efecto deseado en los asuntos humanos. Pruebas a la vista: cada vez más niños se mueren de hambre. La brecha crece, el hombre sube por la escalera y la tecnología asciende por el ascensor. Así aumenta la distancia entre ciencia y desarrollo humano-social. Es que vegetales virus, animales y genes ofrecen un campo sencillo, mientras el hombre no, convertido en el lobo del hombre produce memes -la versión cultural de los genes-.
La educación atrasa y retrasa. Juega en el pasado y es superada por lo nuevo en el campo del saber. Por qué no hacer que la escuela y el cerebro de millones de niños sean el laboratorio de la ciencia social.
Para eso deberíamos declarar a la educación y a la igualdad de oportunidades políticas de Estado y no políticas de los gobiernos de turno. Los países que lo hacen como Finlandia lideran en desarrollo humano y social. Los países que crearon una ciencia sin conciencia condujeron al mundo a guerras suicidas, calentamiento global y tsunamis financieros.
La ciencia sin conciencia no tiene la brújula de la inteligencia emocional. La inteligencia situacional es la habilidad de elegir el problema correcto. La sabiduría se nutre del conocimiento y la experiencia. El hard power de la ciencia debe sumar el soft power de la inteligencia. Una brújula que nos oriente debe suplantar al radar que sólo registra y repite. El poder inteligente es querer con eficacia. ¿Qué mundo queremos crear?
Deseando que tengan una buena semana me despido de ustedes hasta el próximo boletín.
Dr Horacio Krell, CEO de Ilvem
40 años dedicados a desarrollar y expandir la inteligencia por el mundo.
Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
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