En 1625 cerca de Roma nació un becerro de dos cabezas. Las opiniones se dividieron entre los que privilegiando al cerebro decían que eran dos animales mientras que los que elegían al corazón afirmaban que se trataba de uno.
Desde Galeno se creyó que en las cavidades cardíacas se producía la vida y que en el cerebro se transformaba en espíritu animal dando lugar a los movimientos corporales. Hoy el debate se reactualiza con la teoría de las inteligencias múltiples y de la conducta humana: ¿el hombre es instintivo, emocional o racional?
Su sistema nervioso se constituye por capas superpuestas. El tronco cerebral se asemeja al encéfalo del reptil controla los instintos y no aprende de la experiencia.
Con los mamíferos y la procreación vía parto surgieron los afectos y una capa se agregó al cerebro para procesar las emociones. Al fin el cerebro racional se instaló en la corteza cerebral caracterizado por el lenguaje y el pensamiento.
La falla del cerebro es que no es preciso como la mano, que sustituyó por completo a la garra del animal. El cerebro no sabe armonizar las áreas en conflicto. Las conductas instintivas están programadas desde el nacimiento, por lo que no se puede proclamar la libertad del pájaro sólo porque puede volar.
El animal nace casi perfecto el hombre no y esa debilidad será luego su principal fortaleza. Su cerebro tiene un ámbito no programado genéticamente, una página en blanco a completar según la calidad de las experiencias en su vida.
Esa misma dependencia del amor de sus padres es la que hace de su vida una oportunidad: la de transformar el instinto natural en la libre elección de su futuro. En esa capacidad reside la aventura humana. Así nació el hombre pero se perdió la llave de acceso para comprenderlo y educarlo mejor.
La educación como los estudiosos del becerro de dos cabezas plantea un falso dilema al concentrarse en una fragmentación, en los aspectos intelectuales olvidando la esencia de su poder creador. Dicho privilegio se otorga al hemisferio izquierdo porque el racionalismo con los conceptos maneja al mundo.
El hemisferio izquierdo - la sede de la razón- actúa paso a paso justificando uno por uno, genera circuitos que se refuerzan con la experiencia, los que se autoorganizan y que luego se repiten por hábito llevando a excluir las nuevas posibilidades.
Las imágenes, la belleza no interesan. Sin alfabetizar y reposar en el hemisferio derecho aumenta la eficacia y mejora la creatividad y la capacidad de elección.
Con la aparición de la PC tenemos ahora el cuarto cerebro: el digital, que es la extensión natural o artificial de la mente y que es el resultado de su poder creador.
La metodología de trabajo intelectual que proponemos armoniza el interior del sistema nervioso humano y lo integra con el digital produciendo la sinergia positiva que se da cuando las partes se unen en armonía. Así la inteligencia racional se monta sobre las demás como un paralítico y un ciego perdidos en el bosque se unen para poder salir.
Como dijo Pascal: “El corazón tiene razones que la razón no entiende.”
Me despido de ustedes hasta el próximo boletín.
Dr Horacio Krell, CEO de Ilvem
40 años dedicados a desarrollar y expandir la inteligencia por el mundo.
Consultas a horaciokrell@ilvem.com.