Buenos Aires, 24 de octubre de 2009
El martes 27 es del día del emprendedor. El centro de emprendedores de la UTN ( Universidad Tecnológica Nacional) nos invitó a exponer sobre “ El cerebro del emprendedor”. Quedan todos invitados
¿Existe el cerebro del emprendedor? Desde punto de vista anatómico el cerebro es parecido en todas las personas tal como lo demostró el examen del cerebro de Einstein.
La diferencia está en cómo él lo hacía funcionar. Esto abre una gran esperanza de cambio ya que bastaría con conocer el software que usaba y adoptarlo.
La PNL (programación neurolingüística) facilita ese trabajo. Programación significa que los humanos repetimos y organizamos nuestras conductas exitosas. Neuro implica que el cerebro las automatiza, de este modo no hay que pensar cada cosa que hacemos. Lingüística se refiere a la manifestación verbal o no verbal de la conducta.
La PNL tiene su lado negativo, es el hábito de repetir respuestas programadas aun en situaciones nuevas. Por eso es que nada fracasa tanto como el éxito. Nos justificamos diciendo: ¿por qué cambiar si nos va bien? Porque nuestros competidores combinan el bench marking – la comparación con los mejores- la PNL – para imitar sus métodos- y la destrucción creativa- destruirse a sí mismos antes que nos liquide la realidad.
Por eso el cerebro del emprendedor debe aprender a destruir creativamente todas las programaciones que ya no le sirven, autodestruirse antes que lo haga un competidor.
Si tuviéramos que dictar un curso de entrepeneur en 3 minutos les diría que tengan claro los objetivos y que los mismos no provengan de la razón sino de la pasión.
El cerebro intelectual opera sobre la base emocional, así como el paralítico y el ciego se salvan, perdidos en el bosque, si el paralítico se monta sobre las espaldas del ciego.
El primer paso es tener in mente el objetivo. El segundo es trazar el plan y controlar la acción por si se aparta del objetivo. El 3er punto es tener la creatividad y la flexibilidad para variar el plan cuando la realidad nos muestra que algo falla. Como decía Aristóteles la realidad es la única verdad. Y el que falla al planear planea fracasar.
El poder inteligente es querer con eficacia, darle inteligencia a la pasión. El poder inteligente -smart power- reúne el poder duro –hard power- que predomina en el hemisferio izquierdo del cerebro y el soft power que caracteriza al hemisferio derecho.
El hemisferio izquierdo procesa palabras y genera conceptos. El derecho trabaja con imágenes y genera las ideas. El hemisferio izquierdo es lógico, racional, hace lo que debe hacer según las leyes de la lógica. Si dos no quieren uno no puede, por eso Pascal dijo: “ el corazón tiene razones que la razón no entiende” No hay poder inteligente sin una alianza estratégica entre el corazón y la razón. El hemisferio izquierdo es estratégico, avanza paso a paso hacia el objetivo. El hemisferio derecho es intuitivo, las ideas le vienen de golpe.
¿Cómo se accede al poder inteligente? El emprendedor debe examinar siempre si lo que hace lo apasiona o si la burocracia domina ahora su cerebro. Para lograrlo debe aprender los métodos de la excelencia. Tal como dijo Nietzche “ los métodos son la mayor riqueza del hombre” ¿ Desearía usted que su cerebro funcione a las mil maravillas? Si usted leyó esta nota antes del 27 de octubre lo invito a la conferencia de la UTN, si uste la leyó después escríbame a horaciokrell@ilvem.com
Deseando que tengan una buena semana me despido de ustedes hasta el próximo boletín.
Dr Horacio Krell, CEO de Ilvem
40 años dedicados a desarrollar y expandir la inteligencia por el mundo.
Consultas a horaciokrell@ilvem.com.