Buenos Aires, febrero de 2010
La caja negra, es un término que se refiere a los sistemas en los que se desconoce cómo funcionan. Es por eso que se denomina así al cerebro.
La inteligencia espiritual no es un monopolio de las religiones, es un patrimonio del hombre. Conecta espíritu y materia, se ocupa de la trascendencia, de lo sagrado, de las virtudes de perdón, gratitud, humildad, compasión, de comprender que somos parte de un todo con el cual necesitamos conexión. Algunos lo hacen orando, otros asumiendo su responsabilidad social, practicando las leyes espirituales del amor, paz, felicidad. Son los que mejoran la calidad de sus vidas.
Cuando el intelecto olvida la compañía del espíritu, degrada el medio ambiente, las creencias, la familia; es decir lo que más importa. La sociedad del consumo impide visualizar que el niño es el futuro de la humanidad y procrea autómatas altamente capacitados.
Para que la tecnología se humanice debe congeniar con la fuente. El espíritu individual y social se nutren, la enfermedad del espíritu se paga, la bancarrota espiritual precede a la económica. Recordemos que el niño es el padre del hombre que será.
El que no hace no se equivoca pero tampoco aprende. El mono "conservador" prefirió la seguridad del árbol y se aferró a las ramas. De él descienden los simios actuales. El mono “progresista" dejó el árbol, se arriesgó a la incertidumbre de la llanura, y se hizo hombre. La bipedestación logró que la mano liberara a la boca de la tarea de tomar el alimento, el rostro se aplanó, el ojo se convirtió en el órgano intelectual y el cerebro creció.
El salto mayor fue la invención del alfabeto. Su tallado en el cerebro le dio al hombre la capacidad de comunicación que ninguna otra especie posee. El problema actual es que prevalece una razón mecanizada dirigida por la sociedad de consumo y por un pensamiento light donde casi todo da igual. Entonces no existe la pasión que es el motor de la inteligencia.
No es difícil trazar objetivos, lo complejo es tomar la decisión de ir por ellos y hacerlos realidad. El sabio es el único capaz de alcanzar la meta porque une el conocimiento con la experiencia. Para Nietzche los métodos constituyen la mayor riqueza del hombre. El poder inteligente es unir el querer con eficacia.
Alguna vez se dijo que el corazón tiene razones que la razón no entiende. Hoy que sabemos cómo funciona la caja negra es necesario aprender a usarla para potenciar el rendimiento del individuo y de la sociedad.
El cerebro ha recorrido un largo camino. La razón instalada en el cerebro humano inició el camino de la superación pero también el de la perversión. La emoción abrió el camino a la conciencia y al contacto social, la credulidad lo predispuso a aceptar lo mágico, la curiosidad lo acercó a la ciencia.
El cerebro produce el pensamiento como el estómago el jugo gástrico, el hígado la bilis y el riñón la orina. Sin equilibrio entre acción y reflexión se cae en la agitación impulsiva o en la depresión paralizante.
Como productor de la cultura el cerebro configurará nuestro futuro. La ignorancia también estimula formulando problemas y misterios. Los problemas se resuelven, ante los misterios no sabemos qué hacer. La ciencia intenta hacer del misterio un problema. Un misterio es el cambio y cambiamos el cerebro al aprender. Pero vivimos en la sociedad de la información sin formación, creando hábitos que nos llevan al estrés, es decir que esos mismos hábitos son los que nos crean.
Hemos recorrido un largo camino pero recién estamos comenzando a conocer y reformatear a nuestra caja negra.
Los espero en el próximo boletín
Dr Horacio Krell, CEO de Ilvem
40 años dedicados a desarrollar y expandir la inteligencia por el mundo.