ILVEM es mundial
Buenos Aires, Marzo de 2010
El estado de flujo de concentración plena caracteriza a la persona que se apasiona por lo que hace. Si ese resultado se pudiera lograr con psicofármacos no tendríamos a la gente tan dispersa ni con tantos problemas para administrar el tiempo.
El método educativo AIDA: atención, interés, deseo, acción inicia el proceso porque conecta la concentración con el deseo y con la memoria de corto y largo plazo, evitando el procedimiento habitual que es dejar que el cerebro opere en piloto automático.
El problema esencial es cuando uno no sabe lo que quiere, entonces el pensamiento light se convierte en una brújula poco confiable. Las personas comienzan a usar el radar, un distractor que los conduce a imitar la moda, a los ricos y a los famosos.
Pongamos a la ciencia bajo la lupa para que se dedique a asuntos humanos, el principal laboratorio de la concentración es el aula. Hay diversos tipos de atención: reactiva al suceso, proactiva al objetivo, flotante a las oportunidades. Un conductor que va rápido por la ruta se concentra, el que conversa se distrae. Al estudiar, el lector veloz no es invadido por ideas parásitas, los métodos de concentración son la mayor riqueza del hombre. Sin educar al cerebro la ciencia es inconciencia.
Dos formas distintas de concentración. La Universidad Carnegie Mellon de Pittsburg demostró que realizando actividades simultáneas la efectividad mental disminuye. Dividir la atención es la causa del 85% de los accidentes, ya que concentrarse es mantener la dirección hacia el objetivo. Como los estímulos crecen caben dos opciones: someterse a ellos o seleccionarlos. Evitarlos evita ser invadido pero implica que se pueda perder algo importante. El secreto está en saber cuándo poner o sacar los filtros. Durante la atención involuntaria, la mente que es por naturaleza vagabunda, se distrae cada 12 segundos, -300 veces por hora-
Los peligros de la concentración demasiado activa son la obstinación, la estrechez de miras y la falta de distancia y los de la concentración meditativa la excesiva abstracción y el divague. Par evitarlos hay que centrar la mente durante la acción y en la meditación antes de la decisión.
El principio rector es saber lo que uno quiere, actuar en consecuencia y controlar los resultados. Lo ideal es la apertura durante la gestación de ideas y la atención durante la ejecución.
Deseando que tengan una buena semana me despido de ustedes hasta el próximo boletín.
Dr Horacio Krell, CEO de Ilvem
40 años dedicados a desarrollar y expandir la inteligencia por el mundo.
Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
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