Buenos Aires, Junio de 2010
LA PALANCA DE CAMBIO
Cuando manejamos podemos usar la palanca de cambio o el piloto automático. En nuestra vida solemos actuar en piloto automático con una mentalidad reactiva a lo sucesos. Así cuando algo nos pasa reaccionamos pero si no nos pasa nada, nada hacemos.
Una palanca más efectiva es la proactividad. Es saber lo que uno quiere y avanzar en esa dirección. De esta manera la potencia se incrementa y los resultados se aproximan a la excelencia.
El cerebro regula los cambios y los intercambios. Según la predominancia del hemisferio izquierdo calculador y racional o del derecho intuitivo y emocional se desencadenan acciones en cadena que podemos modificar.
La psicología cognitiva creció sin estudiar la biología cerebral. Asimiló el cerebro al ordenador, bajo el supuesto que los humanos y las computadoras manipulan símbolos. Entonces la psicología eligió el software ante el hardware ignorando la biología cerebral.
Neurobiología política. Un experimento de la Universidad de Nueva York demostraría que la orientación política resulta del procesamiento cerebral. Los liberales toleran la ambigüedad y el conflicto mejor que los conservadores debido a cómo funciona su cerebro.
Estudios anteriores mostraban que los conservadores suelen ser más estructurados y persistentes y los liberales más abiertos. Un electroencefalógrafo registraba la actividad de la parte del cerebro que detecta los conflictos entre hábitos (pulsar una tecla) y respuestas más apropiadas (no pulsar la tecla). Los liberales tuvieron más actividad.
Frank. J Sulloway, del Instituto de Personalidad de Berkeley, dijo que las diferencias individuales muestran relación con la actividad cerebral. Señaló que podría explicar por qué el presidente Bush fue inflexible en la guerra de Irak y por qué algunos percibieron al senador John Kerry, el demócrata liberal, como indeciso al cambiar de parecer.
Con este resultado se puede esperar que los liberales acepten más las nuevas ideas. Para David Amodio, profesor de la Universidad de Nueva York, el estudio analizó un segmento estrecho del comportamiento y que sería un error concluir que un partido es mejor. La tendencia conservadora a bloquear datos podría ser apta en otras situaciones. La orientación política abarca posturas varias y están influidas por la educación y la posición. Así es cómo un liberal puede oponerse a más impuestos y un conservador estar a favor del aborto.
La palanca de cambio. Estos experimentos suponen que las cosas son así, pero no son así por factores genéticos que crearían cerebros de izquierda o de derecha. El cerebro izquierdo es dominante por factores culturales.
El diseño natural no los condena, sólo los une por el cuerpo calloso - la red de fibras nerviosas más extensa del cerebro-. Tampoco lo masculino o lo femenino son categorías rígidas. Si los hombres ahora cocinan es porque hay un ambiente social que los incentiva.
La tecnología de imágenes cerebrales, permite cotejar las teorías sin recurrir a casos puntuales. Conociendo la capacidad que exige la tarea se puede ver en vivo y en directo cómo se activan las zonas cerebrales cuando se está resolviendo un problema.
Pero sin un modelo teórico estas visiones son meros datos. Creer que se puede leer el pensamiento viendo esas imágenes es una idea loca, tanto como pensar que el microscopio supera a la biología.
La neuroplasticidad revela la capacidad del cerebro para modificarse con la experiencia. Esto genera efectos en su organización creando o eliminando redes neuronales. No hay cerebros de izquierda y de derecha sino un reformateo continuo regulado por la palanca de cambio que ejercen en simultáneo el conocimiento, la cultura y el uso del cerebro.
Einstein donó su cerebro a la humanidad. Al estudiarlo los científicos no comprobaron algo especial, salvo que el área asociada con el razonamiento visual y espacial era un 15% mayor que lo habitual, aunque no detectaron si eran la causa o el efecto de su genialidad.
Está claro que investigación requirió un esfuerzo tan concentrado que pudo alterar el cerebro físico. La meditación regular, por ejemplo, puede aumentar el tamaño de las zonas del cerebro que regulan la emoción, según investigaciones de la Universidad de California. Una característica del cerebro de Einstein, es una perilla que se vio en el córtex motor, que pudo ser el resultado de su educación musical temprana.
El cerebro de Einstein era parecido al de cualquiera, la diferencia no estaba en el hardware sino en el software con el que lo hacía funcionar.
Escuchemos sus propias palabras: “Me surge una idea repentinamente y de manera bastante intuitiva”, "Casi nunca pienso en palabras. Un pensamiento me atrapa y tal vez trate de expresarlo en palabras después... no tengo duda alguna de que nuestro pensamiento sucede mayormente sin el uso de signos y de manera inconsciente".
En el descubrimiento de la teoría de la relatividad se imaginó a sí mismo viajando en la punta de un rayo de luz.
Deseando que tengan una buena semana me despido de ustedes hasta el próximo boletín.
Dr Horacio Krell, CEO de Ilvem
40 años dedicados a desarrollar y expandir la inteligencia por el mundo.
Consultas a horaciokrell@ilvem.com.
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