Venderse a uno mismo es lo que buscan las empresas a la hora de contratar empleados, que no son empleados, sino proveedores. Este sistema dio la vuelta al mundo y dejo mucha gente sin trabajo. Por Dr. HORACIO KRELL (*). horaciokrell@ilvem.com
El marketing personal (la técnica para saber "vender" ante los demás las cualidades profesionales propias) es hoy más necesario que nunca. ¿Por qué? Indudablemente porque se produjo una importante modificación en la relación del hombre con el mundo laboral. La nueva realidad del mercado, por ejemplo, hizo que las empresas utilizaran la metodología del outsourcing, mediante la cual se especializan en una función y contratan afuera todo lo demás. Es decir, la técnica está basada en sustituir recursos internos por externos para especializarse en una misión y delegar afuera otras tareas, una suerte de tercerización de servicios. Lo cierto es que las empresas prefieren contratar a las personas ya no como empleados sino como proveedores. Así se produjo la crisis del empleo, fenómeno que se globalizó de tal manera que hasta llegó a Japón, donde antes existía el paradigma del empleo de por vida. Sin embargo, ante esta problemática, muchos trabajadores desarrollaron como respuesta el denominado "empowerment", el desarrollo del poder interior. Desde esta perspectiva se necesita del marketing personal para que las empresas se interesen por los servicios de una persona. El marketing personal es un recurso para pensarse a sí mismo como un "YO S.A" que debe autogestionarse, saber venderse. Esto se relaciona con las 4 A de la educación (el Aprender a ser, Aprender a aprender, Aprender a hacer y Aprender a convivir). También está emparentado con las 4 E del emprendedor (excelencia, energía, esfuerzo y estimulación). Un gran recurso Uno de los recursos más usados hoy en día en esta tarea de "vender" el potencial de uno es el marketing personal digital, o sea, una buena página web propia. Así como pescar no es tirar la caña al azar en cualquier parte, porque la probabilidad de éxito sería baja, en lo referente a lo laboral hay que conquistar clientes o empleadores descubriendo sus hábitos y necesidades. El sitio web propio no debe ser una vidriera sino un mostrador. Debe promover el interés de los visitantes con herramientas que generen conexión, aprendizaje, información y buen humor. Otro punto importante es la construcción de una base de datos de las empresas que pueden necesitar nuestros servicios. Esto junto a la web y al correo electrónico permiten un contacto fluido. Profesional no es el que tiene un título, sino el que puede concretar su saber en el mundo del trabajo o el de los negocios. Un proyecto exitoso requiere inteligencia. Entonces, en esa búsqueda un buen consejo es ponerse en contacto con algún experto en páginas web y armar una propia para luego difundirla *Director del instituto de técnicas intelectuales ILVEM. Colaboró en esta nota la Lic. Marcela Krell Clarín, Empleos, 12 de Diciembre de 2004.
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