TODOS LOS NIÑOS PODRÍAN SER EINSTEIN

Por Horacio Krell*

 

Según la teoría de las inteligencias múltiples nacemos con un genio especial, pero no todos sabemos usarlo. La educación enciclopedista que todavía nos rige impide detectar el genio interior y aprender a gestionarlo. El genio queda atrapado dentro de la lámpara de Aladino si falta un modelo de aprovechamiento racional del don. Se debe considerar el tiempo, porque el tiempo pone límites. Después del rayo de magia hay que volver a tierra y administrar lo que se tiene. No hay que devaluar el beneficio de la magia, despojándola del respaldo de la realidad.

Cerys Parnell a los 11 años tenía un CI que supera con 162 los160 de Einstein en el test Mensa que identifica a las personas con alto nivel intelectual. Muchos genios fracasan o tienen problemas de relación. La mayor expectativa puede causar ansiedad y angustia. Tiene un don y debe aprender a utilizarlo, a convertirlo en conocimiento y luego en sabiduría. La escuela nos trata como si fuésemos iguales, cuando somos diferentes. Hay que educar al genio para que sepa qué hacer, no juzgarlo por el potencial, son los valores los que suman. Einstein dijo: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.”

Todos somos genios. Pero tenemos tipo diferentes de inteligencia. Esto se resume en 5 ideas:

1ª: La inteligencia se adquiere. Hay un potencial con que se nace. Es trabajo de los padres estimular, de los maestros formar y de la sociedad dar un contexto favorable que resalte la actitud y la autoimagen del niño, motivarlo a buscar la solución, no dársela. En el fracaso hay falta de estimulación, motivación y baja autoestima. El niño que aprende se hace inteligente. 2ª: Estilos de aprendizaje. El ACTIVO aprende mejor con retos y actividades de resultado inmediato. Aprende peor en segundo plano, cuando debe analizar, interpretar y asimilar datos. El PASIVO aprende mejor observando y analizando, peor cuando debe ser el centro de atención, cuando debe actuar. El TEÓRICO aprende con facilidad con modelos, teorías o sistemas a seguir y peor con incertidumbre. El PRÁCTICO aprende mejor relacionando teoría y práctica y entrenando lo aprendido. Peor cuando lo que aprende no correlaciona con sus fines.

3ª: La necesidad de ser valorado. Es mejor la motivación interna y no la basada en premios y castigos. Hay que aplicar principios de estimulación como agradecer el esfuerzo, dar ocasión para que demuestre su valía,  que vea que no sólo sus padres tienen un concepto positivo de él.

4°. Concentración: memoria y comprensión lectora. La silla de la inteligencia tiene 4 patas: la imagen de uno mismo, la motivación, la habilidad para resolver problemas, la actitud.

5ª: Métodos de estudio. Dominar técnicas para que su aprendizaje sea eficaz.
Los colegios no lo detectan a tiempo. Messi, Borges, Cortázar, Einstein: cada uno se destacó en lo suyo, pero tienen una característica: su alta capacidad para el aprendizaje. Hay alumnos que tienen capacidades especiales. A muchos se los identifica, cuando se advierte la amplitud de su vocabulario, cómo entiende rápido los conceptos, el tipo de preguntas que hace, cómo resuelve problemas. Pero a muchos que tienen su genio interior, el sistema no sabe detectarlo.

En sociedades mediocres una virtud es una pesada herencia. Es usual ver incómodo al alumno superior, como termina antes se inquieta y tiene problemas de conducta o sufre bullying de sus compañeros. Y la maestra cita a los padres porque el chico es demasiado imaginativo.

El sistema educativo suele dar prioridad a los chicos que tienen problemas de aprendizaje, que les cuesta. Para ellos, hay una batería de posibles respuestas ya diseñadas, clases de refuerzo y una atención especializada. ¿Y para los chicos que aprenden más rápido? Los superdotados”, “talentosos” o “precoces”, son muchos más de lo que se cree. No existe registro estadístico, pero entre los expertos hay consenso en que rondan entre el 12 y el 15%. Casi tres por aula.

Se conoció un fallo de la Justicia que le dio por aprobado el secundario a una adolescente de 15 años con altas capacidades que no había cursado los contenidos  en forma presencial, sino a través de una opción a distancia que cumplía con la currícula establecida. 

Si bien la Ley de Educación dice que las autoridades deben facilitar la identificación, evaluación temprana, seguimiento y orientación de chicos talentosos, en la práctica sólo hay cinco escuelas -privadas- preparadas para su integración, que están en Capital, Pilar, Mendoza, Salta y Jujuy.

El Norbridge. Está en Capital y lo que cambia es su enfoque pedagógico. La escuela se adapta al alumno que puede ir armando su propio recorrido, salteando grados y años de cursada.

Sus principales herramientas pedagógicas son la "planificación diferenciada" a la capacidad de cada alumno, la "compactación curricular" que es explotar el factor capacidad y el trabajo por “temas de interés” agrupa a chicos de diferentes grados y edades. Cuentan con herramientas cognitivas especiales, son formas de abordar las tares para que no sean repetitivas o sin sentido. Esto genera un ambiente lúdico que valora lo particular. Otro aspecto que se destaca son las tutorías.  Se nutren de las teorías de la mente, como neurociencias, inteligencias múltiples, el método de casos e inteligencia emocional. No es una “escuela para chicos genios”, pero su enfoque tiene en cuenta a los chicos con alta capacidad para que puedan potenciar su don. 

Herramientas múltiples. La "planificación diferenciada” permite al docente que si un chico tiene más capacidad, ofrecerle un programa distinto y hasta la “aceleración” (acompañado por directivos, docentes, familias y gabinete). Otra herramienta es la compactación curricular”, que trabaja al máximo en lo que el chico tiene alta capacidad. El currículum es un océano de un centímetro de profundidad. Pero en el área que el chico es talentoso le ofrecen 10 centímetros. Lo aceleran, lo hacen competir en Olimpiadas. Si todo le queda chico, diagraman una actividad de la cual va a ser el director. Otro recurso es agrupar a los chicos por áreas de interés y talento. Por ejemplo, talleres de robótica avanzada para todos aquellos que tengan especial capacidad.

En los análisis se toma el típico test de cociente intelectual (CI). Pero esta es apenas una de las herramientas. Hay otras inteligencias que también se analizan con el diagnóstico para saber si se trata de un chico con alta capacidad. Entre estas inteligencias está la capacidad de liderazgo, la inteligencia emocional y el vínculo socio afectivo con el resto de los compañeros, etc.

¿Escuelas especiales o comunes? Unos creen que el Estado tiene que generar escuelas especiales para chicos con altas capacidades, mientras que otros proponen que los estudiantes talentosos vayan a escuelas comunes. Ricart, director del Norbridge cree que el Estado debería crear una escuela para chicos de alta capacidad por provincia. En el deporte se ve claramente. Hay centros de alto rendimiento, como el Cenard, que son para deportistas con más potencial.

Cuando estos niños no logran satisfacer sus necesidades educativas bajan su rendimiento, presentan problemas de conducta y de adaptación. Algunas veces se aíslan, se retraen o bajan su rendimiento para ser aceptados. Piensan, aprenden y se comportan diferente. Algunas veces se aíslan, se retraen o bajan su rendimiento para ser aceptados. Otras, son mal diagnosticados siendo sometidos a tratamientos que llevan a la pérdida de sus capacidades

Lo que debe ser igual para todos. La igualdad de oportunidades implica que todos deberían recibir similar educación, debe convertirse en una política de Estado.  Hay sistemas para detectar (orientación vocacional) y para desarrollar (metodología intelectual) las capacidades del niño. El Mindfulness es un método que trae la atención al aquí y ahora, a una mente que es por naturaleza vagabunda. Estimula a aceptar lo que surge y a atender una cosa a la vez.   Al domesticar la atención se la libera de la dictadura del futuro y de las anclas del pasado. Ocuparse rinde más que preocuparse. La atención plena incluye prácticas cotidianas: Comer con sabiduría, dejar que los pensamientos fluyan,  relajar el cuerpo, descansar de la tensión emocional al no alimentarla, practicar yoga: alinear la postura, las técnicas de relajación y respiración para tomar conciencia corporal y eliminar tensiones. La Escuela de Salud de Harvard halló que la atención plena conduce al incremento de la materia gris en el cerebro.

La regla de las 10.000 horas. Cuanto más se analiza a los grandes genios, menor es el papel que se advierte en lo innato y mayor el del entrenamiento. Para Edison el genio es un 10% de inspiración y un 90% de transpiración. La experiencia nada garantiza. Hay que sumar la reflexión para no tropezar con la misma piedra, aprender, evolucionar y descubrir.

La experiencia es un arma de doble filo si nos deja pegados a modelos exitosos, pero que ya no lo son. La capacidad de desaprender y desapegar son tan importantes como la de aprender. En temas de creatividad, la inspiración pura es para amateurs; las ideas llegan cuando se investiga. Como dijo Picasso: cuando la inspiración llegue espero que me encuentre trabajando. 

El deterioro de la comunicación. Se generalizó una lengua disgregada y vulgar, donde la grosería encubre la carencia de vocabulario. Sorprende que personas revestidas de representatividad social se comuniquen de modo procaz y violento. La construcción cuidadosa de la lengua y un rico vocabulario no son añoranzas. Está en juego un patrimonio del que no deberíamos privar a nuestros chicos. Tienen derecho a  herramientas que les permitan expresar mejor su visión del mundo y de sí mismos, a ser capaces de poner su vida en palabras. Confucio acerca del modo en que comenzaría a gobernar un país dijo: "Quisiera mejorar el lenguaje"

Sintonizar el sistema nervioso humano. El sistema autónomo sostiene la alerta que prepara al organismo a responder. El emocional se basa en la memoria. Ambos brindan al cerebro la energía, según el tipo psicológico predominante: sentimental, sensitivo, intuitivo o racional.

Las funciones se reparten en dos hemisferios conectados. Muchos desvían su origen. Si mi papá es un abogado exitoso debo aprovecharlo aunque nací soñador. Así adquieren competencias que luchan con las preferencias y surge la insatisfacción. Se suele ser muy bueno en un tipo. Los lóbulos frontales tratan el problema: el izquierdo  analiza, encuentra fallas, fija prioridad. El derecho intuye, imagina soluciones novedosas, descubre patrones o tendencias. El lóbulo posterior izquierdo, sensorial, se especializa en secuencias, rutinas, reglas, es objetivo y poco emocional, trabaja con las cosas, el posterior  derecho sentimental, trata de organizar lo que ve con lo que siente creando armonía y paz, privilegiando a las personas.

Tenemos un tipo dominante. El error es  desviarlo, dejar de ser auténtico para acomodarse. Así aparece el estrés. La respuesta inteligente es realista, convierte la percepción en oportunidad. El que utiliza la brújula interior para elegir su preferencia es 100 veces más efectivo que quien maneja sólo la competencia. Un sano equilibrio combina preferencias y modos auxiliares o compensa sus debilidades asociándose con  cerebros complementarios. Instintos, emociones y pensamientos generan conflicto si no se se orientan en la misma dirección.  El que es gobernado por sus instintos puede parecer un reptil.  El que es dominado por las emociones negativas puede tener ataques de emoción, al que  lo conduce un pensamiento frío es capaz de  elaborar un plan  para arrojar una bomba sobre una población indefensa. Disociados son partes del problema. Trabajando en equipo, son parte de la solución.

El estado de flujo. Es el estado óptimo donde las emociones están al servicio del desempeño que se concentra en el acto sin evaluar. Hay sensación de desafío, ni fácil ni imposible, con un gasto mínimo de energía. La atención está relajada y concentrada, el cerebro fresco y tranquilo. No se piensa en la ganancia sino en la tarea, la recompensa es interna y la motivación grande. Hay que motivar a los chicos desde el interior más que con premios y castigos, como una consecuencia natural de sentirse felices con lo que hacen. Hay que ordenar las emociones para que actúen  hacia el fin, controlar el impulso y postergar la gratificación, regular los estados de ánimo para que faciliten el pensamiento, motivarse para persistir a pesar de los contratiempos.

La primera infancia sella el futuro. Un niño de primer grado de escuelas con falencias importantes, no podrá remontar esta desventaja. En Argentina, la calidad de la educación parece no ir de la mano con la inversión, que ha crecido. Se nota en las políticas que se invierte poco en los chicos de hasta 5 años, un período fundamental en la evolución. Los chicos van muchas horas al colegio, pero no aprenden lo suficiente. Existe una desconexión entre las habilidades de los egresados y las que necesitan las empresas.  Por tal motivo el 50% de los alumnos del secundario no logra completar sus estudios, y sólo 1 de 4 está preparado para el mundo laboral.

Coeficientes encadenados. El CI -coeficiente intelectual- mide la capacidad de resolver problemas, el CE, emocional, la posibilidad de automotivarse y motivar, el CES -coeficiente de inteligencia espiritual-  cómo nos relacionamos con el todo y los principios universales. El CES tiene la fortaleza del porqué, el CI y el CCR -coeficiente creativo- sugieren qué hacer, la visión. El cómo hacer, implica el CEJ – coeficiente de ejecución-, el CE es el Quantum de la pasión. La inteligencia espiritual orienta. Mientras que los valores controlan la conducta, los principios generan, suman integridad, cumplir promesas y seguir  la voz de la conciencia.

El cerebro de los genios. Einstein donó su cerebro para descubrir su secreto. No había diferencia de hardware, lo importante era el software que lo hacía funcionar. El cuerpo calloso que conecta los hemisferios reflejaba un tránsito intenso del hemisferio racional y dominante al  creativo. Para Einstein locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes. Creía que la imaginación es más importante que el conocimiento. Las personas geniales suman las condiciones sociales a su despegue. Se necesita un cambio que provoque una reorganización para que, los que no tienen esas ventajas, tengan un punto de partida más equitativo. Bill Gates tuvo a su favor el número mágico para volverse genio: 10 mil horas de práctica. Hay chicos brillantes como él. Es el deber del Estado nivelarlos. El tiempo libre es para divertirse, crear, soñar, descubrir  y salir de la pobreza acumulando horas de práctica. El hábito hace al monje. La educación es la industria pesada que fabrica ciudadanos. Debería también fabricar genios.

* Dr. Horacio Krell, Director de ILVEM. Consultas a horaciokrell@ilvem.com.

 




print.gif  friend.gif