"Si la envidia fuera tiña, cuantos tiñosos habría"
Nunca dejes de brillar. La serpiente perseguía a la luciérnaga que pudo huir el primer día, pero ya sin fuerzas, detuvo su agitado vuelo y le dijo: ¿Puedo hacerte tres preguntas? Puedes preguntar, respondió la serpiente. ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? ¡No! ¿Yo te hice algún mal? ¡No! Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?¡Porque no soporto verte brillar!, fue la última respuesta de la serpiente. La excelencia genera envidia.
Sólo por hoy: recuerda que si te envidian, es señal de que estás brillando. ¡Sigue adelante!
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