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Micro Nº 34
Ilvem te enseña a lograr tu yo ideal pero…¿qué es el ideal del yo?. Es el que uno querría ser. Hay un test que mide la autoestima en conexión con las destrezas de lectura, memoria, concentración, oratoria e inteligencia.
Como el pez que no se da cuenta que el agua existe porque es su medio natural, el hombre no ve como rinde porque se mira en un espejo social.
Y el anclaje con la normalidad no se parece a la excelencia. Por otro lado, el Superyo es el crítico cruel que tenemos adentro mientras el Ideal del Yo sostiene la esperanza.
¿Para qué sirve el ideal del yo? Sin ideales, prevalece la necesidad, pero el deseo no se conforma, busca la satisfacción; y si la tenés clara cualquier obstáculo se vuelve pequeño.
En el test hay un resolutor ideal para que no te conformes con la media: uno crece cuando eleva la mirada. Verdi dijo: “Siempre busqué la perfección pero no la pude alcanzar”.
¿Cómo crece un ideal? En el inconsciente prima el principio de placer, en la conciencia el de realidad que adapta los sueños para lograr satisfacciones reales. Arquímedes despertó alborozado: “¡Eureka!”. Había encontrado su deseo entre el sueño y la realidad.
El Yo vive el presente, pero aprovecha la experiencia, anticipa el futuro y decide si ejecuta o aplaza la acción. Apunta alto, conoce sus límites, y prepara la cuerda que ata el punto de partida al de llegada. Cuando reconoce su deseo, enciende la energía espiritual que llegará al objetivo. El Yo ideal se alimenta de autoestima, y busca la excelencia en un círculo virtuoso porque sabe que la perfección nunca se alcanza.
Para tener el más alto ideal del yo comunicate con ILVEM al 48215411 o en www.ilvem.com.ar
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