ALIANZAS ESTRATÉGICAS

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aprenda a realizar buenas alianzas estratégicas

 

Todas las empresas poseen capacidades ociosas, debilidades y fortalezas, amenazas y oportunidades. Cuando los recursos o los productos  permanecen improductivos, provocan pérdidas, como las que reflejan los asientos vacíos del avión que ya partió.

Las  crisis demandan acción, no quedarse con los brazos cruzados. La personas y las empresas creativas pueden  inventar su destino aún en las peores condiciones. Y la debilidad puede resultar una ventaja, si permite integrarse al mundo global, por ejemplo, con una alianza estratégica  internacional. El test de las alianzas estratégicas productivas es la sinergia positiva , donde  el producto que emerge de la unión es superior a la sumatoria de sus  partes .

La fábrica de ideas es una institución de la Ciudad del Saber de  ILVEM que surgió como aplicación práctica de su curso de Inteligencia Aplicada y que permite ingresar  iniciativas de todo tipo facilitando el escape hacia la creatividad aún ante un clima de negocios deprimido.

Y se construye una red de alianzas  estratégicas y creativas, de manera tal que multiplicando contactos e ideas se logran novedades. Estas nuevas ideas surgen al reunir “optimistas por naturaleza”, dando lugar a  la Fábrica de relaciones productivas.

Las alianzas estratégicas que se promueven son bilaterales o multilaterales, de tipo económico o social, interempresarias o con profesionales y particulares, nacionales o internacionales, etc.

El método para formular las alianzas estratégicas es combinar ideas y personas con sus actividades o conocimientos y observar  la matriz de resultados resultante.

La técnica consiste en provocar al azar: si en el  casillero aparece una idea atractiva al grito de ¡Eureka! se comienza a trabajar.  Esta metodología concibe al crecimiento como un proceso de abajo hacia arriba, donde el capital intelectual, el social y el trabajo en equipo son los recursos.

El concepto primario es ayudar al que me ayuda en conjunción con la calidad ya que la reunión se efectúa entre quienes comparten  instrumentos innovadores. El liderazgo del proyecto es rotativo, siendo asumido en cada caso por quien esté mejor capacitado para conducirlo. Las modalidades prácticas  tienen una regla no escrita: la intención de beneficiar a las alianzas estratégicas buscando oportunidades aprendiendo dónde y cómo  descubrirlas.

Este doble modelo de generación de ideas y  contactos permite procesar  los aportes realizados para verificar el grado de compromiso y de motivación. Se trata de evitar el punto muerto de alianzas estratégicas potencialmente viables, que porque no se usan  se pierden, por falta de ejercicio. La gimnasia de las relaciones y la comunicación  generan valor agregado.

La torta puede disminuir su tamaño pero sigue existiendo. Se la puede hacer crecer o tomar una mayor parte de ella desarrollando de la creatividad . Cuando millones personas  creativas y emprendedoras fabriquen  ideas y tejan alianzas estratégicas producirán empleos para todos los demás ..........y los políticos deberán acoplarse.  

Las buenas alianzas estratégicas integran varios conceptos simples :

1) Si dos no quieren uno no puede: señala la voluntad de realizarlas.

2) Sostener la estrategia personal : clarifica que no debe existir confusión, ni pegoteo.

3) Valorar y reconocer : significa que aliarse con los mejores es recibir su capacidad  sin realizar el esfuerzo que ellos efectuaron para llegar a ser lo que son.

4) Espiritualizar y pragmatizar :  implica aceptar que la idea que los convoca  no debe ser sólo un palabra bonita sino una  oportunidad de concretar un proyecto mutuamente beneficioso.

5) “Ir hacia a las cosas”: representa la capacidad de pasar de las ideas a los hechos,  para que  el tiempo que es un juez inapelable , no las condone por mal formuladas  o ejecutadas. 

6) Sostener una visión magnética del futuro: que atraiga al proyecto hacia su realización, pero sin descuidarse ya que el infierno está poblado de buenas intenciones. 

Las empresas líderes deben comprender que tienen una responsabilidad social. Deben devolver a la comunidad parte del beneficio que reciben de ella cuando sus miembros  eligen sus productos o servicios. Para lograrlo tienen la obligación ética de movilizar sus recursos ociosos en proyectos que generen actividad. El término que solemos usar es  creactividad,  para señalar la unión entre la capacidad de generar y la actuar,  que en términos de quienes asumen individualmente este concepto  se traduce como creoactividad.

Ahora, estimado lector, lo invito a pensar: ¿qué alianzas estratégicas podríamos  hacer juntos?

El Dr. Horacio Krell  es el Director General de ILVEM lo invita a una demostración gratuita en informes@ilvem.com.ar