LA FRANQUICIA COMO NEGOCIO Y COMO TRABAJO
La crisis laboral afectó al sistema capitalista e inclusive al precursor del empleo de por vida: Japón. Entonces se comenzó a diferenciar al empleo - relacionado con la relación de dependencia-, del trabajo - como medio alternativo de generar el ingreso- Hasta el profesional comenzó a preguntarse: ¿ seré empleado, auto empleado, dueño o inversor? Lamentablemente la universidad lo capacitó para el empleo pero no para adaptarse a la nueva economía, ni sobre cómo actuar para poder ganar, ahorrar, invertir y administrar, el tiempo y el dinero. El egresado de cualquier Universidad comprenderá -en carne propia y rápidamente- la diferencia que existe entre ser universitario y ser profesional.
La ley de Peter
Lo que cuesta reconciliar es la función en la empresa con la misión personal. Otra confusión importante es diferenciarse uno mismo del rol laboral. Es frecuente escuchar a las personas definiéndose como: “ soy jefe de compras, contador”, etc, así el individuo se convierte y se restringe a lo que hace. El Hacer reemplaza al Ser. Pero si finalmente se decide a progresar en una empresa, su crecimiento puede malograrse por la ley de Peter, según la cual una persona asciende hasta el nivel de incompetencia. El ejemplo clásico es el del gran vendedor que es nombrado jefe de ventas, cargo para el cual no está preparado.
La trampa del largo plazo
El emprendedorismo creció con la crisis de empleo. Y como está de moda, las universidades proponen programas para emprendedores, pero el graduado tiene urgencias. Keynes afirmó: “ a largo plazo estaremos todos muertos”, sin embargo no sirve ingresar al corto plazo sin pensar en el futuro. Sin marketing personal y con el apremio por ganar dinero, cuando el mediano plazo llegue el conflicto se hará crónico. Si usted quiere progresar deberá saber planificar cómo lograr sus objetivos, asumiendo como estrategia la inversión en usted mismo. Lo que está ubicado entre las dos orejas, nadie se lo podrá quitar.
Diferenciar el azar de la buena suerte
Según Pasteur “el azar favorece solamente a las mentes preparadas”, esto requiere además de saber lo que se quiere, desarrollar el empowerment, que es el poder interior. Convertido en YO. S.A deberá superar la tentación por el consumo, aprendiendo a separar el gasto de la inversión: para poder salir del ingreso ganado sólo con el sudor de su frente, al producido por y con su propia inteligencia.
Compre su propio trabajo
La mejor inversión es capacitarse, entrenarse para producir buenas ideas y alianzas estratégicas. Un medio moderno de progreso es asociarse o comprar una franquicia, elegida en función de aquello que le gusta, para poder vivir y enamorarse de su propio trabajo. En la franquicia enseñan los triunfadores, que se transformarán por lo tanto en sus mejores maestros. Es el paso intermedio entre autoempleo y negocio propio.
Una medida de la riqueza es el tiempo que se podría vivir sin trabajar. ¿ Cómo le gustaría llegar a los 80 años?. ¿Dónde estaba ayer, dónde está hoy, dónde quiere estar mañana, cómo hará para conseguirlo?. Estas deberán ser sus preguntas estratégicas. Su acción y sus decisiones diarias constituyen la respuesta. El secreto del éxito podemos encontrarlo en esta frase de Verdi. Consultado sobre su longevidad creativa expresó: “ Toda la vida busqué la perfección y todavía no la puede alcanzar”.
El doctor Horacio Krell dirige a Ilvem empresa líder en metodología intelectual .
Es también Secretario de relaciones institucionales de la UAF ( Unión Argentina de Franquicias).
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